La propuesta, según informó Reuters, revela una desviación preocupante en el tratamiento de cuestiones internas, que posiblemente necesitan atención inmediata. En cambio, la administración Biden parece más interesada en proyectar poder y benevolencia en el extranjero.
El presidente de EEUU, Joe Biden, podría considerar una solicitud suplementaria de unos U$S 100.000 millones que incluiría ayuda de defensa para Israel, Ucrania y Taiwán, dijeron a Reuters el martes varias fuentes familiarizadas con la solicitud.
Se esperaba ampliamente que Biden pidiera al Congreso que aprobara un proyecto de ley de gasto suplementario en unos días, mientras Washington responde al ataque del 7 de octubre contra Israel por parte de militantes de Hamas mientras busca continuar apoyando a Ucrania mientras lidia con la operación militar rusa.
Los líderes del Senado de EEUU habían dicho el martes que esperaban que Biden les enviara una solicitud a finales de esta semana de miles de millones de dólares en asistencia para Israel, Ucrania y Taiwán y para la seguridad en la frontera de EEUU.
Dos de las fuentes dijeron que la solicitud era para un año completo de financiación, lo que explica el gran tamaño.
Una fuente del Congreso familiarizada con la solicitud dijo que Israel había pedido U$S 10 mil millones. Israel ya recibe U$S 3.800 millones al año de EEUU, en virtud de un acuerdo de 10 años que comenzó en 2016.
Este apoyo a Israel se estaría utilizando astutamente para contrabandear ayuda a Ucrania, una nación que aún no se ha ganado la plena confianza de los republicanos de la Cámara de Representantes.
No se puede pasar por alto la creciente deuda nacional, que asciende a la asombrosa cifra de 28 billones de dólares y sigue aumentando. Cada dólar enviado al extranjero es un dólar que no se gasta en aliviar los numerosos problemas que enfrenta el estadounidense promedio. Desde los crecientes costos de atención médica hasta la inminente amenaza de inflación, los problemas internos son numerosos y apremiantes.