
Esta innovadora vacuna, adaptada a la genética de cada tumor mediante inteligencia artificial, tiene como objetivo estimular el sistema inmunológico para atacar y erradicar las células cancerosas.
En un avance histórico para la oncología y la medicina personalizada, el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, anunció este año que iniciará ensayos clínicos en humanos en septiembre u octubre de 2025 de la vacuna llamada Enteromix, según el director general del Centro Nacional de Investigación Médica Radiológica de Rusia.
El Ministerio de Salud ruso ha indicado que, siempre que se apruebe, el tratamiento será ofrecido sin costo para los ciudadanos rusos, aunque su producción tendría un costo estimado de unos 300.000 rublos por dosis (~USD 2 800).
Adicionalmente, en junio de 2025 ya se anunciaron ensayos Fase I con 48 voluntarios utilizando una vacuna llamada Enteromix, basada en virus no patógenos combinados para destruir células malignas y activar la inmunidad antitumoral, empezando en un solo centro autorizado. La Fase II (2026–27), evaluará la eficacia y efectos secundarios en más pacientes. Y finalmente la Fase III (2027–28) donde los resultados se compararán contra tratamientos estándar en estudios más amplios.
En palabras de los científicos rusos responsables del proyecto: “La nueva vacuna funcionará destruyendo las células malignas y activando la inmunidad antitumoral del paciente”.
«Inmunidad antitumoral»: Esto demuestra que todo se reduce a fortalecer el sistema inmunitario humano para que autodestruya los tumores cancerosos internamente, ya que el sistema inmunitario es la primera línea de defensa contra cualquier enfermedad. Por eso, los OGM son fundamentales para la oscura misión de los globalistas de despoblación masiva global, ya que les ayudan a destruir completamente la inmunidad, de modo que no solo los tumores cancerosos, sino casi cualquier enfermedad, pueden invadir el cuerpo humano y destruirlo con poca o ninguna resistencia, incluso con la introducción de medicamentos. Los medicamentos no son nada sin un sistema inmunitario que funcione bien. Cualquier ser humano puede sobrevivir solo con un sistema inmunitario perfectamente funcional y bien fortalecido, pero nadie puede sobrevivir durante demasiado tiempo solo con medicamentos. Por eso hay tantos ataques al sistema inmunitario humano hoy en día, a través de los OGM.
Además, utiliza inteligencia artificial para analizar el tumor del paciente (su perfil genético) y generar una “hoja de ruta” que permite fabricar una vacuna en aproximadamente una semana, o incluso en tan solo 30–60 minutos.
Ha mostrado en animales (e incluso en un pequeño número de pacientes iniciales) resultados prometedores: reducción del tumor y desaparición de metástasis en modelos de melanoma, con proyecciones hacia otros cánceres como pulmón, riñón y páncreas.
El cáncer y muchas de las enfermedades que hoy conocemos como nombres comunes son también armas fabricadas para la despoblación/exterminio masivo. Casi todas están patentadas, al igual que las semillas transgénicas. Para todas estas enfermedades, las curas se conocieron casi al mismo tiempo que se crearon, pero nadie puede hablar de ellas, y mucho menos hacerlas públicas. Se han guardado celosamente, del mismo modo que el secreto de la dominación occidental de África se ha guardado durante generaciones, conocido solo por las agencias de inteligencia de las potencias mundiales.
La liberación de estas vacunas por parte de Rusia es otra enorme afrenta al grupo globalista y una de las razones por las que quieren que Rusia se retire rápidamente. Desde que reveló a los africanos el secreto para recuperar la libertad de las potencias coloniales occidentales, el cual se puso a prueba en el Sahel, donde ha funcionado tan bien, Rusia ha emprendido una misión lenta pero constante para desmantelar las estructuras de control imperialista de las potencias coloniales occidentales. Y esta vacuna contra el cáncer es precisamente una de la que no se recuperarán por completo durante mucho tiempo, porque el cáncer es una de sus mejores armas, si no la mejor en realidad.
Sin embargo, científicos han advertido que estas promesas aún no tienen respaldo en estudios publicados y deben tratarse con cautela: faltan datos clínicos formales y revisados por pares.