El Telegraph informa que Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania y Rusia, prometió a los diplomáticos europeos que consultaría con los aliados de la OTAN antes de finalizar el «plan de paz».
Kellogg ha prometido mantener conversaciones con los «primeros ministros y presidentes» de los países de la OTAN, según informa el Telegraph.
Mientras tanto, se dice que elementos del «plan de paz» serán presentados en la Conferencia de Seguridad de Munich este fin de semana, a pesar de que Kellogg había declarado previamente que no lo haría.
La OTAN celebrará en Bruselas su primera reunión de ministros de Defensa desde que Pete Hegseth asumió en el Pentágono. El liderazgo del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania fue entregado a John Healey, el Secretario de Defensa de Reino Unido, después de que los estadounidenses dijeran que el Reino Unido debería liderar los esfuerzos de la OTAN en Europa.
El plan podría incluir el apoyo militar continuo a Ucrania a cambio de acceso a sus recursos de tierras raras de Ucrania.
Según fuentes del Telegraph, Kellogg aseguró a los socios europeos la intención de EEUU de fortalecer la posición de Ucrania en cualquier negociación futura con Rusia.
Donald Trump afirmó meses atrás que pondría fin a la guerra entre Ucrania y Rusia, que dura casi tres años, 24 horas después de su toma de posesión el 20 de enero.
Pero ese ambicioso cronograma fracasó cuando al general Kellogg se le dieron 100 días para negociar un acuerdo de paz después de ser designado como representante especial de Trump para Ucrania.
Podría retrasarse aún más ya que el enviado programa reuniones con líderes de los otros 31 estados miembros de la OTAN.
Los aparentes retrasos en las conversaciones de paz se produjeron cuando Rusia señaló que las conversaciones con EEUU también se habían estancado. Moscú sugirió que aún no ha recibido ninguna oferta que lo convenza de sentarse a la mesa de negociaciones.
El fin de semana pasado, Trump dijo que había mantenido conversaciones con Vladimir Putin y que el presidente ruso “quiere que la gente deje de morir”.
Mikhail Galuzin, viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, dijo: “Es importante que las palabras estén respaldadas por medidas prácticas que tengan en cuenta los intereses legítimos de Rusia, demostrando una disposición a erradicar las causas profundas de la crisis y reconocer las nuevas realidades. Aún no se han recibido propuestas concretas”.
Rusia ha exigido anteriormente que Ucrania reduzca significativamente el tamaño de sus fuerzas armadas y se garantice que no se unirá a la OTAN y a la Unión Europea como precio por la paz.