From left; Rev. Michael J.K. Fuller, Archbishop Timothy Broglio and Archbishop William Lori of Baltimore conduct the United States Conference of Catholic Bishops plenary assembly in Baltimore, Tuesday, Nov. 11, 2025. (AP Photo/Stephanie Scarbrough)
La votación aprobó las modificaciones a las directivas de la Iglesia sobre atención médica, poniendo fin a años de debate sobre cómo las instituciones católicas deben abordar los tratamientos relacionados con el género. Las nuevas normas afectan a miles de hospitales y centros de salud en todo el país, muchos de los cuales ya no ofrecen atención relacionada con la transición, como terapia hormonal, cirugías o intervenciones psicológicas.
El obispo Robert Barron, de la diócesis de Winona-Rochester en Minnesota, declaró durante la reunión: «Con respecto a la ideología de género, creo que es muy importante que la Iglesia se pronuncie con firmeza al respecto». La Asociación Católica de Salud (CHA), que representa a numerosos hospitales católicos, agradeció a los obispos por incorporar sus comentarios y afirmó que los profesionales sanitarios católicos seguirán tratando a los pacientes transgénero «con dignidad y respeto, de acuerdo con la doctrina social católica».
Las directivas revisadas son coherentes con las directrices previas del Vaticano y con una nota doctrinal de 2023 titulada «Límites morales a la manipulación tecnológica del cuerpo humano». Dicho documento instruye a los profesionales sanitarios católicos a no realizar intervenciones médicas destinadas a alterar las características sexuales de una persona. Los hospitales católicos atienden a más de 1 de cada 7 pacientes en EEUU, según la CHA, y en algunas regiones son los únicos centros médicos disponibles.
La decisión se produce en un contexto de debates a nivel nacional sobre los procedimientos de transición de género. Algunas investigaciones, incluidos análisis a gran escala publicados en los últimos años, sugieren que las intervenciones quirúrgicas y hormonales no mejoran de forma fiable la salud mental a largo plazo de las personas que se identifican como transgénero. Otros estudios, como los publicados en revistas médicas como JAMA Surgery, presentan resultados más dispares, y algunos no muestran una reducción significativa de la ideación suicida ni de la depresión tras la cirugía.
Este cambio de política se produce en medio de una intensa batalla política y legal sobre la atención médica relacionada con el género. A principios de este año, la Fiscal General de New York, Letitia James, recordó a los hospitales de su estado que la negativa a prestar servicios por motivos de identidad de género infringe las leyes antidiscriminación. Su carta se produjo tras una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que instruía a las agencias federales a dejar de financiar «la transición de un menor de un sexo a otro». Posteriormente, varios hospitales suspendieron los tratamientos de transición para jóvenes, incluidos los bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal.
Líderes religiosos progresistas de otras denominaciones cristianas y de otras religiones han emitido declaraciones en apoyo a las personas transgénero, afirmando que sus tradiciones reconocen todo el espectro de identidades de género.




