Según informa The Federalist, dos líderes evangélicos en Finlandia fueron juzgados en Helsinki el 24 de enero por declarar públicamente las enseñanzas de la Biblia sobre el sexo y el matrimonio. Paivi Rasanen, miembro del parlamento desde hace mucho tiempo, y Juhana Pohjola, en ejercicio del obispado luterano, defendieron ante los tribunales su decisión de escribir y publicar (respectivamente y en ese orden dado) material de difusión que explica las enseñanzas cristianas sobre el sexo y el matrimonio. En los argumentos iniciales del juicio, que se reanudará el 14 de febrero, los fiscales finlandeses describieron las citas de la Biblia como “discurso de odio”.
Aquí importa reflexionar sobre lo siguiente: básicamente la Biblia eventualmente será juzgada por el mundo por contener “discursos de odio”. Ciertamente esto es más que bueno para el buen cristiano; pobre de aquel creyente que crea que puede servir al mundo y a Dios simultáneamente. Lo real es que el cristiano está llamado a ser perseguido y si de repente no lo está siendo, quizás deba repasar en qué traicionó a Dios para congraciarse con una sociedad que repele por completo la Verdad (vaya ironía que el laicismo renegó de la Fe, pero se rindió a los pies del padre la mentira).
Finlandia, como caso paradigmático, esencialmente llevó a juicio la Biblia, una medida sin precedentes para un tribunal secular, dijo Paul Coleman, un abogado de derechos humanos de Alliance Defending Freedom International que está ayudando en la defensa legal de los finlandeses y estuvo presente durante el juicio días pasados. “El fiscal comenzó el día tratando de explicar que este caso no se trataba de creencias y la Biblia. Luego, y no estoy bromeando, procedió a citar versículos de la Biblia del Antiguo Testamento”, dijo Coleman en una entrevista telefónica con The Federalist después de que concluyó el juicio ese día. “Los abogados litigantes, los abogados litigantes finlandeses que han entrado y salido de los tribunales todos los días durante años, dijeron que no creían que la Biblia se hubiera leído nunca así en un juicio”.
En relación al juicio llevado en Finlandia contra los que predican la biblia, dijo el abogado Coleman quien interviene en tal causa: “La mayor parte del día fue sobre el papel de la Biblia en la sociedad… El fiscal en más de una ocasión cuestionó si en Finlandia seguimos la ley finlandesa o la Biblia, como si estas cosas fueran tan intrínsecamente contradictorias que tienes que elegir una”.
Tal como se observa, esa es la verdadera causa del secularismo, mal que le pese a muchos cristianos que luego argumentan igual que el militante promedio de izquierda (“ese no es el verdadero socialismo”). Quien sirve a Dios no puede servir al mundo y lo que el mundo propone con el secularismo es más que la tolerancia al error, es la censura abierta al cristianismo cuya Fe es incompatible con el dogma de la democracia secular modernista.
Nunca antes un tribunal occidental tuvo que decidir si citar la Biblia es un delito (salvo algún caso histórico que por error no haya sido considerado en el presente escrito). Los observadores internacionales de derechos humanos consideran que este caso es un indicador importante; es posible un aumento de la persecución estatal contra los ciudadanos por parte de los gobiernos occidentales por sus creencias.
“Yo caracterizaría el día como una Inquisición moderna o un juicio por herejía”, concluyó Coleman. “Y la herejía fue que Paivi y el obispo Juhana fueron juzgados contra la nueva ortodoxia sexual del momento”. Ciertamente esto debe ser matizado, ya que los propios evangélicos en su momento contribuyeron a esto; vale recordar que el cristianismo es la religión oficial de Finlandia, pero la iglesia oficial de Finlandia se ha distanciado repetidamente de las enseñanzas cristianas históricas y bíblicas. La iglesia oficial de Finlandia patrocinó un desfile LGBT; al publicar la crítica en un tuit con una imagen de versículos de la Biblia es que comenzó el “delito” de uno de los acusados, lo que posteriormente escaló a más publicaciones contra la agenda LGBT desde una perspectiva bíblica.
Los creyentes acusados en el juicio comentado previamente, definen el matrimonio como la unión de por vida de un hombre y una mujer exclusivamente y consideran que es dable el sexo dentro de esos límites como un bien moral.
El folleto que escribió Rasanen (uno de los acusados), llamado “Hombre y mujer creados por Dios”, también afirma las enseñanzas cristianas sobre el valor de cada vida humana para Dios además de marcar la importancia del matrimonio conforme ha sido la tradición cristiana. Los cristianos también creen en la completa igualdad humana tanto en la pecaminosidad de cada ser humano como en el perdón de Dios de cada pecado. Rasanen y Pohjola han afirmado públicamente en repetidas ocasiones que no están motivados por el odio, sino por el amor al afirmar la fe cristiana ortodoxa histórica. Sin embargo, parece que las “libertades económicas” no son suficientes para defender la libertad de culto en aquella fría nación europea.
Un dato curioso extraído del Instituto Cato: El premio nobel Douglass North ha declarado que el índice del Instituto Fraser es la mejor medida de “la eficiencia de los mercados”. La libertad económica se mide en una escala de 0 a 10, donde un valor más alto indica un mayor nivel de libertad económica. En el reporte de 2019, con información del 2017, Finlandia obtiene el puntaje 7,8/10 y está clasificada en el lugar 21 de 162 países. Esto nos indica que Finlandia es un país de libre mercado.
Parece que las libertades económicas de nada sirven a quienes desean servir a Dios antes que al dinero. Es un hecho que Webber ignoró en la obra que tantos cristianos defienden confundiendo la bendición de Dios con la prosperidad material. Hoy en Finlandia se está enjuiciando la enseñanza bíblica, dependerá de cada cristiano renunciar a su comodidad del secularismo y darse cuenta que no se puede ser tibio. Si uno quiere evitar que a su país llegue tal persecución deberá comprender que no se puede servir a dos señores, a la Verdad y al Estado.