Tras el horrible crimen, la familia se enteró de que José* había cambiado su sexo legal en un aparente intento de evitar penas más severas por violencia de género.
El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha confirmado que el ataque se produjo en San Sebastián a primera hora de la mañana del sábado. José amenazó con hacer daño a sus hijas, una de ellas un bebé, antes de hacerse con un cuchillo de cocina “de dimensiones considerables” e intentar golpear a su mujer.
Afortunadamente, la mujer logró localizar un espray de pimienta que había en la casa y lo utilizó para defenderse y para proteger a la bebé rociando a José con gas pimienta en la cara. Agarró a la bebé y salió corriendo, no sin antes tomar como rehén a la otra niña.
Tras huir a la prisión de Martutene, situada muy cerca de su domicilio, la mujer contó a los agentes apostados en el exterior lo ocurrido. Inmediatamente, un grupo de la Ertzaintza (policía autonómica del País Vasco) se desplazó hasta el domicilio donde se había atrincherado el hombre junto a su hija mayor.
Los agentes lograron acceder a la vivienda y, tras comprobar que la niña estaba con vida, detuvieron a José como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Tras ser llevado a disposición de un juez, José, quien se encontraba de licencia médica en su trabajo en la fuerza policial al momento del crimen, fue puesto en libertad con medidas cautelares y con la obligación de comparecer cuando sea requerido por la autoridad judicial.
Según El Correo, José solicitó ser tratado según los protocolos establecidos para la detención de mujeres, revelando que había cambiado su marcador de sexo a “mujer” el pasado mes de noviembre sin que su familia o amigos lo supieran. Aunque no había cambiado su nombre ni su apariencia, José figura como “mujer” en el Registro Civil.
Aunque no está confirmado, hay algunas especulaciones de que José cambió su sexo legal para evitar ciertas sanciones por la violencia doméstica a la que había sometido durante mucho tiempo a su esposa y sus hijas.
En España, los hombres que atacan o asesinan a mujeres pueden ser acusados de “violencia de género”, un delito específico que surgió en España para abordar la abrumadora lucha del país contra el feminicidio y la violencia doméstica. El delito reconoce una diferencia de fuerza entre hombres y mujeres y da derecho a las víctimas femeninas a ciertos recursos, como la presentación de procedimientos de separación, la custodia u otros factores.
Como José había cambiado su género legal antes de cometer el delito, la única opción que quedaba era acusarlo de violencia doméstica, una categoría más amplia de agresión a la pareja. Tanto la violencia de género como la violencia doméstica son asuntos penales similares, pero la última elimina la distinción en función de la fuerza.
La Fiscalía investiga actualmente el caso y podría pedir al tribunal común que remita el caso de José a un tribunal especializado, pero para ello tiene que argumentar que se produjo un cambio fraudulento de registro de sexo y, en tal caso, pedir su nulidad.
Uno de los factores a los que podría aludir la Fiscalía para probar que José realizó un cambio fraudulento es que no cambió su apariencia ni su nombre, y ocultó el cambio a su entorno.
Este es el segundo caso en el último mes de agosto en el que un hombre en España cambió su marcador de género en un aparente intento de evitar penas más severas por delitos contra las mujeres.
El 14 de agosto, una víctima de violencia doméstica en Redondela, España, se sorprendió al enterarse de que su pareja abusiva había cambiado su sexo legal, lo que lo protegía de ciertos cargos asociados con la violencia masculina contra las mujeres. La historia salió a la luz por primera vez a fines de julio, en la pequeña ciudad de Redondela, una comunidad en el noroeste.
Cuando los agentes llegaron para detener al hombre por haber agredido a su esposa, éste se jactó de que “ahora era una mujer” y les mostró sus documentos de identidad para demostrarlo. No había cambiado su nombre legal ni su apariencia de ninguna manera.
Casos similares han surgido continuamente en los últimos dos años a medida que aumentan las preocupaciones sobre el “fraude trans” en todo el país, que consiste en hombres que cambian su marcador de sexo en el registro simplemente para obtener beneficios legales o profesionales.
El “fraude trans” parece tener su origen en los recientes cambios en la legislación española, que relajaron significativamente las normas sobre la obtención de cambios en los documentos legales. En febrero de 2023, el gobierno español promulgó lo que se conoce coloquialmente como la “Ley Trans”, que instituyó una política de “no hacer preguntas” para quienes declararan ser transgénero. La ley facilitó a las personas cambiar su nombre y sexo legal, acelerando el proceso para los solicitantes y eliminando cualquier requisito médico o de diagnóstico.
Desde la institución de la ley, España ha visto una explosión de hombres que cambian su sexo legal manteniendo su nombre y apariencia “masculinos”.
Fuente: Reduxx.info