
China expresó su disposición a reanudar las negociaciones comerciales con EEUU, un día después de que el presidente Trump sugiriera reducir los aranceles a los productos chinos. Sin embargo, Pekín advirtió que no negociará bajo constantes amenazas.
«No queremos una guerra comercial, pero no le tememos», declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun. «Si dialogamos, la puerta está abierta».
Ambas partes parecen estar suavizando su postura. Trump afirmó que no está jugando duro y espera un acuerdo. El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, también predijo una distensión, pero aclaró que aún no hay negociaciones formales.
Trump anunció que está considerando reducir «sustancialmente» los aranceles a las importaciones chinas si se logra un nuevo acuerdo comercial. Aunque no hay una decisión definitiva, afirmó que las negociaciones con China están «activas», lo que generó optimismo en los mercados financieros globales.
Este cambio se produce tras semanas de aumento de aranceles y una retórica agresiva que sacudió los mercados globales. El cambio de tono ha impulsado un repunte del mercado bursátil, con el índice Hang Seng de Hong Kong subiendo un 2,4% el miércoles.
A pesar del optimismo, una resolución rápida parece improbable. Pekín ha estado preparando a su pueblo para una lucha a largo plazo, y la confianza entre ambos gobiernos sigue siendo baja.
China insiste en que EEUU debe cesar las amenazas y mostrar respeto mutuo para que se celebren conversaciones significativas. Mientras tanto, el presidente Xi trabaja para fortalecer los lazos con otros países de la región.
En una reunión con el presidente de Azerbaiyán, Xi criticó los aranceles por considerarlos perjudiciales para el comercio mundial. China también rechazó las medidas estadounidenses en América Latina, acusando a Washington de intentar controlar el Canal de Panamá.
Aunque hay señales de una posible desescalada, aún no hay negociaciones formales ni una hoja de ruta clara. Todo dependerá de cómo evolucionen las conversaciones y de si ambas partes están dispuestas a hacer concesiones significativas.