Putin hizo las afirmaciones durante su larga conferencia de prensa anual previa al Año Nuevo, que duró cuatro horas el jueves. En medio del evento, Putin abordó las acciones punitivas contra la Iglesia Ortodoxa Rusa en otros lugares de Europa. Se considera que la iglesia está estrechamente vinculada al régimen de Putin y sus líderes han sido expulsados de países como Bulgaria y Estonia.
También criticó a Israel por sus ataques a Siria y la captura de territorio sirio tras el colapso del régimen de Asad en el país.
El jefe del Kremlin afirmó que «el principal beneficiario de los acontecimientos que ocurren en Siria es, en mi opinión, Israel», según informa TASS.
Putin dijo que la iglesia estaba “siendo torturada” y culpó a los judíos.
“Están destrozando la iglesia, pero ni siquiera son ateos. Son personas sin creencias, sin Dios, de etnia judía, pero ¿alguien los ha visto en una sinagoga? No lo creo. No van a la iglesia, van a la playa”.
Tras añadir que los supuestos adversarios de la Iglesia no eran ni cristianos ortodoxos ni musulmanes, añadió: “Son personas sin parentesco ni memoria, sin raíces. No aprecian lo que nosotros apreciamos y lo que aprecia también la mayoría del pueblo ucraniano”.
Los críticos de Putin criticaron la declaración como antisemita y señalaron paralelismos con el Estado soviético bajo Josef Stalin, cuando el Kremlin perseguía a los judíos y los acusaba de ser “cosmopolitas desarraigados”.
El rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, advirtió que la caracterización que Putin hace de los judíos de esta manera podría tener consecuencias peligrosas.
“Este es solo un ejemplo del antisemitismo explícito y virulento de su régimen, que se ha intensificado tras su invasión de Ucrania en 2022 y los acontecimientos del 7 de octubre de 2023”, dijo Goldschmidt. “Todo esto recuerda a la “lucha contra el cosmopolitismo” de Stalin y al “complot de los médicos” de 1948-53, la brutal campaña antisemita en la Unión Soviética que resultó en el arresto y asesinato de gran parte de los líderes judíos soviéticos en la Unión Soviética”.
“No podemos enfatizar lo suficiente el peligroso efecto que tienen tales declaraciones en una sociedad semitotalitaria”, continuó Goldschmidt.
“Como representante de las comunidades judías de toda Europa, y alguien que se vio obligado a huir de mi hogar y comunidad en Moscú, hago un llamamiento a Europa y al mundo libre para que condenen inequívocamente la peligrosa propaganda del presidente Putin antes de que se propague más”, dijo Goldschmidt, quien en 2022 abandonó Rusia y renunció como rabino jefe de Moscú debido a su negativa a respaldar la invasión.
La Iglesia Ortodoxa Rusa ha sido ampliamente criticada por los organismos de control internacionales por su estrecha relación con el gobierno ruso. El Consejo de Europa recientemente calificó a la iglesia como un instrumento de propaganda del Kremlin, y varios países europeos han expulsado a funcionarios de la iglesia por motivos de seguridad.
La población judía de Rusia ha disminuido drásticamente desde la invasión de Ucrania y durante la década anterior. En el censo ruso de 2021, unas 83.000 personas se identificaron como judías. El censo anterior, de 2010, mostraba que unos 160.000 judíos vivían en Rusia.
Sobre la guerra en Ucrania
Putin dijo en la misma conferencia de prensa que Moscú debería haber invadido Ucrania antes.
«Una decisión como esta, que se tomó a principios de 2022, debería haberse tomado antes», afirmó Putin.
«Los acontecimientos en Crimea fueron espontáneos, y los de 2022 también comenzaron sin ninguna preparación especial. ¿Por qué comenzamos? Porque ya no era posible permanecer inmóviles y aguantar, esperando que la situación empeorara para nosotros», dijo Putin, citado por TASS.
«Nos obligaron a actuar de esa manera. Si hubiéramos sabido de antemano lo que iba a pasar, por supuesto, habría sido necesario realizar una preparación minuciosa y sistemática».