El excanciller alemán Gerhard Schröder dejará finalmente la presidencia del consejo de administración de la petrolera Rosneft, la más importante de Rusia. Cede así ante la presión y las críticas de su país y de la Unión Europea por mantener su cercanía al presidente Vladímir Putin a pesar de la invasión rusa de Ucrania, que nunca condenó.
Este anuncio tiene lugar un día después de que la comisión parlamentaria de presupuestos aprobó por mayoría una moción de la coalición gubernamental integrada por socialdemócratas (SPD), verdes y liberales (FDP) que despoja a Schröder de su oficina y sus empleados que el año pasado supuso un gasto de casi 420.000 euros.
Aunque el antiguo dirigente socialdemócrata de 78 años seguirá cobrando su pensión de 8.300 euros mensuales y contando con guardaespaldas.
Schröder fue canciller de Alemania de 1998 a 2005, el último socialdemócrata en ocupar el puesto antes del actual jefe de Gobierno, Olaf Scholz. Luego trabajó para la empresa de gasoductos Nord Stream, que traslada gas ruso a Europa Occidental, el gigante ruso de gas Gazprom y la compañía energética Rosneft.
Como Schröder no se distanció de Rusia tras el inicio de la guerra contra Ucrania, la dirección del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) le pidió que abandonara el partido. En las filas socialdemócratas también se alzaron voces demandando directamente su expulsión.
Putin y Schröder
El Parlamento Europeo pedía a su vez el jueves incluirlo en la lista de sanciones contra Rusia en una votación no vinculante.
Una resolución del órgano legislativo de la Unión Europea (UE) señaló que las sanciones de la UE tras la invasión de Rusia a Ucrania deberían extenderse «a los miembros europeos de los consejos de administración de las principales empresas rusas y a los políticos que siguen recibiendo dinero ruso».
Schröder también está muy involucrado en los gasoductos rusos Nord Stream y Nordstream 2 de la empresa Gazprom, que planeaba decidir el mes que viene si entraba a formar parte de su consejo.