El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) muestra una nueva tendencia en la inmunización infantil. Según datos de 2023, el 84% de los niños a nivel mundial han sido vacunados contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, lo que representa un ligero descenso respecto al nivel pre-COVID de 2019.
El informe destaca que el número de niños que no recibieron una sola dosis de la triple vacuna aumentó de 12,8 millones a 14,5 millones. El aumento puede atribuirse a varios factores, incluidas las interrupciones en los programas de vacunación durante la pandemia y la propagación del escepticismo sobre las vacunas.
Según la experta de la OMS Katherine O’Brian, el aumento de los movimientos antivacunas también es un problema grave. A causa de la pandemia ha aumentado el número de antivacunas afirma, lo que, según ella, ha provocado la muerte de niños. O’Brian también señaló el fenómeno de que las personas que viven en Europa con antecedentes migratorios también están difundiendo en sus países de origen las opiniones antivacunas que se ven en los países más ricos.
El éxito de la inmunización depende de muchos otros factores. Según el experto de UNICEF, Ephrem Lemango, la falta de confianza en las instituciones de salud y el acceso limitado a las vacunas en los países más pobres también son obstáculos importantes.
El informe también menciona que más de la mitad de los niños no vacunados viven en zonas de guerra y en condiciones inestables, lo que agrava aún más la situación y dificulta la implementación de programas de vacunación.
En los últimos cinco años se han registrado brotes de sarampión en más de cien países, lo que el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, consideró como un claro indicio de deficiencias en la inmunización.