
Sin embargo, en el contexto del próximo Jubileo 2025, se observa una contradicción alarmante porque mientras que el Vaticano ha eliminado la referencia a la peregrinación de la Fraternidad de San Pío X (FSSPX), fiel a la doctrina bimilenaria de la Iglesia y la Roma eterna, aunque en situación canónica irregular, continúa promoviendo oficialmente en su sitio web[1] la peregrinación de grupos pro-LGBTQ como La Tenda di Gionata y Outreach, los cuales desafían abiertamente la enseñanza moral católica. Según informa Life Site News: “Outreach, un grupo pro-LGBTQ fundado por el padre disidente James Martin, SJ, se unirá a los peregrinos en los eventos del Jubileo, según el sitio web de la organización. Según el sitio web de Outreach, estos eventos «son parte oficial de las celebraciones del Jubileo«”[2].
El sitio oficial del Jubileo mantiene en su calendario la peregrinación de grupos que, bajo la bandera del arcoíris, reinterpretan las Sagradas Escrituras para justificar conductas que la Iglesia, en continuidad con la Revelación divina, ha calificado siempre como intrínsecamente desordenadas (Catecismo de la Iglesia Católica, n° 2357). Más aún, los eventos organizados por La Tenda di Gionata incluyen la presentación de una “cruz arcoíris” en una vigilia de oración, gesto que constituye un grave abuso simbólico, pues trivializa el signo redentor de la Pasión de Cristo al fundirlo con un emblema ideológico contrario a la moral católica[3].
Por contraste, la peregrinación de la FSSPX, cuya única “falta” es mantener una fidelidad estricta a la Misa tradicional y a la doctrina católica de siempre, fue eliminada del mismo calendario. Ello constituye un claro signo de exclusión institucional hacia un grupo que, aun en su irregularidad canónica, se esfuerza por conservar la integridad de la fe.
La declaración del arzobispo Rino Fisichella, según la cual “incluimos a todos aquellos que nos piden experimentar la fe”, refleja una noción de “inclusividad indiscriminada” que olvida que la Iglesia no es simplemente un espacio de diálogo cultural, sino el Cuerpo Místico de Cristo encargado de custodiar la verdad revelada. La inclusión no puede realizarse a costa de traicionar la enseñanza perenne ya que, de lo contrario, el Jubileo corre el riesgo de convertirse en un espectáculo de pluralismo religioso donde todo tiene cabida, salvo la tradición católica. Se trata de un nuevo “irenismo”, condenado ya por Pío XII en la encíclica Humani Generis (1950), que denunciaba la tentación de diluir la doctrina para adaptarse a los tiempos.
La aceptación tácita de la agenda pro-LGBTQ en un evento oficial de la Iglesia universal representa un escándalo en sentido teológico porque, según entienden muchos expositores conservadores, conduce a los fieles al error al presentar como legítimo aquello que es contrario a la ley divina. Tal postura erosiona la credibilidad de la autoridad eclesial y siembra confusión en las almas. Por otro lado, la marginación de la FSSPX, en lugar de tender puentes hacia su regularización canónica, confirma la percepción de que el Vaticano actual prioriza la corrección política sobre la ortodoxia. Resulta paradójico que se condene con dureza a quienes buscan conservar la tradición mientras se otorga espacio privilegiado a quienes la subvierten desde dentro.
La Sagrada Escritura y el Magisterio son claros respecto a que las relaciones homosexuales son gravemente contrarias a la ley natural y nunca pueden recibir bendición alguna. Promoverlas en un contexto eclesial es un acto de apostasía práctica; por el contrario, el deber del católico es mantener la fidelidad a la enseñanza de Cristo y de la Iglesia de todos los tiempos. Por ello es que se ve que el Jubileo 2025 se perfila como un signo de estos tiempos donde la Iglesia institucional, en nombre de la inclusión, legitima públicamente movimientos que contradicen su propia doctrina moral, mientras rechaza dar visibilidad a quienes, como la FSSPX, se aferran a la fe transmitida por generaciones. Este doble estándar constituye una confusión en la misión de la Iglesia, que no consiste en agradar al mundo, sino en proclamar la verdad de Cristo. La única respuesta coherente para los católicos tradicionales es reafirmar la enseñanza inmutable de la Iglesia y denunciar con caridad, pero con firmeza, toda forma de complicidad con el error.
[1] Recuperado en: https://www.iubilaeum2025.va/en/pellegrinaggio/calendario-giubileo/pellegrinaggi/pellegrinaggio-associazione-tenda-gionata-altre-associazioni.html
[2] Recuperado en: https://www.lifesitenews.com/news/vatican-recognizes-pilgrimage-by-lgbt-group-but-not-sspx-on-jubilee-website/?utm_source=featured-news&utm_campaign=usa
[3] Recuperado en: https://www.gionata.org/la-tenda-di-gionata-chi-siamo/