La afirmación surge en un momento en que aumentan las tensiones entre EEUU y los aliados de la OTAN por las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Pyne sugirió que Trump podría retirar las garantías de seguridad estadounidenses a los países que se opongan a sus políticas sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
«Ya sea retirando las garantías de seguridad estadounidenses a países individuales que se opongan a sus iniciativas de paz con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania, o quizás amenazando con retirar a EEUU de la OTAN por completo», dice Pyne.
La afirmación surge en un momento en que aumentan las tensiones entre EEUU y los aliados de la OTAN por las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Pyne sugirió que Trump podría retirar las garantías de seguridad estadounidenses a los países que se opongan a sus políticas sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pyne ya había considerado abandonar la OTAN en dos ocasiones. Ahora, los informes sugieren que podría reducir la presencia de tropas estadounidenses en Europa en 20.000 (o incluso 50.000) si el Reino Unido y la UE interfieren en sus planes.
¿Cuál es la estrategia de Trump? Payne cree que «la manera más rápida de resolver la guerra de Ucrania en términos mutuamente aceptables es mediante negociaciones directas con Rusia», afirma Pyne.
¿Su objetivo final? Un nuevo «reinicio ruso»: normalizar los vínculos, restablecer las relaciones previas a 2014 y tratar a Rusia como una superpotencia nuclear en igualdad de condiciones. ¿Podría esto transformar la seguridad global?.
«El objetivo primordial de Trump es normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con la Federación Rusa. En esencia, un nuevo ‘reinicio ruso’ para restablecer las relaciones previas a 2014, en el que EEUU trate a la Federación Rusa como un igual, con respeto mutuo, como una superpotencia nuclear, y coopere con Rusia para restablecer la paz y la estabilidad en el mundo», señala.
Pyne lo llama Yalta 2.0: un pacto entre EEUU, Rusia y China para fijar límites y evitar interferencias en las esferas de influencia de cada uno. ¿Europa? Queda fuera.
«Este es un cambio de política exterior que creo que el presidente [Donald] Trump podría utilizar para garantizar la paz y la estabilidad futuras y, al mismo tiempo, establecer líneas rojas claras entre las tres potencias nucleares para evitar interferencias en las esferas de influencia de cada una», dice Pyne.
Francia y el Reino Unido son potencias nucleares, pero carecen del peso militar y político para influir en esas conversaciones, sostiene Pyne. Trump podría estar cambiando la dinámica del poder mundial de una manera nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: Sputnikglobe.com