Después de demandar a la compañía por discriminación religiosa contra su fe católica, Domski recibió una indemnización significativa por parte de un jurado federal en Detroit, según Associated Press.
El fallo incluyó U$S 10 millones en daños punitivos contra Blue Cross Blue Shield of Michigan, así como 1,7 millones de dólares en salarios perdidos y U$S 1 millón en daños no económicos.
Su abogado, Jon Marko, señaló que durante la llamada pandemia, Domski siempre trabajó de forma remota. Incluso antes de que estallara el virus, la gran mayoría de su trabajo se realizaba de forma remota.
“Nuestros antepasados lucharon y murieron por la libertad de cada estadounidense de practicar su propia religión. Ni el gobierno ni una corporación tienen derecho a obligar a un individuo a elegir entre su carrera y su conciencia”, dijo Marko en un comunicado después de que se confirmara el veredicto.
“Lisa se negó a renunciar a su fe y sus creencias y fue despedida injustamente del único trabajo que había conocido”, continuó.
“El veredicto del jurado de hoy le dice a BCBSM que la discriminación religiosa no tiene cabida en EEUU y afirma el derecho de cada persona a la libertad religiosa”.
Mientras tanto, Blue Cross Blue Shield de Michigan buscó defender sus acciones y se negó a disculparse por su discriminación.
La compañía dijo en un comunicado:
Durante la pandemia, Blue Cross Blue Shield of Michigan, junto con sus empleados, trabajó para promover la salud y la seguridad de nuestros colegas, partes interesadas y comunidades.
Como parte de ese trabajo compartido, en octubre de 2021, Blue Cross y sus subsidiarias promulgaron una política de vacunación que exige que todos sus empleados estén completamente vacunados contra el COVID-19 u obtengan una adaptación religiosa o médica.
Al implementar la política de vacunación, Blue Cross diseñó un proceso de adaptación que cumplía con las leyes estatales y federales y respetaba las creencias religiosas sinceras de sus empleados.
Si bien Blue Cross respeta el proceso del jurado y agradece a los jurados individuales por su servicio, estamos decepcionados con el veredicto.
La compañía agregó que ahora está “revisando sus opciones legales y determinará su camino a seguir en los próximos días”.
Un número incontable de estadounidenses perdieron sus empleos y medios de vida durante la pandemia mientras las autoridades demócratas intentaban imponer la vacuna en nombre de grandes compañías farmacéuticas como Pfizer y Moderna.
Con el pronto regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, se puede esperar que haya más justicia para aquellos que fueron discriminados por sus decisiones personales.