
Guwahati, India. 29 March 2024. Christian devotees takes part in a perform to re-enactment of the crucifixion of Jesus Christ during a procession on Good Friday, on March 29, 2024 in Guwahati, Assam, India. Good Friday is a Christian holiday commemorating the crucifixion of Jesus Christ and his death at Calvary.
En un documento entregado a monseñor Richard Paul Gallagher, el grupo denunció que en 2024 se registraron 834 casos de violencia contra cristianos, una cifra mayor a los 734 de 2023 y muy por encima de los 127 de 2014, cuando Narendra Modi asumió como primer ministro. Esta tendencia muestra un claro empeoramiento de la situación de los cristianos, especialmente en un país donde el partido nacionalista hindú BJP gobierna en muchos estados con una ideología que busca eliminar las religiones que no sean el hinduismo.
El informe también advierte que muchas agresiones se producen por acusaciones de “conversiones fraudulentas”, que han llevado al arresto de cientos de cristianos, muchas veces sin pruebas reales. Los estados de Uttar Pradesh y Chhattisgarh, ambos gobernados por el BJP, fueron los más afectados en 2024, con 209 y 165 casos respectivamente. Esto muestra que las zonas controladas por el nacionalismo hindú son especialmente hostiles hacia los cristianos.
En Odisha, otro estado que recientemente pasó a estar bajo control del BJP, también se han reportado hechos graves, como la exhumación de cadáveres cristianos para forzarlos a rituales de “reconversión” a lhinduismo, o la prohibición de enterrar a cristianos fallecidos en algunas regiones tribales.
En la diócesis de Sambalpur, dos sacerdotes ancianos fueron brutalmente atacados, atados y amenazados de muerte si continuaban con su labor misionera. Estos hechos muestran el creciente rechazo hacia los cristianos, a quienes muchos nacionalistas hindúes ven como una amenaza para la identidad cultural del país.
Un caso especialmente grave ocurrió el 21 de junio de 2025 en la aldea de Kotamateru, en el distrito de Malkangiri. Allí, 31 cristianos resultaron heridos y muchos más fueron expulsados del pueblo. Esto generó fuertes protestas de parte de la comunidad cristiana, que pidió al gobierno que actuara contra los responsables de los ataques. Sin embargo, las autoridades no han tomado medidas claras, lo que alimenta la sensación de impunidad.
Este aumento de ataques ocurre en un contexto político complicado. Muchas de las reformas impulsadas por el gobierno de Narendra Modi han sido criticadas por favorecer al nacionalismo hindú, y los cristianos, que son una minoría muy pequeña en la India, se sienten cada vez más excluidos. En nombre de proteger la cultura india, se están violando derechos fundamentales, y la falta de acción tanto del gobierno como de la comunidad internacional, incluido el Vaticano, solo empeora la situación.
Aprovechando la visita del representante de la diplomacia vaticana, monseñor Richard Paul Gallagher, a la India del 13 al 19 de julio, el United Christian Forum decidió hacer oír su reclamo. Gallagher participó en las celebraciones en honor a Mar Ivanios el 15 de julio en Trivandrum y visitó el seminario mayor siro-malankara St. Mary’s para inaugurar su nuevo instituto de teología.
«Nos reunimos hoy con espíritu de unidad, fe y gratitud», dijo monseñor Gallagher, destacando que este día quedará marcado en la historia de esa Iglesia. Actualmente, hay unos 23 millones de católicos en la India —menos del 2% de la población— repartidos entre los ritos latino, siro-malabar y siro-malankara.
Gallagher también estuvo en el seminario jesuita Vidyajyoti en Nueva Delhi, donde celebró misa y conversó con los estudiantes. El rector del seminario, padre Rajkumar Joseph, no quiso dar detalles y calificó la visita como “privada” en una declaración a Catholic News Agency. Esta reserva fue mal recibida por algunos fieles, que esperaban una postura más clara frente a la persecución.
El padre jesuita Cedric Prakash expresó su decepción por lo que llamó una “política ambigua” del Vaticano. Según él, la Santa Sede debería haber abordado directamente con el gobierno indio los ataques contra los cristianos.
Aunque la diplomacia del Vaticano suele actuar con cautela y a largo plazo, muchos católicos en la India esperan señales más firmes del Papa León XIV. Temen que, sin gestos concretos, su situación siga empeorando.