El gobierno de Argentina retira al país de la Organización Mundial de la Salud

«El presidente [Javier] Milei instruyó al canciller Gerardo Werthein a retirar la participación de Argentina en la Organización Mundial de la Salud. Esto se basa en las profundas diferencias en cuanto a la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia [de COVID-19]», dijo el portavoz.

“Los argentinos no vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía y mucho menos en nuestra salud”, subrayó en conferencia de prensa.

Adorni afirmó que la OMS, junto con el sucesor de Milei en el cargo, Alberto Fernández, llevaron a Argentina al «confinamiento más largo de la historia de la humanidad», en referencia al estricto confinamiento por COVID-19 que atravesó el país entre 2020 y 2021.

La OMS “falló en su mayor prueba de fuego” al promover “cuarentenas eternas sin respaldo científico” durante la pandemia, afirmó.

Argentina se había expresado en contra anteriormente en junio de 2024 sobre la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de contar el año que viene con un acuerdo mundial de preparación y respuesta frente a una próxima pandemia con una condición: si su contenido “implica establecer normas” por encima de la Constitución Nacional o de la soberanía de los estados.

Aunque sí se le dio en aquel momento un apoyo parcial al Reglamento Sanitario Internacional de parte de Argentina, siendo Eslovaquia el único país del mundo que se desvinculó de las nuevas modificaciones del RSI. Silvia Prieri, en ese momento jefa de Gabinete del Ministerio de Salud de la Nación expresó en nombre del país: “La República Argentina, como miembro de la OMS y estado parte del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), apoya plenamente la misión de la OMS como autoridad institucional rectora y coordinadora con el propósito de alcanzar el más alto nivel de salud. Sin embargo, manifestamos nuestra preocupación sobre el proceso de enmienda al RSI [de] 2005 y apelamos a que dicho proceso cumpla acabadamente el espíritu y objetivo” del artículo que define que los países deben recibir cualquier propuesta de cambio con por lo menos cuatro meses de antelación para su análisis.

‘El mayor experimento social de la historia’

Milei emitió un comunicado unas horas después del anuncio, denunciando a la OMS como “nefasta” y afirmando que había desempeñado el papel de “brazo ejecutivo” del “mayor experimento de control social de la historia”.

Al denunciar a sus autoridades como “ideólogas”, Milei dijo que sus políticas de “cuarentena” durante la pandemia de COVID-19 la llevaron a ser parte de “uno de los crímenes contra la humanidad más atroces de la historia”.

El máximo vocero de Milei afirmó que el retiro “dará al país mayor flexibilidad para implementar políticas adaptadas al contexto de intereses que requiere la Argentina, así como mayor disponibilidad de recursos y reafirma nuestro camino hacia un país con soberanía en materia de salud”.

Funcionarios gubernamentales anónimos, citados por el diario La Nación, dijeron que la decisión ahorraría alrededor de 10 millones de dólares al año.

Los datos de la OMS muestran que Argentina contribuyó con unos 8,75 millones de dólares en cuotas de afiliación a la organización entre 2022 y 2023, lo que representa el 0,11% del presupuesto total. Está previsto que contribuya con 8,25 millones de dólares para el ciclo bienal 2024/25.

Sin embargo, la gran mayoría del presupuesto del organismo de salud de las Naciones Unidas proviene de contribuciones voluntarias, y Argentina no ha hecho ninguna en los últimos años.

Adorni afirmó que Argentina “no recibe financiamiento de la OMS para la gestión sanitaria, por lo tanto esta medida (a diferencia de lo que han dicho algunos al menos en redes sociales) no representa una pérdida de fondos para el país ni afecta la calidad de los servicios”.

En respuesta a las críticas de la oposición, los funcionarios aseguraron a los ciudadanos que el calendario nacional de vacunación seguía garantizado y dijeron que la “cooperación internacional” no se detendría.

La viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, dijo que la salida de la OMS “no implica ninguna pérdida de financiación para ningún programa nacional” en una publicación en las redes sociales.

“El Ministerio de Salud Nacional seguirá cumpliendo con sus competencias y funciones, ya que no perderá capacidad operativa. La salida de la OMS no compromete ningún programa nacional de salud”, prometió.

“El cronograma de vacunación está asegurado y no se va a recortar la cooperación internacional. La realidad es que Argentina no recibe financiamiento directo de la OMS”, afirmó el funcionario.

Siguiendo los pasos de Trump

La decisión de Milei está en línea con la reciente orden ejecutiva firmada por Trump que ordena a EEUU abandonar la OMS y con la idea de estar alineados con EEUU desde el inicio de su presidencia «independientemente de quién esté en la Casa Blanca».

Milei es un admirador declarado de Trump, quien pocas horas después de su investidura el 20 de enero firmó una orden para que EEUU se retire de la OMS, a la que también ha criticado por su manejo de la pandemia.

La decisión de Milei “es otra señal de lo que en los años 90 llamamos el ‘alineamiento automático’ con EEUU”, dijo Andrea Oelsner, académica y directora del programa de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés.

En su opinión, la retirada supone “un paso hacia el aislamiento político internacional, lo que en realidad va en contra de lo que dice el gobierno de querer ‘abrirse al mundo’”.

Oeslner rechazó el argumento de la pérdida de soberanía “porque la OMS no tiene poder para obligar a los Estados a imponer políticas internas”. Con la retirada, Argentina pierde un espacio de cooperación “donde se puede compartir información valiosa”.

“Las próximas pandemias, que son globales por definición, son inevitables, por lo que aislarnos y retirarnos de los mecanismos y oportunidades de cooperación y coordinación internacional no es muy inteligente”, añadió.

Para Federico Merke, profesor asociado de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, la decisión de Milei “combina teatralidad” para complacer a su base de apoyo y a la administración Trump.

“Lejos de aumentar la reputación internacional del país, erosiona su credibilidad”, añadió.

“Las amenazas a la salud no respetan fronteras. Quedarse afuera de un espacio de cooperación y coordinación internacional deja a la Argentina aislada de la conversación global”, afirmó.

El mayor donante

EEUU es, con diferencia, el mayor donante de la OMS y su retirada dejará un agujero importante en el presupuesto de la organización y en su capacidad para responder a las amenazas mundiales a la salud pública.

En su último ciclo presupuestario completo, para 2022-23, EEUU aportó U$S 1.300 millones, lo que representa el 16,3% del presupuesto de 7.890 millones de dólares de la OMS. La mayor parte de la financiación estadounidense se realizó mediante contribuciones voluntarias.

La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud instó a EEUU a reconsiderar su decisión de suspender la financiación de los programas de tratamiento del VIH en los países en desarrollo, después de que Trump ordenara una congelación casi total de la ayuda exterior.

«Hacemos un llamamiento al gobierno de los EEUU de América para que permita exenciones adicionales para garantizar la prestación de tratamientos y cuidados vitales contra el VIH», afirmó el organismo de salud de la ONU el día X, añadiendo que tenía «profunda preocupación» por la pausa en la financiación.

Con respecto al VIH, la agencia dijo que sus programas proporcionaron acceso a «terapia contra el VIH que salva vidas a más de 30 millones de personas en todo el mundo».