Más de una vez, tanto en el producciones cinematográficas (como películas de vampiros o series como American Horror Story) o en supuestas historias reales o rumores en las redes sociales, hemos consumido la idea de que seres sobrenaturales o élites de poder tendrían una obsesión con la sangre joven para obtener beneficios físicos, pero dicen que la ciencia ficción casi siempre se convierte en realidad. Es por ello que los científicos han descubierto que el mismo factor sanguíneo es responsable de la mejora cognitiva que resulta de tres factores: la transfusión de sangre de jóvenes, la hormona de la longevidad klotho y el ejercicio. Gracias a ello ralentizan, e incluso invierten, el reloj biológico del envejecimiento.
Los estudios dirigidos por equipos de investigación de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y la Universidad de Queensland ofrecen pruebas sólidas que señalan al PF4 como el eje de los beneficios antienvejecimiento del cerebro.
Factor sanguíneo:
En tres artículos publicados en Nature, Nature Aging y Nature Communications el pasa 16 de agosto de 2023, dos equipos de la UCSF y un equipo de la Universidad de Queensland (Australia) identifican el factor plaquetario 4 (PF4) como un mensajero común de cada una de estas intervenciones. Los científicos se comprometieron a publicar sus hallazgos al mismo tiempo para defender el PF4 desde tres ángulos diferentes.
Como su nombre indica, el PF4 es producido por plaquetas, un tipo de célula sanguínea que alerta al sistema inmunológico cuando hay una herida y ayuda a formar coágulos. Resulta que el PF4 también es un potenciador cognitivo. Bajo su influencia, los ratones viejos recuperan la agudeza de la mediana edad y los ratones jóvenes se vuelven más inteligentes.
Saul Villeda, director asociado del Instituto de Investigación del Envejecimiento Bakar de la UCSF y autor principal del artículo de Nature sobre sangre joven explica: «La sangre joven, el klotho y el ejercicio pueden de alguna manera decirle a tu cerebro: ‘Oye, mejora tu función’», y añade: «Con PF4, estamos empezando a comprender el vocabulario detrás de este rejuvenecimiento».
Sangre joven:
“La sangre joven, el klotho y el ejercicio pueden de alguna manera decirle a tu cerebro: ‘Oye, mejora tu función’”, explica Saul Villeda, director asociado del Instituto de Investigación del Envejecimiento Bakar de la UCSF y autor principal del artículo de Nature sobre sangre joven. Y agrega: “Con PF4, estamos empezando a comprender el vocabulario detrás de este rejuvenecimiento”.
Villeda es experto en parabiosis, un experimento en el que dos animales están unidos por su circulación sanguínea. Cuando un animal joven y vivaz se conecta con un animal que envejece, el animal que envejece se vuelve más joven: sus músculos son más resistentes y su cerebro más capaz de aprender. En 2014, Villeda descubrió que el plasma, compuesto de sangre menos glóbulos rojos, imitaba la parabiosis: el plasma sanguíneo joven, inyectado en animales viejos, era reconstituyente. Cuando su equipo comparó el plasma joven con el plasma viejo, descubrieron que contenía mucho más PF4.
Por su parte, Dena Dubal, profesor de la UCSF, que publicó su artículo en Nature Aging aseguró que «cuando nos dimos cuenta de que habíamos encontrado lo mismo de forma independiente y fortuita, nos quedamos boquiabiertos», dijo Dubal. «El hecho de que tres intervenciones separadas convergieran en los factores plaquetarios realmente resalta la validez y reproducibilidad de esta biología. Ha llegado el momento de buscar factores plaquetarios en la salud del cerebro y la mejora cognitiva».
La proteína klotho:
Dena Dubal, que dirigió el estudio en la UCSF, ya había establecido que la proteína klotho desempeña un papel en la prevención de la degeneración de los cerebros envejecidos. Ahora, su equipo también demostró que las inyecciones de klotho liberan PF4 en el organismo, lo que revela su capacidad para potenciar la formación de nuevas conexiones neuronales para mejorar la creación de memoria.
Hace una década, Dubal, miembro del Instituto de Neurociencias Weill de la UCSF, y su equipo, demostraron que klotho mejora la cognición en animales jóvenes y viejos y también hace que el cerebro sea más resistente a la degeneración relacionada con la edad. Pero sabía que sus efectos tenían que ser indirectos porque las moléculas de klotho, inyectadas en el cuerpo, nunca llegaban al cerebro.
PF4 tuvo un efecto dramático en el hipocampo, la región del cerebro responsable de crear recuerdos, donde mejoró la formación de nuevas conexiones neuronales a nivel molecular
También dio un impulso cerebral a animales viejos y jóvenes en pruebas de comportamiento, lo que sugiere que «hay margen de mejora incluso en cerebros jóvenes para mejorar la función cognitiva», según Dubal.
Ejercicio físico:
Científicos de la Universidad de Queensland también participaron en el estudio, centrándose en el ejercicio. Descubrieron que el PF4 se liberaba en el torrente sanguíneo tras la actividad física y que esta liberación mejoraba el rendimiento cerebral.
Los jóvenes podrían beneficiarse de ello como medida preventiva, y las personas mayores con problemas de movilidad podrían recurrir a inyecciones de plasma o klotho como intervenciones contra el deterioro cognitivo.
El ejercicio puede mantener la mente alerta durante décadas. Tara Walker, profesora de neurociencia en la Universidad de Queensland, dirigió el estudio sobre el ejercicio, que se publicó en Nature Communications. Walker y su laboratorio descubrieron que las plaquetas liberaban PF4 al torrente sanguíneo después del ejercicio. Cuando probó el PF4 solo, como también lo habían hecho Dubal y Villeda, mejoró la cognición en animales viejos.
«Para muchas personas con problemas de salud, problemas de movilidad o de edad avanzada, el ejercicio no es posible, por lo que la intervención farmacológica es un área importante de investigación», dijo Walker. «Ahora podemos apuntar a las plaquetas para promover la neurogénesis, mejorar la cognición y contrarrestar el deterioro cognitivo relacionado con la edad».