En una carta dirigida al CEO de Alphabet, Sundar Pichai, el 17 de junio los senadores demócratas Elizabeth Warren, Amy Klobuchar, Richard Blumenthal, Dianne Feinstein, Kirsten Gillibrand y Bernie Sanders difamaron los centros de ayuda Provida, muchos de los cuales ofrecen servicios gratuitos, pruebas de embarazo, ecografías y otros cuidados a mujeres necesitadas; para ellos las adjudicaron como “clínicas falsas” que no merecen un lugar en los primeros resultados de Google al momento de ingresar una búsqueda dentro del mundo de internet.
Los demócratas repitieron datos del “The Center for Countering Digital Hate”, el cual trabaja para tergiversar los datos de la Big Data en favor de toda ideología progresista. Recientemente mostró tal centro de inteligencia virtual su reproche por cuanto, según afirman, el 11 % de los resultados de los motores de búsqueda responden a consultas como «aborto cerca de mí» y «píldora abortiva», en al menos 13 estados donde el aborto será efectivamente prohibido si la Corte Suprema de EE. UU. anula Roe v. Wade, fue redirigido a centro de ayuda ProVida. Parece que salvar las 2 vidas en 11 casos de cada 100 es algo insoportable para el progresismo y esto amerita tratar al espacio conservador como promotor de delitos de odio por cuanto están dando más opciones que el sólo aborto a una mujer en estado de vulnerabilidad.
“Dirigir a las mujeres a clínicas falsas que trafican con información errónea y no brindan servicios de salud integrales es peligroso para la salud de las mujeres y socava la integridad de los resultados de búsqueda de Google”, dice la carta de los senadores demócratas.
Como señalaron los senadores y representantes, Google ya se comprometió a prohibir y limitar los anuncios pro-vida en sus páginas mediante la emisión de sus propias «verificaciones de hechos» del contenido patrocinado. Nuevamente es quien más paga en este mundo quien define a la sociedad “qué es la verdad”.