El noreste de Nigeria enfrenta hambre y muerte en medio del déficit de financiación de la ONU

Las autoridades dicen que un número creciente de crisis globales están obligando a los países que necesitan ayuda a competir por recursos escasos. El corresponsal de la VOA, Timothy Obiezu, informa desde Dikwa, en el estado de Borno.

Un número sin precedentes de niños en el norte de Nigeria sufren desnutrición aguda, según han denunciado trabajadores humanitarios en el país.

Nigeria tiene el “mayor número de personas con inseguridad alimentaria a nivel mundial”, con 31,8 millones, según la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en la ciudad nororiental de Maiduguri.

Médicos Sin Fronteras, que trabaja en siete estados, afirmó que sus instalaciones estaban tan desbordadas que los niños estaban siendo tratados en colchones en el suelo. MSF afirmó que en abril admitió a 1.250 niños en un centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados en Maiduguri, el doble de la cifra registrada en el mismo período de 2023.

El doctor Simba Tirima, representante de MSF en Nigeria, afirma: “En todos estos lugares hemos visto, al menos en algunos casos, el doble de lo que vimos el año pasado o al menos un aumento de más del 60% en el número de pacientes ingresados. Tenemos una crisis en marcha. Tenemos una emergencia en marcha, y esos niños que están gravemente desnutridos definitivamente necesitan tratamiento”.

La desnutrición aguda grave también ha provocado otras enfermedades, como tuberculosis y diarrea aguda, y ha retrasado el crecimiento de los niños. En 2023, se diagnosticó desnutrición aguda grave a más de 52.000 pacientes en siete estados y 2.693 de ellos murieron, según cifras de MSF.

Las razones del aumento de la malnutrición son bien conocidas: la inflación alimentaria se acerca al 30%, mientras que el país más poblado de África sufre un empeoramiento de la inseguridad alimentaria. Un tercio del país (90 millones de habitantes, más que la población del Reino Unido, Irlanda y Dinamarca juntas) vive con menos de una libra al día.

Mientras tanto, las tierras agrícolas han sido abandonadas en algunas partes del norte debido a que las bandas secuestran, extorsionan y, en algunos casos, matan a los agricultores. El periódico nigeriano Punch informó que 165 agricultores fueron asesinados en los primeros tres meses de este año.

Según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU, a finales de 2022, alrededor de 1,2 millones de personas se vieron desplazadas en ocho estados del centro y noroeste de Nigeria debido a la violencia. En ese mismo período, alrededor de 2,3 millones más se vieron desplazadas en el noreste, donde grupos yihadistas como Boko Haram siguen haciendo estragos.

La inseguridad y la inestabilidad económica han encarecido los alimentos. Las reservas de alimentos en algunas aldeas se han agotado porque los ingresos familiares han aumentado poco o nada, dijeron algunos habitantes locales a los trabajadores humanitarios.

En enero, un informe del Departamento de Agricultura de EEUU y la Red Mundial de Información Agrícola reveló que Nigeria se había convertido en el segundo país de África, después de Sudáfrica, en adoptar maíz genéticamente modificado.

Un mes después, el gobierno ordenó la liberación de 2.000 toneladas métricas de granos de las reservas federales, y el Ministro de Agricultura, Abubakar Kyari, dijo: “La seguridad alimentaria es seguridad nacional”.

Sin embargo, las organizaciones de ayuda humanitaria afirman que millones de personas siguen en peligro de hambruna, ya que Nigeria entra en la temporada de escasez, que suele durar de junio a septiembre. El Programa Mundial de Alimentos ya ha calculado que 26,5 millones de personas en Nigeria podrían enfrentarse a una hambruna aguda al final de este período.

Otros expertos dicen que la situación podría deteriorarse incluso antes de eso y han pedido financiación inmediata para salvar a millones de niños vulnerables.

“Ni siquiera estamos en medio de esa temporada de escasez”, dijo Tirima. “Necesitamos que otros actores intervengan. MSF es solo una organización. De hecho, lo que hacemos es una gota en el océano… estamos muy lejos de abordar la crisis inmediata a la que nos enfrentamos”.

“Que un niño muera ayer por desnutrición es una tragedia”, añadió. “Que un niño muera mañana por desnutrición es algo que se puede prevenir”.

Fuente: The Guardian