Un cardenal llama a la policía contra un grupo de fieles por rezar el rosario

Cuando un grupo de fieles se congregó ante el arzobispado de Lima, capital de Perú, para rezar el rosario en desagravio al Inmaculado Corazón de María, tras el escándalo de una obra de teatro blasfema presentada por la Universidad Católica, el cardenal Carlos Castillo pidió a la policía que interviniera para disuadir a los fieles.

 

Antecedentes del caso

La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) programó una obra de teatro para el XXIV Festival Saliendo de la Caja, organizado por la sección de creación y producción escénica de la Facultad de Artes Escénicas de la PUCP. El festival suele ser aprovechado por los estudiantes para presentar sus proyectos finales.

La obra en cuestión se titula «María Maricón»… En cuanto al afiche, muestra a un hombre vestido de mujer, con mantilla y el Inmaculado Corazón de María en el pecho….

Ante el clamor, la obra fue rápidamente retirada del programa: la universidad expresó su rechazo por el «uso inapropiado de símbolos religiosos» y pidió disculpas en un comunicado oficial.

Reacciones de la Conferencia Episcopal y del Ministerio de Cultura

La Conferencia Episcopal de Perú (Cep) calificó la obra de ofensiva para la fe católica y criticó enérgicamente su programación. Señaló que el cartel y el contenido de la obra distorsionan símbolos religiosos profundamente arraigados en la tradición y devoción católica del país.

La Cep también subrayó que, aunque defiende la libertad de expresión, considera que «no es un derecho absoluto y que tiene límites, sobre todo cuando entra en conflicto con otros derechos como la libertad religiosa, la cultura y la devoción del pueblo peruano».

El Ministerio de Cultura también se ha pronunciado, cuestionando el uso de imágenes religiosas. El Ministerio ha subrayado la importancia de respetar los símbolos religiosos como parte integrante del patrimonio cultural peruano, y ha destacado que la libertad de expresión tiene sus límites, sobre todo cuando entra en conflicto con otros derechos fundamentales.

Por último, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, también protestó, y no dudó en calificar la obra de «inmundicia». Declaró que «es un insulto a la Iglesia católica y a los millones de católicos del Perú y del mundo: ¿qué tiene de católica esta universidad? ¿Solo el nombre? Deberían cambiarlo y llamarla de otra manera…», escribió en su cuenta “X”.

El cardenal arzobispo de Lima defiende la obra

Las cosas parecían bastante claras, pero un elemento provocaría la indignación de los fieles: el cardenal Castillo afirmó que no había intención de ofender en esta obra, y defendió su permanencia, después de los testimonios relatados anteriormente, causando confusión e indignación entre muchos fieles.

El cardenal Castillo confunde la intención con la realidad. Sea cual sea la intención del autor, la obra es objetivamente blasfema. Resulta asombroso oír semejante razonamiento en boca de un cardenal. Pero, pensándolo bien, ¿es realmente sorprendente?

Fue entonces que una veintena de fieles se reunieron frente a la casa del cardenal para rezar el rosario en reparación por la ofensa cometida contra la Virgen María y su Hijo. La situación se volvió aún más tensa cuando el arzobispo de Lima respondió a la manifestación llamando a la policía para ahuyentar a los fieles.

La conclusión a la que llegó el coordinador del rezo del rosario no es sorprendente: «Esta eminencia debe abandonar urgentemente nuestro país; nadie quiere su presencia por haber permitido que se cometa semejante ofensa contra nuestra Madre», declaró.