Benjamin Netanyahu introdujo en mayo nuevas condiciones que complicaron las negociaciones destinadas a liberar a los rehenes y suspender los combates en la Franja de Gaza, según funcionarios estadounidenses y extranjeros.
El New York Times fue el primero en informar sobre las estipulaciones adicionales de Netanyahu, citando documentos internos del gobierno israelí que describen la posición negociadora del país.
Las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, mediadas por EEUU, Qatar y Egipto, se centraron en una propuesta de alto el fuego que detendría temporalmente el conflicto y garantizaría la liberación de los rehenes retenidos por Hamás y de los palestinos detenidos por Israel.
Pero Netanyahu añadió nuevas condiciones: que las fuerzas israelíes mantengan el control de la frontera sur de Gaza con Egipto y que se impongan más restricciones a los palestinos que quieran regresar a sus hogares en el enclave, según funcionarios estadounidenses y extranjeros.
Las conversaciones para un alto el fuego, en las que Israel estuvo representada por el jefe de su servicio de inteligencia y otros funcionarios, habían avanzado hacia un acuerdo, pero cuando los lineamientos de un posible acuerdo se llevaron a Jerusalén, “Netanyahu entonces cambió los parámetros y propuso nuevas condiciones”, dijo un funcionario de Oriente Medio a NBC News.
La oficina de Netanyahu dijo el 13 de agosto que los informes de que Israel había agregado nuevas condiciones a la propuesta son “falsos” y que una carta suya del mes pasado “no introduce condiciones adicionales y ciertamente no contradice ni socava la propuesta del 27 de mayo”.
Un representante de Hamás en Líbano dijo el 6 de agosto a Sky News, la emisora británica asociada a NBC News, que el grupo no participaría en las negociaciones previstas en Oriente Medio. “Netanyahu no está interesado en alcanzar un acuerdo que ponga fin a la agresión por completo”, dijo el representante. “Sino que está engañando y evadiendo y quiere prolongar la guerra e incluso expandirla a nivel regional”.
Israel envió una delegación a las negociaciones el jueves pasado, que se extendieron al viernes y planean continuar a finales de esta semana, aunque las complicaciones nuevamente son evidentes y se hace visible la imposibilidad de llegar a un acuerdo.
Netanyahu ha declarado públicamente durante más de un mes que no tiene intención de comprometer la seguridad israelí a lo largo de la frontera entre Egipto y Gaza, también conocida como el Corredor Filadelfia.
Hablando en una ceremonia de graduación de las Fuerzas de Defensa de Israel el mes pasado, Netanyahu dijo que cualquier acuerdo debe impedir “el regreso de terroristas armados y la entrada de armas al norte de la Franja [de Gaza]”.
Los críticos en Israel, incluidas las familias de los rehenes, han acusado a Netanyahu de no priorizar un acuerdo que detendría los combates y traería a los rehenes israelíes de regreso a casa.
Dicen que ha estado tratando de apaciguar a los miembros del ala sionista más dura de su coalición gobernante que han amenazado con retirar su apoyo a su gobierno si se llega a un acuerdo de alto el fuego.
La guerra en Gaza entre Israel y Hamás se desató a raíz del ataque terrorista de Hamás en Israel el 7 de octubre, en el que murieron 1.200 personas, la mayoría civiles. Unos 40.000 palestinos han muerto en Gaza desde que Israel lanzó su operación militar de represalia en el enclave, según las autoridades sanitarias locales.
En una declaración del 11 de agosto, Hamas dijo que Israel había añadido nuevas condiciones a una propuesta anterior que revelaba su intención de continuar su “agresión” en Gaza y sabotear un posible acuerdo de alto el fuego.
El grupo sugirió que los mediadores internacionales presenten un plan para implementar lo acordado el mes pasado, el 2 julio, en lugar de pasar por más rondas de negociaciones o nuevas propuestas.
Aunque EEUU, junto con Qatar y Egipto, hicieron un llamamiento a ambas partes para que volvieran a la mesa de negociaciones la semana pasada, un alto funcionario de la administración Biden reconoció que se necesita un gran progreso antes de que ambas partes acuerden un alto el fuego.
El 18 de agosto, Hamás afirmó en un comunicado: “Netanyahu sigue poniendo obstáculos a un acuerdo y establece nuevas condiciones y exigencias para socavar los esfuerzos de mediación y prolongar la guerra. La nueva propuesta cumple con las condiciones de Netanyahu, especialmente en su negativa a un alto el fuego permanente, su negativa a una retirada total, y su insistencia en una “ocupación” del corredor Netzerim, del corredor Filadelfia, y el cruce Rafah”.
Esto se suma a establecerse nuevas condiciones en cuanto al intercambio de prisioneros y la retirada de otros tramos de las negociaciones, que impide llegar a un acuerdo. Consideran a Netanyahu pleno responsable del fracaso de los esfuerzos de los mediadores.
Hamás afirma que están comprometidos con la propuesta que acordaron el 2 de julio, que se basa en la propuesta de Biden (que permitiría que las negociaciones logren su objetivo de un fin permanente a la guerra a través de la primera fase de seis semanas del alto el fuego, en lugar de exigirlo como punto de partida) y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
En aquéllos primeros días de julio, el último resurgimiento de la esperanza de un acuerdo se produjo después de que Hamás presentara su respuesta a la propuesta de tres fases que Biden presentó hace varias semanas.
La clave de esa formulación fue postergar lo que durante mucho tiempo pareció ser el principal obstáculo para que cualquiera de las partes aceptara un acuerdo: la demanda de Hamás de que debe haber un cese del fuego permanente y la contrademanda de Israel de que debe tener la libertad de reanudar los combates en Gaza si fuera necesario.
Netanyahu en ningún momento ha cedido personalmente ni un ápice en su compromiso público con la erradicación total de Hamás y con el derecho de Israel a seguir combatiendo en Gaza después de cualquier cese del fuego.
El acuerdo para poner fin a los combates en Gaza hoy está al borde del colapso y no hay un acuerdo alternativo claro e inmediato que pueda proponerse en su lugar, según dos funcionarios estadounidenses y dos israelíes que informaron al medio Politico.
Un alto funcionario de la administración estadounidense: las posiciones maximalistas expresadas hoy (20 de agosto) por el Primer Ministro Netanyahu no ayudan a las negociaciones sobre el acuerdo de rehenes, informó el medio Axios.
Las conversaciones también podrían verse trastocadas por la promesa de Irán de atacar a Israel tras el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán el 31 de julio. Haniyeh lideraba las negociaciones de Israel con Hamás en ese momento.
Irán ha acusado a Israel de orquestar el asesinato de Haniyeh, quien murió en una explosión de bomba durante una visita a Teherán para la toma de posesión del nuevo presidente de Irán.