El peligro del progresismo y las ideologías

Luchar por la igualdad y los derechos de todos puede ser una causa justa y siendo joven, qué mejor que pertenecer a un grupo o colectivo donde te acobijen. ¿Qué podría tener de malo el formar parte de un colectivo como el feminista o apoyar erradicar el racismo y la desigualdad?.

Hablemos por ejemplo del movimiento feminista, que aboga por la equidad de las mujeres, por las injusticias que viven a diario, por salarios más justos, puestos más elevados, porque “nos están matando”. Pero ¿de verdad es interés genuino en las mujeres lo que las lleva a militar en el feminismo? Bueno… No.

Un estudio realizado en 2023[1] muestra que lo que motiva a las mujeres a militar en el feminismo es su ego. Las mujeres que entran en el activismo feminista muestran 3 rasgos de la personalidad oscura o toxica, entre ellos el narcisismo. Y es que solo basta hablar con una feminista para darnos cuenta de que se creen especiales, todo es “yo, yo, yo”, todo termina yendo hacia ellas. Hablan de cosas que no saben, como de los derechos de la mujer, pero cuando les preguntas ¿Qué es una mujer? No saben responder, pues este sistema machista heteropatriarcal es quien ha definido lo que es una mujer. Chicas que en su vida han agarrado un libro son las feministas más recalcitrantes, con hipersensibilidad, miedo al rechazo y necesidad de quedar bien con todos, acumulan pañuelos de todos colores y sabores. Concluye el estudio que estas actitudes pueden no ser clínicas pero en definitiva si son dañinas.

De la mano de este estudio, psicólogos investigadores en Finlandia crearon una evaluación para ayudar a medir el compromiso de un individuo con los principios de justicia social y hallaron una correlación negativa entre los ideales progresistas y los niveles de felicidad (investigación publicada en Scandinavian Journal of Psychology)[2].

Otro hallazgo preocupante fue el de la salud mental de los justicieros sociales, pues encontraron una alta prevalencia de ansiedad y depresión en personas que creen que el racismo está detrás de la generación de mayores o menores ingresos. Descubrieron que aquellos que se identifican como de izquierda tienen más probabilidades de reportar un menor bienestar mental.

Y mientras la falta de interés en nuestras juventudes continue, ellos seguirán consumiendo ideologías que lejos de aportar a nuestra sociedad una mejora solo están radicalizando personas que poco o nada aportan al bien común y al propio.