En un ataque directo al cristianismo, este día 21/12, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide la suspensión de la Navidad. También ha confirmado que las personas vacunadas contra el covid o aquellas que se infectaron en el pasado pueden contraer la variante ómicron, cuya propagación dicen se acelera en el mundo.
En una conferencia de prensa para la prensa internacional en Ginebra, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la información que se está analizando sobre ómicron indica que esta variante circula de forma más rápida que las anteriores y que «es probable que los vacunados y los que se han curado de covid se infecten o reinfecten».
Tedros llamó a todos a una toma de conciencia frente a esta situación a escasos días de las festividades de fin de año, señalando que es mejor cancelar las celebraciones ahora «y celebrar la vida mañana» que «celebrar hoy y estar de luto mañana».
«Esto es muy serio y estamos muy preocupados (por ómicron)», recalcó Tedros, quien agregó que los reportes que indicarían que esta variante causa una enfermedad más moderada que delta (la variante predominante en todo el mundo) podrían no ser representativos. Por ello, pidió a los gobierno ejercer máxima precaución en las próximas semanas y evitar eventos con presencia de mucha gente y que se podrían convertir en superpropagadores del virus.
No debe de extrañar que semejante ataque directo llegue precisamente un 21/12/21 y teniendo en cuenta que a esta instancia de restricción y pedido no se había llegado en la Navidad del año 2020. Esto se debe sumar al discurso que dará Joe Biden, que promete ser severo y un ataque a los no inoculados.
Curioso resulta ver en una parte de la película Omicron (1964), donde se encuentran reunidos unos personajes que toman decisiones tiránicas y uno de los puntos dice «Punto primero: abolición de las fiestas».
Es cuestión de entender la lucha que existe entre el bien y el mal, y el mal, se vale de todo para llevar a cabo sus objetivos.