
La administración del presidente estadounidense Donald Trump está considerando retirar miles de tropas estadounidenses de Corea del Sur, informó The Wall Street Journal, citando fuentes el 23 de mayo.
El plan forma parte de una revisión informal más amplia de la política sobre Corea del Norte y aún no ha llegado al escritorio del presidente Donald Trump. Es una de varias opciones que están siendo debatidas por altos funcionarios de la administración.
EEUU mantiene actualmente aproximadamente 28.500 soldados en Corea del Sur. Trump ya había considerado modificar esta presencia durante su primer mandato, cuestionando la carga financiera y la necesidad estratégica.
Sin embargo, los líderes militares han advertido que una reducción podría socavar la capacidad de EEUU para responder a las amenazas de Corea del Norte, China y Rusia. En abril, el Comando Indo-Pacífico advirtió que la reducción de fuerzas podría poner en peligro las ventajas estratégicas de EEUU en la región.
Casi todos los altos comandantes militares de la región han instado en contra de ello, incluido el comandante de las Fuerzas de EEUU en Corea (USFK), general Xavier Brunson, y el comandante del Comando Indopacífico de EEUU (INDOPACOM), almirante Samuel Paparo, quienes declararon recientemente al Congreso que una reducción de fuerzas en Corea del Sur podría poner en peligro su capacidad de prevalecer contra Corea del Norte y en otros posibles conflictos contra China y Rusia que podrían surgir en el noreste de Asia.
Los funcionarios dicen que no se tomarán decisiones finales hasta que haya más claridad sobre la trayectoria de la guerra de Rusia en Ucrania y si se mantendrá la ayuda militar continua a Kiev bajo la administración de Trump.
El WSJ señala que, si bien una retirada parcial de la península de Corea puede generar preocupación, el redespliegue de tropas a Guam podría mitigar algunos riesgos. Guam se está consolidando como un centro crucial para las operaciones militares estadounidenses, estratégicamente ubicado cerca de focos de tensión regionales y, al mismo tiempo, menos vulnerable a los ataques directos de China.
La prolongada presencia militar estadounidense en Corea del Sur dicen que ha servido tanto como elemento disuasorio contra la agresión en la península de Corea como contrapeso a las ambiciones chinas en el Mar de China Meridional y alrededor de Taiwán.
Considerar una retirada de tropas, incluso parcial, de Corea del Sur probablemente generaría alarma en Corea y otros aliados de EEUU en la región, en particular Japón y Filipinas, que dependen de una estrecha coordinación militar con EEUU para defenderse y proyectar poder contra China.
En un comunicado emitido ayer, las Fuerzas Armadas de la República de Corea declararon que EEUU no ha negociado con ellas ningún tipo de retirada o reducción de tropas, y añadieron que ambos países mantendrían su postura de defensa conjunta para disuadir una invasión norcoreana.