El 11% de las muertes en Alemania entre 2019 y 2022 ocurrieron mientras estaban con respirador artificial

Nombre del estudio: «Mortalidad hospitalaria, comorbilidades y costos de un millón de pacientes con ventilación mecánica en Alemania: un estudio observacional a nivel nacional antes, durante y después de la pandemia de COVID-19», de The Lancet.

Durante los cuatro años, 1.003.882 pacientes fueron ventilados mecánicamente en 1.395 hospitales. Las tasas por 100.000 habitantes variaron según los grupos de edad, desde 110 a 123 (18-59 años) hasta 1.101-1.275 (>80 años). Los principales diagnósticos fueron otras formas de enfermedades cardíacas, neumonía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades cardíacas isquémicas y enfermedades cerebrovasculares.

El 43,3% (437.031/1.003.882) de todos los pacientes ventilados mecánicamente murieron en el hospital con un aumento notable de la mortalidad con la edad y de 2019 a 2022 de casi 5 puntos porcentuales. La mortalidad hospitalaria de los pacientes con COVID-19 ventilados fue del 53,7% (46.553/86.729), mientras que fue del 42,6% (390.478/917.153) en los pacientes sin COVID.

La mortalidad hospitalaria varió del 27,0% en los casos de ventilación mecánica no invasiva (VNI) únicamente al 53,4% en los casos de ventilación mecánica invasiva únicamente, 59,4% con fracaso temprano de la VNI, 68,6% con fracaso tardío de la VNI, hasta el 74,0% en pacientes que recibieron ECMO VV y el 80,0% en ECMO VA. El 17,5% de los pacientes ventilados mecánicamente habían sido reanimados previamente, de los cuales el 78,2% (153.762/196.750) murió. El gasto total fue de alrededor de 6 mil millones de euros al año, es decir, el 0,17% del PIB alemán.

Interpretación

La ventilación mecánica se utilizó ampliamente antes, durante y después de la pandemia de COVID-19 en Alemania, alcanzando más de 1000 pacientes por cada 100.000 habitantes por año en personas mayores de 80 años. Las tasas de mortalidad hospitalaria en esta cohorte nacional y completa superaron con creces la mayoría de los datos conocidos.

Fuente: The Lancet