The New York Times informó que el FBI destruyó todas las pruebas que reunió sobre los Clinton.
El muy esperado informe del fiscal especial John Durham publicado la semana pasada reveló que el FBI inició una investigación sobre los Clinton a fines de 2014 con base en información proporcionada por una fuente confidencial creíble.
La fuente alegó que dos gobiernos extranjeros estaban involucrados en actividades de donación ilícitas, intentando ganar influencia durante la campaña presidencial de Hillary.
Durante el curso de la investigación, a los investigadores se les presentaron pruebas, incluidos documentos, que implicaban una supuesta contribución ilegal de U$S 2.700. Este descubrimiento condujo a la identificación de una donación sustancial posterior.
El informe bomba también revela que tres oficinas de campo diferentes del FBI, en Washington, DC, Little Rock, Arkansas y New York, iniciaron investigaciones sobre la Fundación Clinton a principios de 2016 por «posible actividad delictiva».
Las nuevas revelaciones están provocando llamados de republicanos actuales y anteriores para una nueva investigación sobre la supuesta actividad criminal que involucra a los Clinton.
“Los Clinton tenían un equipo de personas en el FBI interviniendo para evitar la culpabilidad criminal”, afirma el representante Matt Gaetz.
El ex congresista republicano y ex presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, Jason Chaffetz, expresó sentimientos similares al decir que el FBI «no completó el trabajo» y que las investigaciones sobre los Clinton deberían reabrirse.