En su intervención ante el comité de Justicia y Derechos Humanos del Parlamento canadiense, Miller afirmó que ciertos textos del Biblia (como los de los libros del Levítico, el Deuteronomio o las epístolas paulinas como Romanos) contienen “clara” expresión de odio hacia los homosexuales, por lo que preguntó por qué el requisito de “buena fe” no puede aplicarse en esos casos[1].
Sus palabras fueron: “En Levítico, Deuteronomio, Romanos —hay otros pasajes— hay un claro odio hacia, por ejemplo, los homosexuales… No entiendo cómo se puede invocar el concepto de buena fe si alguien está citando literalmente un pasaje de, en este caso, la Biblia —hay otros textos religiosos que dicen lo mismo— y de alguna manera afirmar que eso es buena fe… Es evidente que en estos textos hay situaciones en las que estas afirmaciones son odiosas. No deberían utilizarse como defensa, y tal vez los fiscales deberían tener la potestad de decidir si presentan cargos… Simplemente quiero entender cuál es su concepto de buena fe en este contexto, donde existen pasajes en textos religiosos que son claramente odiosos”.
Desde nuestro ángulo, esto es profundamente preocupante y grave. Primero, porque la libertad religiosa y la libertad de expresión son piedras angulares de una sociedad libre tal como se ha configurado occidente, por ello, demandar que un ciudadano justifique la recitación de versículos bíblicos con la lógica del “combate al odio” es abrir la puerta a que el Estado decida qué creencias son legítimas y cuáles deben ser silenciadas. Segundo, porque no es labor del poder legislativo definir la “inmoderación” o “odio” en el contexto del ejercicio religioso, sino preservar el derecho de los ciudadanos a expresar su fe, incluso cuando esa fe difiera de los valores políticos del gobierno de turno. Al afirmar que los cristianos que leen la Biblia podrían estar incurriendo en “propaganda de odio”, Miller ya adelanta que la próxima fase del orden cultural dominante será regular lo que se puede pensar, creer y decir sobre cuestiones fundamentales de moral.
Como señala LifeSiteNews, los comentarios de Miller iban dirigidos a Derek Ross, director ejecutivo y consejero general de la Christian Legal Fellowship, quien testificó ante el comité de Miller. Ross dijo: “No estoy seguro de estar de acuerdo con esa caracterización, señor presidente, de que ciertos pasajes sean categóricamente odiosos, especialmente los de la Biblia… Si los miembros del Parlamento opinan que ciertos pasajes de la Biblia son odiosos, es algo que los canadienses deberían saber. Cuando se trata de algunas de estas cuestiones fundamentales, queremos preservar el espacio para que las personas participen en un diálogo tanto crítico con los textos religiosos como basado en ellos para buscar y discernir la verdad, sin temor a ser tachadas de blasfemas, criminales o incitadoras al odio por aquellos que consideran ofensivas sus creencias y que intentarían silenciarlas”[2].
“Me parece abominable que los parlamentarios con sede en Ottawa —o cualquier persona en puestos de poder— utilicen su voz para atacar la fe”, dijo Dan Williams, miembro de la Asamblea Legislativa de Alberta y ministro de Asuntos Municipales de la provincia. Esto refleja que el poder del parlamento, si es responsable, requiere que aquellos en funciones respeten el credo que fundamenta la sociedad occidental. Que un parlamentario plantee que ciertos versículos bíblicos deberían derivar en cargos criminales es una advertencia para los creyentes y para todos los que valoran la libertad. Un orden verdaderamente libre debe permitir que convivan visiones contrapuestas sin que el Estado tenga la última palabra en qué convicción es “apropiada”. Cualquier esfuerzo por criminalizar la expresión de creencia, aunque moleste a la sensibilidad secular-progresista, socava la base de la libertad misma y habilita en pleno la más ruin tiranía política.
[1] Fuente: https://parlvu.parl.gc.ca/Harmony/en/PowerBrowser/PowerBrowserV2/20251030/-1/43794
[2] Fuente: https://www.lifesitenews.com/news/canadian-mp-reciting-hateful-bible-verses-about-homosexuality-in-public-should-be-illegal/?utm_source=featured-news&utm_campaign=usa




