Para llevar adelante esta tarea se nombró a la vicepresidente Kamala Harris como “Zar de la IA” a cargo de la nueva iniciativa quien tiene el índice de aprobación más bajo de cualquier vicepresidente moderno. Tendrá a su cargo un presupuesto de 140 millones de dólares, dijo la Casa Blanca.
“La vicepresidente Harris y altos funcionarios de la administración se reunirán hoy con los directores ejecutivos de cuatro empresas estadounidenses a la vanguardia de la innovación en IA”, explicó la administración de Biden.
Harris se reunirá con Microsoft, OpenAI, Anthropic y Google para analizar cómo se pueden reducir los riesgos potenciales relacionados con la IA.
“La IA es una de las tecnologías más poderosas de nuestro tiempo, pero para aprovechar las oportunidades que presenta, primero debemos mitigar sus riesgos”, dijo la administración Biden.
El plan es lanzar siete nuevos institutos de investigación de IA, lo que elevará el número total de dichos institutos a 25 en todo EEUU. A partir de ahí, las entidades pedirán a empresas como Google, Microsoft y el creador de ChatGPT, OpenAI, que “participen en una evaluación pública de los sistemas de IA”.
“El presidente Biden ha dejado claro que cuando se trata de IA, debemos colocar a las personas y las comunidades en el centro apoyando la innovación responsable que sirva al bien público, mientras protege nuestra sociedad, seguridad y economía”, dijo la Casa Blanca.
“Es importante destacar que esto significa que las empresas tienen la responsabilidad fundamental de asegurarse de que sus productos sean seguros antes de que se implementen o se hagan públicos”, agregó la administración de Biden.
El popular chatbot ChatGPT de OpenAI, que los estudiantes ahora usan para hacer trampa en la escuela, ha provocado un debate masivo en torno a la IA, que se vuelve cada vez más avanzada, con la capacidad de producir «falsificaciones profundas», engañando a las personas para que piensen que están viendo o escuchando a personas reales.
Según los informes, el CEO de Tesla, Elon Musk, también expresó su preocupación por el hecho de que la IA se vuelva tan avanzada, que supere la inteligencia humana y comience a pensar de forma independiente: ya no escucha a los humanos e incluso se convierte en una especie sensible que odia a los humanos.
Musk fue uno de los más de 1.000 expertos en IA que firmaron una carta abierta en la que pedían una suspensión de seis meses del desarrollo de la IA mientras se consideran los riesgos.
Un ex investigador de OpenAI que trabajó en ChatGPT AI Chatbot afirmó recientemente en un podcast que si la IA alcanza el pensamiento de «nivel humano», la raza humana se acerca a «una probabilidad de 50/50 de perdición».