
El presidente estadounidense, Trump, teme que el Netanyahu pueda actuar unilateralmente y atacar a Irán sin la coordinación estadounidense. En una llamada de la semana pasada entre ambos líderes, Trump dejó claro que busca una solución diplomática con Irán y cree que puede llegar a un acuerdo para evitar que Teherán adquiera armas nucleares.
Irán, en respuesta, ha lanzado una oleada de amenazas. El portavoz del CGRI, Alimohammad Naini, advirtió: «Si el delirante régimen sionista se atreve a cometer un acto de agresión insensato, recibirá una respuesta devastadora y decisiva en su propio y pequeño territorio». El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, se burló de las amenazas israelíes, calificándolas de «ridículas» y advirtió que, si Israel ataca, «consideraremos a EEUU un socio, ya sea que esté directamente involucrado o no». También enfatizó que Israel es incapaz de actuar regionalmente sin el respaldo de EEUU.
Los líderes militares iraníes se hicieron eco de las amenazas. El Jefe del Estado Mayor, Mohammad Bagheri, declaró que «cualquier incursión estadounidense en la región conducirá a un destino similar al de Afganistán y Vietnam». El Comandante en Jefe, Abdolrahim Mousavi, declaró que Irán está plenamente preparado para afrontar otra «Promesa Verdadera» y que dará una «respuesta decisiva y justificada» si se le provoca.
Las negociaciones nucleares también se encuentran al borde del abismo. Según dos fuentes iraníes citadas por CNN, es improbable que las conversaciones prosperen, ya que EEUU exige que Irán desmantele su programa de enriquecimiento de uranio, una exigencia que Teherán rechaza. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmail Baghaei, afirmó que Irán está dispuesto a llegar a un acuerdo, pero que el enriquecimiento de uranio es «no negociable». Añadió: «Si la intención es garantizar que el programa nuclear no se convierta en arma, podemos cooperar. Pero si el objetivo es privar a los iraníes de energía nuclear con fines pacíficos, eso es muy problemático».
En una carta formal al Secretario general de la ONU, António Guterres, Araghchi lanzó una advertencia directa: «Cualquier ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán se considerará una intervención estadounidense». Enfatizó que la respuesta de Irán será «contundente y proporcionada», y que Teherán «no se detendrá ante nada para proteger sus intereses y a su pueblo».
Según informes, avanzan las negociaciones para la liberación de la investigadora israelí-rusa Elizabeth Tsurkov, quien se encuentra cautiva en Irak. Según el medio iraquí Al-Rabiaa, el acuerdo propuesto implica la liberación de siete detenidos por Irak a cambio: un ciudadano iraní y seis personas acusadas de atentar contra intereses estadounidenses.
Fuentes informaron a Amjad Media que entre los seis individuos se encuentran miembros de Hezbollah, en particular Imad Amhaz, un oficial naval libanés capturado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en una operación especial en noviembre y que se cree que está vinculado a Hezbollah. El prisionero iraní que se espera sea liberado es Mohammadreza Nouri, miembro de la Fuerza Quds del CGRI, condenado a cadena perpetua en septiembre de 2023 por planear el asesinato del ciudadano estadounidense Stephen Troell en Bagdad en 2022. Según informes, dicho ataque fue en represalia por el asesinato a manos de EEUU del comandante del CGRI Qassem Soleimani y del líder de las Fuerzas Populares de Liberación (FMP), Abu Mahdi al-Muhandis, en 2020.