Solo un milagro ha separado el camino que divide la historia en dos realidades muy diferentes. Las lecturas pueden ser diferentes, pero la conclusión es la misma. El destino ha sido determinado por la trayectoria de una bala, por el simple movimiento de la cabeza de Donald o por la Gracia Divina. Pero Trump está vivo y estadísticamente hablando, debería estar muerto ahora mismo.
¿Y SI HUBIERA MUERTO?
Si el expresidente no hubiese mirado el cartel con un gráfico de estadísticas sobre la inmigración ilegal, indudablemente la bala lo habría impactado mortalmente. Hoy la mitad de los EEUU y gran parte del mundo estarían llorando a Trump, el claro favorito para ganar las elecciones de la primera potencia mundial. La nueva derecha estaría de luto, mientras que las elites globalistas y los mercenarios progresistas, tendrían el camino más libre para restablecer su hegemonía absoluta, no sin antes enfrentar el desafío de una muy probable guerra civil. Los republicanos tienen armas y muchas, ellos aman su libertad y no está de más aclarar que, si Donald Trump hubiese sido asesinado el 13 de julio, la guerra civil que buscan las elites, habría estallado con un gobierno demócrata en el poder.
En la Convención Nacional Republicana, Trump mostró el gráfico que salvó su vida.
Si Trump hubiese muerto el sábado, hoy estaríamos buscando a los responsables. ¿El tirador actuó solo? ¿era un desequilibrado que lo dejaron actuar? ¿los globalistas están detrás? ¿tal vez los demócratas?.
¿QUÉ SE SABE DEL TIRADOR?
El tirador era un joven de 20 años llamado Thomas Matthew Crooks, partidario de Biden según nueva evidencia. Estaba registrado como republicano, pero donó dinero al Partido Demócrata, y curiosamente figuró en una publicidad para el ultra globalista megafondo de inversiones BlackRock. El apodado «banco de bancos» es dirigido por Larry Fink y desde su sitio oficial se muestran como activos promotores del progresismo.
Thomas Matthew en el comercial de BlackRock
Su madre es demócrata y su padre es un republicano que tenía en su casa unas 15 armas de fuego, una de las cuales fue la utilizada en el intento de asesinato. Los padres de Crooks se comunicaron con la policía el sábado, horas antes de que abriera fuego contra el expresidente Trump, dijo más tarde una fuente a Fox News Digital. Lo dieron como desaparecido y temían por su bienestar, tal vez estaban al tanto de su desequilibrio, ya que ellos son psicólogos.
A las 17:10 h los agentes del orden detectaron a Crooks, identificándolo como una «persona sospechosa de interés» en el mitin, aproximadamente una hora antes de que disparara a Trump en el podio, dijo el director del FBI durante la sesión informativa del Congreso del pasado miércoles. La policía local notificó sobre Crooks antes del tiroteo y recibió confirmación de que el Servicio Secreto estaba al tanto de su presencia.
A las 17:14 h un francotirador fotografía a Crooks.
A las 17:28 h un francotirador ve a Crooks con su teléfono y un telémetro (dispositivo capaz de medir distancias de forma remota). Luego envía un mensaje al «Grupo de Francotiradores» sobre la persona sospechosa.
A las 17:52 h el Servicio Secreto localiza a Crooks en el techo de un edificio.
A las 18:00 h Trump sube al podio a dar su discurso. Algunos asistentes a la manifestación comienzan a señalar a alguien que está en una azotea cercana con un rifle, según relatos de testigos y grabaciones de video del evento.
Un policía local se sube al tejado y ve a Crooks con un rifle, dijeron fuentes a Fox News. Crooks apunta con el arma al agente, que retrocede.
A las 18:11 h comienza el tiroteo. Un equipo táctico local disparó primero y falló un tiro contra el presunto asesino. Luego, un agente del Servicio Secreto disparó rápidamente a Crooks, matándolo en el acto.
Desde las 18:13 h a las 18:20 h evacúan a Donald Trump herido de bala en su oreja. El tiroteo dejó muertos y heridos entre el público asistente. Corey Comperatore, recibe un disparo mortal mientras protegía heroicamente con su cuerpo a su esposa y a sus hijas de los disparos. Otros dos, David Dutch y James Copenhaver resultan gravemente heridos.
A todas luces Thomas parece un RINO (Republicano sólo de nombre), hay testimonios que indican que en una oportunidad afirmó que «odiaba a Trump y los republicanos». Tal vez se registró como republicano, solo para poder tener acceso a los mítines de Trump sin levantar sospecha.
El 24 de julio, el Director Ejecutivo de la red social GAB Andrew Torba, dio una sorprendente revelación, Thomas M. Crooks tenía una cuenta allí -activa hasta el 2021-, Crooks había hecho solo 9 publicaciones y en ellas se evidenciaba su total apoyo al presidente Joe Biden, su política fronteriza y las políticas sanitarias de confinamiento por Covid19. Ésta es una primicia.
Thomas compró balas, una escalera, tomó un rifle y un telémetro y fue manejando hasta el lugar del mitin. Unas horas antes sobrevoló la zona con un drone, y luego la policía encontró en su mochila 3 artefactos explosivos que aparentemente quería lanzar con el drone. No está claro cómo consiguió la bicicleta con la cual se trasladó en el predio (The Epoch Time).
Burló «la vigilancia» del Servicio Secreto de la primera potencia mundial. Extrañamente la Policía estatal dio aviso al Servicio Secreto del sospechoso. En las narices de la propia seguridad se subió al techo de un tinglado situado a solo 118 metros (130 yardas) de donde estaría Donald Trump, y se acomodó mientras varios seguidores del expresidente gritaban a tiempo sobre el peligro inminente. Crooks, no usó la escalera que había comprado, sino que subió por un sistema de aire acondicionado.
Thomas tuvo tiempo de disparar varios tiros antes de ser abatido por francotiradores del Servicio Secreto, que varios minutos antes lo habían divisado y hasta lo habían fotografiado. El Servicio Secreto tardó casi 6 segundos en detener a Thomas Crooks, mientras disparaba unas 8 veces.
Según el FBI, el tirador de Trump buscó detalles sobre Lee Harvey Oswald y el asesinato de JFK.
“El 6 de julio hizo una búsqueda en Google de: ‘a qué distancia estaba Oswald de Kennedy’”, dijo el señor Wray al panel de la Cámara.
“Esa es una búsqueda que es obviamente significativa en términos de su estado mental”, dijo el director del FBI. “Ese es el mismo día en que parece que se registró para el mitin de Butler”, (The Epoch Time).
El tirador estuvo cómodo, hasta la gente común lo filmó con el celular y advirtió a la policía:
No hay muchas opciones, o estamos frente a la falla más grande en 50 años del Servicio Secreto, o simplemente advirtieron el peligro y lo dejaron pasar. Analicemos esta última hipótesis.
El FBI no ha logrado identificar el motivo del tiroteo y si hay o no, co-conspiradores asociados a este ataque. Quienes estudiamos las estructuras de poder global y estamos familiarizados con el proceder de las Agencias de Inteligencia, podríamos plantear algunas preguntas como ¿alguno de sus padres trabajaban para la inteligencia? ¿Thomas Crooks actuaba bajo hipnosis o algún tratamiento psiquiátrico?.
El Proyecto de Supervisión de la Heritage Foundation (conservadora), ha revelado una serie de conexiones inquietantes, tras el rastreo del teléfono celular de Crooks. El Proyecto de Supervisión dijo que: «Alguien que visitaba regularmente la casa y el trabajo de Crooks también visitó un edificio en Washington, DC, ubicado en Gallery Place. Esto en las inmediaciones de una oficina del FBI el 26 de junio de 2023. ¿De quién es este dispositivo?. Los agentes están asignados a Washington Field, pero trabajan desde Gallery Place», un lugar que figura en el mapeo. El Proyecto declaró: «Encontramos las conexiones del asesino a través de nuestro análisis en profundidad de datos de publicidad móvil para rastrear los movimientos de Crooks y sus asociados.»
Agregaron: un «teléfono vinculado a Crooks» también voló a Plymouth, Massachusetts, y notó un patrón de visitas recientes a Butler.
El Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el Demócrata Alejandro Mayorkas, ha reconocido que se produjo un «fallo» de seguridad en el dispositivo de vigilancia. Recientemente, Mayorcas prometió una investigación supuestamente «independiente» sobre el tiroteo.
Recordemos que la Cámara de Representantes, aprobó un juicio político contra el globalista Alejandro Mayorkas, responsable de la crisis inmigratoria en la frontera, finalmente el Senado tumbó el juicio. La mayoría republicana culpó a Mayorkas de la llegada de un número sin precedentes de migrantes a la frontera de EEUU y México. Fue duramente acusado de no hacer cumplir la ley inmigratoria. ¿Que se podía esperar de alguien que odia las fronteras?.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS BIDEN
El Presidente Joe Biden anunció el 24 de agosto de 2022, el nombramiento de Kimberly Cheatle (sin confirmación del Congreso), como próxima directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, quien lo había protegido a él cuando era vicepresidente para Obama. Joe confiaba plenamente que haría bien su trabajo
El detalle no menor, es que Kimberly es una gran amiga de la esposa de Joe, Jill Biden. En el momento que Joe Biden nombró a la que sería la encargada y responsable suprema de cuidar, entre otros, la vida de Trump, dijo:
“Jill y yo conocemos de primera mano el compromiso de Kim con su trabajo y con la gente y la misión del Servicio Secreto. Cuando Kim formó parte de mi equipo de seguridad cuando yo era vicepresidente, llegamos a confiar en su criterio y sus consejos”, escribió Biden en la declaración. “Es una distinguida profesional de las fuerzas del orden con excepcionales habilidades de liderazgo y fue fácilmente la mejor opción para dirigir la agencia en un momento crítico para el Servicio Secreto. Tiene toda mi confianza y espero trabajar con ella” (CNN).
Kimberly Cheatle, consiguió su puesto, en gran parte, gracias a una estrecha relación con la primera dama Jill Biden, según informó The Post. Consiguió el cargo después de un período de tres años como Directora Senior de seguridad global en PepsiCo. Antes de trabajar para la gran corporación globalista de refrescos y alimentos, había servido en el Servicio Secreto desde la administración Clinton.
Cheatle es amiga de Jill Biden y Anthony Bernal su principal asesor, quienes presionaron para su nombramiento. “Escuché que cuando la estaban considerando para directora, Anthony la había propuesto como una opción”, dijo una fuente bien ubicada a The Post. La influencia de Bernal rivaliza con la de Jefe de Gabinete, en cuanto a decisiones de la administración Biden. Sus colegas lo comparan con Rasputín, la mano derecha en la corte Romanov.
Anthony Bernal es un progresista fanatizado, “Anthony está obsesionado con cumplir con la DEI”, dijo una fuente a The Post, utilizando el acrónimo de diversidad, equidad e inclusión, la práctica de recursos humanos que intenta garantizar la diversidad en la fuerza laboral. El Servicio Secreto encargado de la seguridad de presidentes, vicepresidentes y otros cargos de importancia, no escapó de esta norma progresista woke.
La responsabilidad crucial de Kimberly Cheatle y los Biden, fue puesta en evidencia por Susan Crabtree, una corresponsal política de RealClearPolitics. Susan preguntó porque fue desviado personal del mitin de Trump hacia el mitin de Jill Biden el mismo día.
«Este es el problema que han citado mis fuentes secretas: los recursos de los Servicios Secretos se desviaron al evento de Jill Biden y se alejaron del de Trump porque siguieron el protocolo de la agencia que se aplica a Trump como expresidente, según dos fuentes dentro de la comunidad del Servicio Secreto. También hubo muchos agentes complementarios de diferentes oficiales de campo (no del equipo regular de Trump) que brindaron seguridad en el mitin porque el equipo regular de Trump ha estado sobrecargado de trabajo (algunos trabajando 7 días seguidos), y solo dos francotiradores. Pero Trump no es solo un expresidente: es el primero en la historia moderna en postularse nuevamente a la presidencia y ha sido el foco de varios procesos y controversias (la subestimación es intencional). ¿Quién tomó la decisión de desviar los recursos al evento de Jill Biden? La primera dama, la Dra. Jill Biden, y el expresidente Donald Trump hacen campaña en Pittsburgh», publicó Susan en X.
La CBS News anunciaba temprano ese mismo día, que tanto Trump como la primera dama Jill Biden, realizarían un acto de campaña en la misma ciudad.
A raíz del tiroteo que casi mata a Trump, la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, fue interrogada por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, sin responder muchas preguntas cruciales. Durante la semana afirmaba que no quería renunciar e incluso el SS bajo su mando, sugirió que Trump no haga más actos políticos al aire libre. Lo cual equivaldría a dejar de tener contacto con la gente, justamente aquella característica que lo hace popular.
CONGRESISTA TAYLOR GREENE DESTROZA A CHEATLE
Según informó Breitbart, durante la audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) le dijo a la jefa del Servicio Secreto del presidente Joe Biden, Kimberly Cheatle, “Usted es un completo fracaso en su trabajo”, antes de preguntarle a Cheatle directamente: “¿Hubo una orden de no intervención?” y “¿Hubo una conspiración para matar al presidente Trump?”.
“¿Tiene alguna cronología de algún momento del día?”.
“Tengo un cronograma que no tiene detalles específicos”, respondió la Directora del Servicio Secreto de Biden.
Greene reaccionó diciendo: “Eso es impactante. Es absolutamente inaceptable”.
“Eso significa que eres un fracaso en tu trabajo”, añadió la congresista.
El representante Greene señaló luego que “mochilas, bolsos, bicicletas, armas de fuego, cualquier tipo de arma o cualquier otro elemento que se determine que es un riesgo potencial para la seguridad, como un telémetro”, están prohibidos en los mítines de Trump.
La congresista luego expuso el cronograma que ella misma tenía.
“¿Por qué los francotiradores no le dispararon a Crooks? ¿Por qué se le permitió estar allí?”, preguntó el representante Greene.
Cheatle respondió diciendo: “En cuanto se identificó al individuo como una amenaza, se lo consideró…”, antes de que la congresista interviniera y dijera: “No, no, no. ¿Qué considera usted una amenaza?”.
“¿Un hombre con un arma en posición de francotirador? ¿Un hombre que llevaba una mochila, un hombre que llevaba una bicicleta, un hombre que llevaba un telémetro? ¿En qué momento se determina que es una amenaza?”.
Greene preguntó entonces: “¿Qué pasa con un hombre que yace en un edificio que tiene una línea de visión directa del presidente Trump, con un arma, y que la gente grita y señala? ¿Es eso una amenaza?”, a lo que Cheatle respondió: “Una vez que se identificó a ese individuo, lo neutralizaron”.
“No, Crooks fue neutralizado después de dispararle al presidente Trump en la cara”, señaló el representante Greene. “¿Solo es una amenaza cuando dispara el arma?”.
Cheatle respondió esquivando la pregunta y diciendo: “Tan pronto como el francotirador identificó a ese individuo, pudieron neutralizarlo”.
“La gente bajo su mando no lo consideraba una amenaza, pero la gente de la multitud sabía que tenía un arma y lo consideraba una amenaza”, dijo el representante Greene. “Eso significa que usted es un completo fracaso como Directora del Servicio Secreto”.
La congresista le preguntó entonces a Cheatle sin rodeos: “¿Hubo una orden de no intervención? ¿Hubo una conspiración para matar al Presidente Trump?”, a lo que la Directora del Servicio Secreto respondió: “Absolutamente no”.
“Entonces, ¿Cómo sucedió esto? ¿Y por qué sigues aquí sentada sin entregar tu carta de renuncia?”, preguntó Greene.
“Estamos esperando tu carta de renuncia, y realmente deberías considerar hacerlo antes de irte hoy”, agregó.
CHEATLE RENUNCIA
Finalmente, tras la presión de varios congresistas, Cheatle renunció y dijo: «la solemne misión del Servicio Secreto es proteger a los líderes y la infraestructura financiera de nuestra nación», escribió en una carta a la agencia. «El 13 de julio no cumplimos con esa misión».
El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-KY), dijo en una declaración:
La audiencia del Comité de Supervisión resultó en la renuncia de la directora Cheatle y habrá más rendición de cuentas por venir. El Servicio Secreto tiene una misión infalible, pero fracasó históricamente bajo la supervisión de la directora Cheatle. En la audiencia del Comité de Supervisión de ayer, la directora Cheatle no infundió confianza en que tenga la capacidad de garantizar que el Servicio Secreto pueda cumplir con su misión de protección. Las fallas de seguridad atroces, antes y durante el mitin de campaña de Butler, Pensilvania, resultaron en el intento de asesinato del presidente Trump, el asesinato de una víctima inocente y daños a otras personas en la multitud. Si bien la renuncia de la directora Cheatle es un paso hacia la rendición de cuentas, necesitamos una revisión completa de cómo ocurrieron estas fallas de seguridad para que podamos evitar que sigan sucediendo. Continuaremos nuestra supervisión del Servicio Secreto en apoyo del Grupo de Trabajo de la Cámara para brindar transparencia, rendición de cuentas y soluciones para garantizar que esto nunca vuelva a suceder.
¿QUÉ DIJO TRUMP TRAS LA DIMISIÓN DE CHEATLE?
Trump dijo en su red social: «La administración Biden/Harris no me protegió como debía y me vi obligado a recibir un disparo por la democracia. PARA MÍ FUE UN GRAN HONOR HACERLO«.
CONCLUSIÓN
El tirador Thomas Matthew Crooks era partidario de Joe Biden. Crooks era un falso republicano que apareció en una publicidad de la ultraglobalista BlackRock. Los Biden nombran a Kimberly Cheatle para el Servicio Secreto, la primera dama Jill Biden organiza un mitin para el mismo día y la misma ciudad donde Trump haría el suyo, destinando de esta manera el triple de personal para la primera dama, dejando insuficiente y escaso personal para el expresidente. El Servicio Secreto advierte la amenaza de un sospechoso, Crooks es incluso fotografiado por francotiradores una hora antes de los disparos y nadie actúa a tiempo, solo eliminan al tirador cuando ya se produjo el tiroteo mortal.
Donald Trump no necesitaba esto para ganar las elecciones, los beneficiarios absolutos de su muerte serían las mismas elites demócrata-globalistas que «dejaron tirar» a Crooks, ya que luego del debate presidencial el republicano tomó mayor ventaja y de manera determinante. La única manera de detener a Trump era eliminarlo. Afortunadamente no lo lograron.
Por Theo Belok, analista geopolítico y escritor de «Trump contra el globalismo» Tomo I (1) y Tomo II (2)