En julio, los ingresos aumentaron un 3% a U$S 276 mil millones, mientras que el gasto público también aumentó un 3% a U$S 497 mil millones.
Para el año fiscal hasta la fecha (el año fiscal del gobierno va de octubre a septiembre), los recibos han caído un 10% a alrededor de U$S 3.7 billones. Los recibos han sido inferiores a las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso debido a recaudaciones de impuestos sobre la renta individuales y corporativas menores a las anticipadas, dijo la CBO en un informe separado.
El gasto ha aumentado un 10% a U$S 5.3 billones, y algunos de los mayores desembolsos corresponden al Seguro Social, Medicare y Medicaid.
Las últimas cifras de déficit surgen tras la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense por parte de Fitch Ratings (Fitch califica ahora a EEUU AA+, un escalón por debajo de AAA), una medida que, según la agencia, reflejaba, entre otras cosas, el «deterioro fiscal esperado». La administración de Joe Biden criticó la acción, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, calificó a la economía estadounidense de «fundamentalmente fuerte».