En un discurso por videoconferencia ante la Knéset, reclamó a los legisladores que exijan al Gobierno acciones más contundentes, como prestar asistencia militar a Ucrania e imponiendo sanciones contra Rusia
Declaró que el gobierno israelí debería seguir el ejemplo de sus aliados occidentales imponiendo sanciones y proporcionando armas a Ucrania. Hubo 129 ministros y diputados que escucharon a Zelensky.
“Uno se puede preguntar por largo tiempo por qué no podemos aceptar armas de ustedes o por qué Israel no impuso sanciones contra Rusia, por qué ustedes no están presionando a los negocios rusos”, dijo. “Es su decisión, queridos hermanos y hermanas”.
Zelensky, quien ha preparado cuidadosamente una serie de discursos similares ante parlamentarios, hizo frecuentes referencias al Holocausto en su intento por recabar apoyo. Las comparaciones provocaron una airada condena del Yad Vashem, la Autoridad Nacional para el Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto, que dijo que Zelensky estaba trivializando ese suceso histórico.
Zelensky aprovechó su intervención ante los miembros de la Knesset y los ministros por videoconferencia el domingo por la noche para suplicar a Israel que envíe su sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro para proteger a los civiles ucranianos de los ataques aéreos rusos.
Acusó al presidente ruso Vladimir Putin de intentar llevar a cabo una “solución final” contra Ucrania, usando el término nazi para su genocidio de 6 millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
“Ustedes lo recuerdan y seguramente nunca lo olvidarán”, dijo. “Pero deberían escuchar lo que está saliendo de Moscú ahora. Ellos están diciendo las mismas palabras ahora: ‘solución final’. Pero esta vez se trata de nosotros, de la cuestión ucraniana”.
Criticando al primer ministro Naftali Bennett, que ha mediado entre él y Putin, Zelensky dijo que la mediación puede ser entre dos bandos, pero no entre el bien y el mal. “La indiferencia mata, el cálculo de intereses mata. Puedes navegar entre intereses, pero no puedes navegar entre el bien y el mal”, apeló.
Sin embargo, Zelensky valoró los esfuerzos de mediación por parte del primer ministro Naftali Benet, el único líder mundial que se ha reunido con Putin en Moscú desde que comenzó la guerra; e incluso ha sugerido reunirse cara a cara con el mandatario ruso en Jerusalén.
Zelensky, que es judío, también declaró que un misil ruso cayó en Babi Yar, el lugar de una notoria masacre nazi en 1941 que ahora alberga el principal monumento de Ucrania para conmemorar el Holocausto.
“Pueblo de Israel, ustedes vieron cómo cohetes rusos impactaron en Babi Yar. Ustedes saben lo que significa este lugar, donde están enterradas las víctimas del Holocausto”, dijo.
El referirse a un tema tan delicado fue un claro intento de Zelensky de conectarse con su audiencia. Israel fue fundado en 1948 como refugio para los judíos tras el Holocausto. En el país viven miles de sobrevivientes ancianos, y muchos de sus líderes son hijos de sobrevivientes.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, cuyo padre fue un sobreviviente del Holocausto, expresó su agradecimiento a Zelensky por su discurso.
“Seguiremos ayudando al pueblo ucraniano en todo lo que podamos y nunca daremos la espalda a la difícil situación de personas que conocen los horrores de la guerra”, dijo Lapid.
Pero Yad Vashem (institución oficial israelí constituida para el recuerdo del Holocausto), que ya había condenado las referencias nazis de Putin, también criticó duramente a Zelensky, sin nombrarlo.
“El discurso propagandístico que acompaña a las actuales hostilidades está saturado de declaraciones irresponsables y de comparaciones totalmente inexactas con la ideología y las acciones nazis antes y durante el Holocausto”, dijo. “Yad Vashem condena esta trivialización y distorsión de los hechos históricos del Holocausto”.
“Su crítica a Israel fue legítima, al igual que sus expectativas sobre nosotros”, dijo el líder del Partido Sionista Religioso, Bezalel Smotrich. “Pero no su exasperante y ridícula comparación con el Holocausto y su intento de reescribir la historia y de borrar el papel del pueblo ucraniano en los intentos de exterminio del pueblo judío”.
Israel “aprecia al presidente de Ucrania y apoya al pueblo ucraniano de corazón y obra, pero es imposible reescribir la terrible historia del Holocausto”, dijo el ministro de las comunicaciones israelí Yoaz Hendel en un tuit.
מעריך את נשיא אוקראינה ותומך בעם האוקראיני בלב ובמעשה, אבל אי אפשר לשכתב את ההיסטוריה הנוראה של השואה.
רצח עם שבוצע גם באדמת אוקראינה. המלחמה נוראה אבל ההשוואה לזוועת השואה והפתרון הסופי מקוממת.— Yoaz Hendel יועז הנדל (@YoazHendel1) March 20, 2022
“Un genocidio que también fue cometido en suelo ucraniano. La guerra es terrible, pero la comparación con los horrores del Holocausto y la solución final es indignante”.
El presidente de la Knéset, Mickey Levy, dio las gracias a Zelensky y dijo que rezaba por el fin de la guerra. Dijo que esperaba que Zelensky pudiera visitar Jerusalén cuando la guerra haya terminado.
El alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, acudió a la concentración y dijo que “dejando de lado cualquier consideración política, estamos asistiendo a un acontecimiento en el que está claro cuál es el malo y cuál es el bueno, quién es el agresor y quién es el agresor”, dijo Huldai. “Es un momento de claridad moral. Independientemente de la cuestión histórica de cómo se comportó el pueblo ucraniano durante el Holocausto, estos acontecimientos actuales demuestran claramente una atrocidad en curso. Ante tal injusticia, no podemos simplemente elegir no escuchar. Hay momentos en los que uno no puede quedarse callado; y hoy, ahora, es exactamente uno de esos momentos”.
Putin ha calificado a sus enemigos en Ucrania como neonazis. Alguno historiadores, que hacen notar que ese país es una democracia encabezada por un presidente judío, han condenado su uso de esa terminología, calificándola de desinformación y una táctica cínica para promover los objetivos del líder ruso. Todo a pesar de la existencia de milicias de mercenarios como el Batallón Azov, compuesta por más de 1000 milicianos y entre ellos varios soldados voluntarios provenientes de toda Europa. La unidad es reconocida por el gobierno de Ucrania y que, tanto Azov como otras unidades de regimientos, están bajo jurisdicción al Ministerio del Interior.
En el caso del Batallón Azov, que actúa bajo supuestas consignas nacionalistas, a pesar de recibir dinero de oligarcas como Ihor Kolomoisky, fue creado el 13 de abril de 2014 a instancias del por aquel entonces Ministro de Asuntos Internos, Arsen Avakov, miembro de Batkivshchyna (Batkivshchina o Unión de Todos los Ucranianos «Patria» es un partido político ucraniano liderado por Yulia Timoshenko, quien fue liberada de prisión luego del Euromaidán 2014).