Con un gobierno socialdemócrata débil y entregado a los dictados del poder desde EEUU, incapaz de señalar a los culpables del atentado al NordStream, la falta de mano de obra ante la disminución de las tasas de natalidad, entre otros factores, nos muestran cómo Alemania empieza a sentir el golpe de debilitamiento económico. Mientras la sociedad alemana comienza a buscar el cambio en la oposición del partido de derecha, ‘Alternativa para Alemania’.
El número de insolvencias corporativas en Alemania fue un 23,8% más alto en julio de 2023 que en el mismo mes de 2022. Las insolvencias han aumentado constantemente desde agosto de 2022.
Además, el número de grandes empresas que anunciaron su cierre en el primer semestre de 2023 también ha aumentado un 12,4% respecto al año anterior.
El aumento de las insolvencias es solo el último de muchos indicadores de que la situación de la economía alemana se ve cada vez más sombría. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Alemania es la única economía importante donde se espera que el PIB se contraiga en 2023, mientras que la inflación se mantiene alta en 6,2%.
El lunes, la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania anunció que la producción de la industria se desplomó un 1,5% en junio en comparación con mayo, lo que generó más preocupación entre los analistas sobre la condición de la economía alemana.
Los observadores ya han establecido paralelismos con principios de la década de 2000, cuando se hacía referencia al país como el «hombre enfermo de Europa» debido a su lento desempeño económico.
“Si el gobierno no toma medidas decisivas, es probable que Alemania permanezca en la parte inferior de la tabla de crecimiento en la zona del euro”, dijo a Reuters Ralph Solveen, economista de Commerzbank.
Alemania se ha visto especialmente afectada por la guerra en Ucrania debido a su alta dependencia de las importaciones energéticas rusas. Sin embargo, también hay razones estructurales para su recesión económica, especialmente su excesiva dependencia de las exportaciones, la falta de inversiones y la escasez de mano de obra.
El gobierno alemán, sin embargo, trató de mostrar confianza en la economía alemana y minimizar los temores de una crisis económica inminente, y el ministro de economía, Robert Habeck, apostó por las inversiones privadas para salvar el día.
“Actualmente, unas dos docenas de empresas están planeando grandes inversiones en Alemania, con un volumen de inversión total de alrededor de 80.000 millones de euros”, dijo a Funke Media Group en una entrevista el martes.
Sin embargo, Alemania no es el único país de la UE que actualmente lucha contra la insolvencia. En Francia, el número de quiebras de empresas aumentó un 35% en el segundo trimestre de este año en comparación con el mismo período del año pasado, poniendo en riesgo de desaparecer 55.000 puestos de trabajo.