Luego de las peleas políticas con padres y conservadores, Disney se esfuerza por recuperar la imagen positiva ante el público general; para ello recurrió a despedir al director ejecutivo Bob Chapek y darle la bienvenida al ex director ejecutivo Bob Iger. El sorpresivo movimiento para reincorporar a Iger, de 71 años, después de dos años del reinado de Chapek, se sigue a raíz de un informe de ganancias trimestrales que puso en alerta a los inversionistas. Sin embargo, es lógico que Disney tendrá que hacer más que despedir a su director ejecutivo para recuperar la confianza de los padres desanimados por la orientación ideológica que la empresa pretende introducir en los niños.
Tal como informa The Federalist, “Durante noviembre Disney registró ganancias e ingresos por debajo de las proyecciones para su cuarto trimestre fiscal, lo que provocó que las acciones alcanzaran un nuevo mínimo de 52 semanas. Si bien la compañía trató de enfatizar el crecimiento en su plataforma de transmisión, Disney Plus, CNBC señaló que «los servicios de transmisión de Disney perdieron $ 1.47 mil millones el último trimestre, más del doble de la pérdida de la unidad respecto al año anterior». Más tarde esa semana, un memorando de Chapek reveló planes para congelar las contrataciones y despidos. Las acciones de Disney cayeron un 40 por ciento solo este año y se redujeron en casi un tercio bajo Chapek”.
Desde la inclusión de agendas sexuales en contenido para menores, hasta su posición pública en favorecer el aborto procurado en sus empleadas, todo esto hizo que los padres de bien dejaran de consumir el contenido que provenía de tan lamentable empresa. Quizás esto sirva para demostrar que las familias tienen más poder del que creen; ahora es cuestión de hacerlo valer en pos de salvaguardar a los niños.