
Palantir Technologies, la controvertida empresa de análisis de datos cofundada por Peter Thiel, se ha convertido silenciosamente en la herramienta preferida de la administración Trump para organizar y conectar datos sobre los estadounidenses en todo el gobierno federal.
Peter Thiel, quien fundó la empresa junto con Alex Karp, fue mentor del vicepresidente de Trump, JD Vance.
La empresa fue fundada en 2003 con apoyo inicial de In-Q-Tel, el fondo de inversión de la CIA. Desde su origen, se centró en inteligencia, defensa y seguridad nacional. Tiene vínculos estrechos con el complejo militar-industrial, especialmente en EEUU. Actualmente tiene un uso más amplio como un proveedor de infraestructura tecnológica crítica para la guerra moderna y la inteligencia.
Los funcionarios de Trump han invertido más de 113 millones de dólares en el software Foundry de Palantir para ayudar a agencias como Seguridad Nacional, Salud y Servicios Humanos y el IRS a fusionar sus registros.
Pero si las agencias no pueden gestionar casos básicos sin la ayuda de la IA de Palantir, se trata de un fallo del sistema, no de un avance. O bien se trata de la introducción de un Caballo de Troya del Deep State.
Además, la empresa ha colaborado con Fannie Mae para combatir el fraude hipotecario utilizando inteligencia artificial, lo que ha generado preocupaciones sobre la concentración de poder y la falta de supervisión en el uso de datos sensibles.
La Seguridad Social y el Departamento de Educación podrían ser los siguientes.
El objetivo: romper los silos entre departamentos y crear perfiles unificados que combinen todo, desde sus declaraciones de impuestos hasta sus visitas al hospital y sus préstamos estudiantiles, todo buscable en un solo lugar. Trump ve esto como una forma de agilizar la burocracia, rastrear amenazas y aumentar el control.
Sus aliados dicen que se trata de ahorrar tiempo y dinero.
Pero los críticos advierten que abre la puerta a la vigilancia masiva y al abuso de poder, especialmente con contratos que ahora incluyen el seguimiento de migrantes en tiempo real para ICE. Estas herramientas podrían ser simplemente utilizadas para reforzar políticas autoritarias y para monitorear a otros ciudadanos sin las debidas garantías legales, es decir evitándolas.
La tecnología de Palantir es poderosa, pero combinarla con un control federal centralizado es un arma de doble filo. La racionalización de datos es eficiente pero, sin garantías, se convierte en vigilancia, y con este tipo de tecnología, en vigilancia extrema. Y la aceptación de este sistema en el gobierno de Trump abre otra puerta de extremo peligro para cualquier otros próximos gobiernos que puedan desear el control total de la sociedad.
La innovación debe estar al servicio de los contribuyentes, no justificar contratos interminables para los agentes ocultos de Silicon Valley.
No complace en absoluto informar que Donald Trump está trabajando activamente con el mismo «Estado Profundo» que afirmó que «destruiría» para crear la mayor base de datos de vigilancia de estadounidenses jamás creada. Este plan está en consonancia con objetivos globalistas de la Agenda 2030 y la Cuarta Revolución Industrial del Foro Económico Mundial.
Con la creación de una “Cúpula Dorada” muchos creen que esto será para “proteger” a EEUU de un ataque externo (¿Cuándo fue la última vez que se lanzó un misil hacia EEUU?) pero la realidad es que esta cúpula parece ser una versión fiel de Skynet, similar a lo visto en las películas de Terminator. Podría ser el domo de vigilancia más grande del mundo, controlado por IA, drones, biometría y satélites Starlink que rastrearán cada uno de los movimientos civiles.
Se trata de una de las mayores expansiones tecnológicas federales en años, y está ocurriendo rápidamente.
Graves sospechas y acusaciones
Palantir ha sido acusada de proporcionar plataformas que permiten la recolección masiva de datos personales sin el consentimiento de los ciudadanos. Esto incluye:
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Monitoreo de redes sociales, movimientos bancarios, viajes y salud.
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Implementación en ciudades bajo programas de «policía predictiva».
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Colaboración con ICE para rastrear inmigrantes en EEUU, incluyendo a menores.
Se considera que Palantir promueve un modelo de «Estado de vigilancia» orwelliano en nombre de la seguridad nacional.
Desde su creación, Palantir ha trabajado con la CIA (a través de In-Q-Tel), la NSA, el FBI y otras agencias. La naturaleza exacta de estas colaboraciones rara vez se hace pública, lo que genera especulaciones sobre su rol en operaciones encubiertas y control social.
Se ha vinculado a Palantir con:
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Campañas de desinformación en redes, mediante análisis de comportamiento electoral.
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Operaciones militares en Afganistán, Irak e Israel.
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Participación en decisiones estratégicas de gobiernos mediante asesoría tecnológica, lo que desdibuja los límites entre empresas privadas y poder estatal.
“La mente de Palantir” IA como sistema de control global
Algunos teóricos creen que Palantir está desarrollando una especie de “mente colmena algorítmica”, un sistema que:
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Integra datos de todos los ciudadanos (movimientos, redes, finanzas, salud, comunicación).
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Detecta y neutraliza “riesgos” antes de que se manifiesten (al estilo Minority Report).
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Puede identificar disidentes o grupos contrarios al sistema y “suprimirlos” indirectamente.
Esta teoría se alimenta del nombre de la empresa: Palantir, los «orbes de visión lejana» del universo de Tolkien, que permitían ver y manipular a distancia, pero corrompían a quienes los usaban.
Palantir como “Estado profundo digital”
Se afirma que Palantir no responde a gobiernos, sino que forma parte del llamado «Estado profundo», funcionando como una estructura de poder paralela con acceso privilegiado a datos y capacidad de influencia en decisiones globales:
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Manipulación de elecciones.
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Influencia en guerras económicas y políticas.
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Apoyo silencioso a regímenes favorables a intereses tecnológicos/militares.
Palantir y el “Proyecto Panóptico”
Inspirada en el concepto del panóptico de Bentham/Foucault, esta teoría sugiere que Palantir quiere convertir al mundo en una prisión de datos, donde cada acción sea vigilada:
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Las personas “buenas” serán recompensadas (créditos sociales, beneficios).
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Las personas “inestables” serán reeducadas, vigiladas o marginadas.
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Se usa IA para clasificar “perfiles de riesgo” incluso antes de que una persona cometa un delito.
Esto recuerda en parte al sistema de crédito social chino, aunque en una versión más encubierta y tecnológicamente avanzada.
Aunque muchas de estas teorías pueden parecer exageradas, lo cierto es que Palantir ya opera a niveles de datos sensibles que ninguna otra empresa (excepto Google o la NSA) alcanza, tiene conexiones profundas con el poder político-militar y ha sido extremadamente opaca sobre cómo usa los datos.
Alex Karp, CEO de Palantir Technologies, ha realizado declaraciones en las que atribuye a la tecnología de su empresa un papel crucial en la prevención de ataques terroristas en Europa, sugiriendo que, de no ser por ello, el continente podría haber experimentado un resurgimiento de movimientos extremistas.
En una intervención durante la conferencia del Instituto Future Investment Initiative (FII) en Miami en febrero de 2024, Karp afirmó que su software ha impedido «innumerables ataques terroristas» en Europa. Añadió que, de no haberse evitado estos ataques, la realidad política en Occidente sería muy diferente. Utilizó la expresión «goose-stepping» (una marcha militar característica de regímenes fascistas) para ilustrar su punto, diciendo:
«La única razón por la que alguien no está marchando al estilo ‘goose-step’ entre tú y yo es mi producto. Díganme gracias».
Además, en una entrevista de 2019, Karp mencionó que se entera casi semanalmente de ataques terroristas frustrados en Europa, incluyendo aquellos planificados por extremistas de derecha contra comunidades musulmanas. Sostuvo que, de haberse concretado estos ataques, la situación política en Europa sería significativamente diferente.
El uso de Palantir en Reino Unido
La empresa tecnológica nacida en Silicon Valley también está ayudando a la policía británica a atrapar malos al convertir datos (textos, fotos e incluso ubicaciones de teléfonos) en pistas digitales.
Ya no es necesario pegar fotos como en un programa de detectives de la televisión.
Louis Mosley, jefe de Palantir en el Reino Unido, dice que sus herramientas ayudan a la policía a utilizar la Ley de Clare para descubrir si la nueva pareja de alguien es un ex violento.
Mosley: “Cuando un perpetrador se muda de una dirección a otra, no necesariamente se rastrea el hecho de que haya cometido delitos en el pasado.
Lo que el software hace es ayudarles a integrarlo. Una verificación toma 10 minutos, una mejora del 85%.
Pero no son sólo la policía británica la que se muestra a favor de la tecnología de Palantir.
El software de la empresa, que nació del trabajo de espionaje estadounidense, también ayuda al ejército de Ucrania y a las fuerzas de defensa de Israel.
Las ganancias de Palantir en el Reino Unido han aumentado (223 millones de libras este año) e incluso están desarrollando herramientas de inteligencia artificial para hospitales.
Los grupos de defensa de la privacidad están preocupados, por supuesto. El cofundador de Palantir, Peter Thiel, es una figura importante y un firme partidario de Trump.
La empresa insiste en que su software tiene protecciones de privacidad y registros de auditoría “sólidos”.
Ah, ¿y ese lema que Mosley da a sus visitantes?: “Salven la Comarca”.
Un recordatorio de que Palantir se ve a sí mismo como el protector de Occidente de amenazas acechantes, como una especie de Hobbiton de alta tecnología.
Palantir ha ganado contratos multimillonarios
U$S 800 millones con el U.S. Army para el sistema DCGS-A, que compite con soluciones tradicionales de contratistas como Raytheon o Lockheed Martin.
Más de U$S 400 millones con el CDC y el HHS durante la pandemia para gestionar datos de salud pública (aunque esto no es estrictamente militar, muestra su expansión en lo gubernamental).
A diferencia de muchas tecnológicas, Palantir depende fuertemente de contratos gubernamentales, particularmente militares. Su CEO, Alex Karp, ha defendido abiertamente colaborar con el ejército, argumentando que empresas de Silicon Valley no deberían rehuir esa responsabilidad.
Relaciones con el complejo militar-industrial
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Palantir ha desplazado a gigantes tradicionales del armamento en áreas como análisis de datos tácticos.
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Ha promovido una visión de la guerra algorítmica y la superioridad informacional como ventaja estratégica, alineada con doctrinas modernas del Pentágono.
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Su sistema se ha usado en conflictos como Afganistán e Irak, ayudando a mapear redes insurgentes y patrones de ataques.
El vínculo de Palantir con Israel
La empresa mantiene una relación estrecha con Israel, y su CEO, Alex Karp, es de ascendencia judía.
Palantir ha establecido una asociación estratégica con el Ministerio de Defensa de Israel para proporcionar tecnología avanzada en apoyo de misiones relacionadas con conflictos armados. Esta colaboración incluye el suministro de sistemas de inteligencia artificial y análisis de datos que, según informes, han sido utilizados en operaciones militares en Gaza y puede atacar a cualquier persona y convertirlo en blancos de ataque, a voluntad, para las Fuerzas de Defensa de Israel, todo lo cual genera preocupaciones sobre una alta posibilidad de violaciones al derecho internacional humanitario.
La participación de Palantir en estas actividades ha llevado a críticas y acciones por parte de inversores y organizaciones de derechos humanos. Por ejemplo, Storebrand Asset Management, un importante inversor noruego, desinvirtió en Palantir debido a preocupaciones sobre su trabajo con Israel y posibles implicaciones en violaciones de derechos humanos.
Karp ha sido un defensor vocal de Israel y ha criticado a otros líderes tecnológicos por no apoyar al país en momentos de conflicto. Su postura ha generado controversia y ha llevado a la salida de algunos empleados de Palantir que no comparten su visión.