Tal como informa Institut européen de bioéthique y FSSPX.Actualités, se observa el avance demencial del transhumanismo (algo ya advertido por el gran Miklos).
Si dice: «Desde 2018, la Autoridad de Embriología y Reproducción Humana (HFEA) del Reino Unido aprobó los primeros ensayos de fertilización in vitro utilizando esta técnica. Un proceso que no trata la enfermedad que padece la madre, y tampoco está exento de riesgos para el niño.
Las mitocondrias son micro-orgánulos presentes en casi todas las células humanas y que generan la mayor parte de la energía de una célula. Los aporta principalmente el ovocito durante la fecundación y, por tanto, son esencialmente de origen materno.
A veces, las mitocondrias presentan anomalías genéticas que causan condiciones médicas graves e incurables. Para evitar que una madre cuyas mitocondrias son disfuncionales transmita esta anomalía a su hijo, las mitocondrias de la madre se reemplazan con mitocondrias de una donante. Hasta ahora, las mujeres con mitocondrias defectuosas podían solicitar la donación de óvulos. Con la donación de mitocondrias, los embriones portan el ADN del padre biológico, el ADN de la madre biológica y la ARD mitocondrial de la donante (lo que representa aproximadamente 37 genes).»
Tal como se informó en las fuentes previamente citadas, el avance del transhumanismo se informó de la siguiente manera:
«Hasta la fecha, no existe garantía de que el niño concebido de esta manera esté realmente libre de la enfermedad de la que es portadora su madre. Al ser entrevistado por The Guardian, el profesor de genética Dagan Wells de la Universidad de Oxford admite que, si bien las experiencias clínicas de la técnica de transferencia mitocondrial son alentadoras, el número de casos sigue siendo demasiado bajo para garantizar la seguridad y eficacia de la técnica.
En efecto, las mitocondrias pueden permanecer unidas al núcleo del óvulo en el momento de la transferencia nuclear, multiplicarse o incluso tomar el control en comparación con las mitocondrias sanas. Esto implica seleccionar in vitro el embrión que tendrá una tasa de mitocondrias anormales por debajo del 10%, pero también verificar la ausencia de «vuelta» durante el embarazo mediante pruebas prenatales.
Esta técnica presenta dos transgresiones morales en dos niveles diferentes. La primera es la fecundación in vitro en general, que es reprobable por múltiples razones: la obtención inmoral de gametos masculinos, en primer lugar, y todas las consecuencias como las múltiples destrucciones de embriones que salpican la historia de esta técnica en segundo lugar.
La segunda transgresión es específica de esta técnica: desde la fecundación in vitro hasta el control prenatal, pasando por la selección embrionaria, la técnica de la transferencia mitocondrial está salpicada de manipulaciones todavía inciertas en la actualidad y que cuestionan la ética desde el punto de vista de la dignidad, el patrimonio genético y la salud de estos niños que son sujetos de experimentación.
Existen actualmente numerosos estudios sobre epigenética que han demostrado que las diversas manipulaciones que acompañan y rodean a la fertilización in vitro son responsables de un gran número de enfermedades genéticas. La lista completa está siendo compilada…»
Es el Hombre queriendo ser como los dioses.