
La noticia en cuestión relata: “Una popular librería de San Francisco retiró la serie “Harry Potter” de sus estantes después de que la autora J.K. Rowling anunciara que utilizaría las ganancias de la franquicia para apoyar los esfuerzos destinados a revertir los derechos de las personas transgénero. Booksmith, ubicada en Haight Street, dijo a través de un comunicado que ya no vendería los libros de Rowling luego de la promesa de la autora de financiar el Fondo de Mujeres JK Rowling, que describió como una organización comprometida a eliminar las protecciones transgénero «en el lugar de trabajo, en la vida pública y en espacios femeninos protegidos».”[1]
Poco después, el 25 de junio, la librería Fabulosa Books, en el distrito Castro, siguió el ejemplo, declarando que ya no adquiriría ni vendería los libros de Rowling. La librería queer Castro compartió una foto de una pizarra en su cuenta de Instagram con el mensaje: “Ya no compramos ni vendemos libros de J.K. Rowling porque ella está dedicando su vida a la maldad”[2]. El título agradece a Booksmith por “dar un buen ejemplo”. Acompañaba la publicación una imagen de una estantería de la sección de fantasía de la tienda con un cartel que explicaba por qué no había libros de Harry Potter en las estanterías . «Con este anuncio, hemos decidido dejar de vender sus libros«, decía el cartel. “No sabemos exactamente en qué consistirá su nuevo ‘fondo para mujeres’, pero sabemos que no vamos a participar… Si tú o un ser querido quiere sumergirse en el mundo de Harry Potter, te sugerimos que lo hagas comprando ejemplares usados de estos libros”[3].
En abril, el Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó que las definiciones legales de «hombre» y «mujer» en el país se basarían en el sexo asignado al nacer . Rowling donó, según se informa, 70.000 libras esterlinas (aproximadamente 88.200 dólares) a For Women Scotland, la demandante en el caso. Hay que recordar que Rowling fundó el J.K. Rowling Women’s Fund, con el objetivo de respaldar legalmente los derechos de las mujeres basados en sexo biológico en entornos laborales, espacios públicos y espacios reservados a mujeres.
Hay que recordar que durante décadas, los progresistas sostuvieron los conservadores son dictadores fascistas empeñados en prohibir libros. Tanto Joe Biden como Kamala Harris criticaron a los legisladores republicanos por intentar restringir ciertos libros en las aulas, lo que los demócratas calificaron de ataque hostil a la libertad de expresión[4]. Siempre con una mirada maquiavélica, varios estados demócratas comenzaron a aprobar leyes para impedir que se retiraran libros de las aulas debido a los antecedentes o las opiniones del autor[5]. Nueva Jersey, Illinois, Minnesota y otros estados lanzaron las llamadas iniciativas de «Libertad de Leer«, tergiversando la Primera Enmienda al presionar para que libros sexualmente explícitos para niños; ejemplos como «Este Libro es Gay», «Género Queer » y «Todos los Niños No Son Azules» se presentaron en escuelas y bibliotecas mediante el financiamiento público. Esgrimieron acusaciones engañosas de «censura», fingiendo que estados liderados por republicanos como Florida eran “regímenes racistas, homófobos y de corte nazi”.
Aquí viene el descaro en cuestión. La prohibición de la obra de Rowling muestra que los izquierdistas nunca fueron los defensores de la libertad de expresión que pretendían ser. La librería de San Francisco excluyó explícitamente a Rowling de su plataforma por su posición ideológica. El personal de la tienda, que se identifican así mismos como «un grupo de libreros queer», no quieren perspectivas que cuestionen su propia visión del mundo. Lo curioso es que California ha aprobado múltiples proyectos de ley que promueven libros «inclusivos» en escuelas y bibliotecas públicas, con elogios de los demócratas, pero cuando se trata de una librería privada, la insistencia en la supuesta diversidad no incluye la popularísima serie de una autora que cree que los niños y las niñas son diferentes.
Rowling lleva adelante sus ideas de manera pacífica, a diferencia de ciertos activistas LGBT que la han amenazado con violarla y asesinarla[6]. De hecho, su nuevo fondo se centra en garantizar la seguridad de las mujeres. Si bien la librería afirmó que Rowling se dedicaba a «eliminar los derechos de las personas transgénero» (lo cual es falso), Rowling lo que intenta es representar a las mujeres cuyos derechos han sido vulnerados por las políticas de la izquierda radical, tal como sucede actualmente donde el feminismo está más preocupado porque un hombre le pegue a una mujer en el ring de boxeo que en ayudar a una madre soltera. Ciertamente que las librerías de capital privado son diferentes a las bibliotecas y escuelas públicas; cualquier librería privada puede legítimamente retirar los libros que desea. La cuestión es que con medidas como esta, la izquierda sigue demostrando que su lucha contra la «prohibición de libros» nunca se trató de preservar la “inclusividad” y la libertad de expresión: Es evidente que su cruzada se trataba sobre imponer una cosmovisión ideológica progresistas y silenciar a cualquiera que se opusiera.
A diferencia de Harry Potter , la mayoría de los libros retirados de escuelas y bibliotecas públicas no fueron escritos por alguien con una perspectiva supuestamente controvertida. En cambio, eran, en el mejor de los casos, inapropiados para su edad y, en el peor, pornográficos, y se ofrecían libremente a niños sin el consentimiento de sus padres. “Este libro es gay”[7], por ejemplo, se haya disponible en la sección de «adultos jóvenes» de bibliotecas financiadas con fondos públicos; allí se enseña a los adolescentes cómo tener relaciones sexuales homosexuales. Otro libro, en otro ejemplo más, se halla “George”, recomendado para estudiantes menores y se describe a un niño explorando su sexualidad y finalmente revelándose ante sus amigos como «Melissa».
Como bien se detalla en The Federalist: “La Coalición Nacional Contra la Censura y otros grupos de izquierda han luchado por normalizar esta sexualización bajo el pretexto de la libertad de expresión. Sin embargo, esta lucha hipócrita se revela como una farsa cuando se trata del discurso conservador, o, como los izquierdistas lo llaman con pereza y equivocación, «discurso de odio».”[8]
[1] (S/f). Sfchronicle.com. Recuperado el 7 de julio de 2025, de https://www.sfchronicle.com/entertainment/article/san-francisco-bookstore-removes-harry-potter-20392417.php
[2] Instagram. (n.d.). https://www.instagram.com/p/DLQdJSHz0gT/?utm_source=ig_embed&ig_rid=016dee1e-9309-41a5-81cf-796f5c9c71b8
[3] Rodriguez, M. (2025, June 26). This San Francisco bookstore has stopped selling the ‘Harry Potter’ series. Them. https://www.them.us/story/jk-rowling-harry-potter-booksmith-bookstore
[4] Brownstein, R. (2023, May 10). The Book-Banning debate has reached a turning point. The Atlantic. https://www.theatlantic.com/politics/archive/2023/05/gop-book-bans-democrats-state-legislation/674003/
[5] Brownstein, R. (2023b, May 10). The Book-Banning debate has reached a turning point. The Atlantic. https://www.theatlantic.com/politics/archive/2023/05/gop-book-bans-democrats-state-legislation/674003/
[6] Sex Matters. (2024, October 8). Intimidation, threats and violence by trans-rights activists – Sex Matters. https://sex-matters.org/about-us/what-we-are-up-against/intimidation-threats-and-violence-by-trans-rights-activists/
[7] Lange, J. (2021, October 29). What to do about your local library putting porn on kids’ shelves. The Federalist. https://thefederalist.com/2021/10/26/what-to-do-about-your-local-library-putting-porn-on-kids-shelves/
[8] Lange, J. (2021, October 29). What to do about your local library putting porn on kids’ shelves. The Federalist. https://thefederalist.com/2021/10/26/what-to-do-about-your-local-library-putting-porn-on-kids-shelves/