Jeffrey Epstein standing in front of one of his private aircraft.
Según un artículo reciente se afirma que correos filtrados (por el grupo “Handala”) muestran que Epstein “aseguró una reunión con Putin” en 2013 para Barak, que compartió inteligencia rusa con Barak, y que asesoró sobre la colaboración con el Mossad, todo como parte de un canal entre Israel y Rusia.
Entre 2013 y 2016, Epstein consiguió reuniones privadas con Putin para Barak, compartió rumores de la inteligencia rusa e incluso asesoró sobre la colaboración con el Mossad.
Cuando los principales periódicos rechazaron los artículos de opinión de Barak sobre Siria, Epstein los reescribió con un lenguaje más agresivo que impulsaba ataques estadounidenses contra Irán.
¿El plan? Presionar a Obama para que invadiera Siria o llegara a acuerdos negociados por Rusia para la salida de Assad.
No lograron derrocar a Assad, pero sí consiguieron abrir el canal diplomático Rusia-Israel y el marco para el desarme de armas químicas.
La propuesta de Epstein a los rusos: El exdirector de la CIA, Leon Panetta, el director de la NSA, Keith Alexander, y otros pesos pesados de la seguridad estadounidense estaban en su agenda.
Aprovechó una red social que abarcaba la inteligencia israelí, estadounidense y rusa para orientar a las superpotencias hacia los intereses de Israel.
El detalle más inquietante: Epstein le dijo al oligarca ruso Sergey Belyakov que informara al círculo de Putin que Epstein quería reuniones privadas para discutir los mercados globales, insistiendo en que «no soy político». Mientras tanto, orquestaba en secreto movimientos geopolíticos.
Se cita que Epstein envió un correo (según las filtraciones) a Belyakov o mediante intermediarios, en el cual sugiere que Belyakov “podría ayudar” y que le enviara una nota que dijera que él (Epstein) “cree que Putin y sus asesores se beneficiarían si pasaran algún tiempo con Jeffrey para discutir los mercados, la moneda y el sistema financiero en el nuevo mundo de tasas de interés cero … y que no soy político”.
El canal de comunicación paralelo persistió durante 2015 mientras Barak presionaba por «ataques quirúrgicos» contra Irán y rechazaba el acuerdo nuclear de Obama.
Epstein puso en contacto a Barak con el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y con funcionarios del banco central en el Foro Económico de San Petersburgo. La gratitud de Barak tras el viaje de 2015: «Gracias por organizarlo todo».




