
La medida forma parte de un esfuerzo más amplio de la administración Trump para expulsar a las tropas transgénero del servicio militar tras una reciente decisión de la Corte Suprema que permite al Pentágono imponer una prohibición a su servicio.
El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, se ha opuesto públicamente a las iniciativas de diversidad y defiende una visión tradicionalista de la estructura y la disciplina militar.
Recientemente se anunció que los comandantes militares deberán identificar a los miembros del servicio en sus unidades que sean transgénero o hayan sido diagnosticados con disforia de género y remitirlos a evaluaciones médicas que podrían resultar en su retiro del ejército.
El memorando, que se alinea con una directiva del Pentágono del 26 de febrero, afirma que el sexo de una persona «no cambia durante su vida».
También indica que el uso de pronombres «debe reflejar su sexo biológico» y que los saludos militares tradicionales, como referirse a un oficial superior como «señor» o «señora», deben usarse «de acuerdo con el buen orden y la disciplina».
Además, se ordena a los comandantes garantizar que los «espacios íntimos» compartidos estén claramente etiquetados para «uso masculino, femenino o familiar», y que el acceso esté determinado estrictamente por el sexo biológico del miembro del servicio.
Según datos militares, hay al menos 4240 miembros transgénero en servicio activo y en la Guardia Nacional. Sin embargo, grupos de defensa afirman que la cifra real probablemente sea mayor.
El Presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que revierte la política de la era Biden que permitía a las personas transgénero servir abiertamente.
La postura del gobierno actual ha suscitado críticas de grupos de derechos civiles y contrasta marcadamente con la opinión pública. Una encuesta de Gallup publicada en febrero reveló que, si bien el 58% de los estadounidenses aún apoya permitir que las personas abiertamente transgénero sirvan en el ejército, esa cifra ha disminuido respecto al 71% de 2019.
Jennifer Levi, directora sénior de GLAD Law, un grupo de defensa legal LGBTQ, declaró a Reuters: « Las directivas que se están emitiendo son vengativas y agresivas. Al mismo tiempo, se están emitiendo de forma caótica, lo que sin duda perjudica la preparación militar».
El memorando del Ejército, emitido por el Comando de Recursos Humanos, también señala cambios más amplios en curso, incluida la revocación de la atención médica de afirmación de género y la aplicación de una fecha límite del 6 de junio para que las tropas transgénero abandonen voluntariamente el servicio o se enfrenten a la remoción.