El embajador de la Federación de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, aseguró que su país tomará como un acto terrorista la utilización de una bomba sucia por parte del régimen de Volodímir Zelensky.
Según difundió la agencia Sputnik, la advertencia se encuentra en una carta enviada por Moscú al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en la cual se explica que las fuerzas armadas ucranianas han preparado un ataque con esta arma, cuyos efectos pueden ser devastadores en el lugar donde explote.
“Consideraremos el uso de la ‘bomba sucia’ por parte del régimen de Kiev como un acto de terrorismo nuclear”, afirma la misiva, firmada por Nebenzia.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó que dispone de pruebas de que Kiev está alistando una bomba sucia, por lo cual el Kremlin está tomando medidas para contrarrestar las consecuencias.
En el documento Nebenzia también señaló que el Ministerio de Defensa de Rusia recibió información de que tal provocación podría llevarse a cabo con el apoyo de países occidentales.
El representante advirtió que dichos planes tendrían graves consecuencias, por lo cual Moscú solicitó al secretario general hacer todo en su poder para impedir “que este crimen monstruoso se concrete”.
El enviado agregó que Rusia no pretende ni intenta usar armas nucleares en Ucrania.
La agencia Interfax agregó que el Kremlin solicitó para este 25 de octubre una reunión del Consejo de Seguridad sobre los supuestos preparativos de Kiev para usar una bomba sucia.
En esta jornada el Ministro de Asuntos Exteriores de Moscú, Serguéi Lavrov, declaró que su país tiene información específica sobre instituciones científicas de Ucrania que disponen de la tecnología necesaria para crear un artefacto de ese tipo.
“Hemos cotejado los datos que disponemos a través de los canales pertinentes, y podemos afirmar que no se trata de una sospecha vacía”, puntualizó.
De acuerdo con el jefe de las Fuerzas de Protección Radiológica, Química y Biológica, Ígor Kirílov, Kiev planea detonar una ojiva nuclear de poca potencia en su propio territorio y acusar a Moscú, para lanzar así una poderosa campaña antirrusa en el mundo destinada a socavar la confianza en esa nación. Un comunicado de las cancillerías de Reino Unido, Estados Unidos y Francia afirma que estos países no consideran justificadas las advertencias de Rusia sobre el posible uso de ese armamento por parte de Kiev.
Esas naciones ratificaron la voluntad de responder a las necesidades del país en Europa del Este en materia militar, humanitaria y económica, lo cual recibió críticas del Kremlin por contribuir a la prolongación de la operación iniciada en febrero de este año.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirma que ha preparado a sus fuerzas para operar en condiciones de CONTAMINACIÓN RADIACTIVA, citando ‘POSIBLES PROVOCACIONES’ de Ucrania.
«El Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia dispone de las pruebas de que el régimen de Kiev está preparando una provocación con el uso de una llamada bomba sucia», anunció el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, teniente general Ígor Kirílov.
Según Kirílov, «el objetivo de la provocación es acusar a Rusia de haber utilizado armas de destrucción masiva en el teatro de operaciones ucraniano y poner en marcha así una poderosa campaña antirrusa en el mundo destinada a socavar la confianza en Moscú».
El trabajo para crear esta bomba, continuó, ya está en su fase final.
«La detonación de un artefacto explosivo radiológico llevará inevitablemente a la contaminación radiactiva de un área de hasta varios miles de metros cuadrados», subrayó.
Por su parte, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, informó a los periodistas que el mundo no debe permitir que Ucrania llegue a tener un arma nuclear.
«La humanidad vio la aspiración del actual régimen de Kiev de poseer armas nucleares desde el día de la intervención del presidente Zelensky en la conferencia de Múnich. Ya entonces se hizo clara su ambición de tener un arma nuclear. El mundo no debe permitirlo», señaló.