Suecia ha cerrado el caso de las explosiones del Nord Stream

Según él, la investigación no pudo identificar a los responsables del incidente, que ocurrió en la zona económica de Suecia, pero fuera de su territorio.

Destacó que la investigación se llevó a cabo estrictamente de acuerdo con los métodos tradicionales, pero no se encontraron pruebas para formular cargos.

«Hicimos una investigación formal porque no ocurrió en territorio sueco, sino en la zona económica sueca. Eso se hacía de manera bastante tradicional, y llegaron a la conclusión de que no podían culpar a nadie por esto. No tenían un caso. Así que para nosotros está cerrado».

El Primer Ministro señaló también que aún se desconocen los resultados concretos de la investigación.

La decisión de Suecia de cerrar la investigación sobre la explosión en los gasoductos rusos Nord Stream representa un intento de ocultar ese acto terrorista, declaró este sábado la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.

«De hecho, se trata de una conspiración internacional para ocultar un crimen grave: un ataque terrorista», puntualizó Zajárova.

La diplomática agregó que el sabotaje se cometió en la zona económica especial de Suecia, y la razón de esa «apatía legal» sueca es que el principal beneficiario del ataque es la administración del presidente estadounidense, Joe Biden.

Suecia, según enfatizó Zajárova, «carece del derecho y de la voluntad para oponerse» a Washington.

A principios de febrero pasado, el fiscal sueco Mats Ljungqvist declaró que la investigación del caso de las explosiones en los gasoductos se había dado por concluida por no ser competencia del país. Aseguró que Alemania continuaría la investigación.

El 26 de septiembre de 2022, tres de las cuatro líneas de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 fueron blanco de un sabotaje con cargas explosivas en el fondo del mar Báltico, cerca de una isla danesa y frente a las costas suecas, zonas bajo control de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El pasado 8 de febrero, el periodista estadounidense Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, afirmó que fueron buzos militares de EEUU quienes colocaron cargas explosivas bajo los gasoductos rusos durante los ejercicios Baltops de la OTAN, a mediados de 2022, que luego fueron activadas por los noruegos.

Hersh subrayó que Biden aprobó el sabotaje tras más de nueve meses de debates secretos con su equipo de seguridad nacional.

Alemania, Dinamarca y Suecia se negaron a investigar el sabotaje conjuntamente con Rusia, ni tampoco comparten con ella los resultados de sus pesquisas.

El Kremlin declaró en repetidas ocasiones que la investigación del atentado contra los Nord Stream debe ser transparente y que el mundo debe conocer al culpable.

A su vez, la Fiscalía General rusa abrió una investigación por un acto de terrorismo internacional.

María Zajárova expresó anteriormente que teme que el gobierno ucraniano pueda organizar una explosión en la central hidroeléctrica de Kiev y culpar a Rusia por ello.