China confirmó el martes la firma de un acuerdo de seguridad con las Islas Salomón, diciendo que tenía la intención de promover la paz y la estabilidad.
El pacto “no está dirigido a ningún tercero” y es “paralelo y complementario a los mecanismos de cooperación de seguridad bilaterales y multilaterales existentes” de las Islas Salomón, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
China se comprometió a ayudar a las Islas Salomón a «fortalecer su desarrollo de capacidades para mantener su propia seguridad», con áreas de cooperación que incluyen «mantener el orden social, proteger la vida y la propiedad de las personas, la asistencia humanitaria y la respuesta a desastres naturales», dijo Wang.
La Casa Blanca, que enviará esta semana una delegación estadounidense de alto nivel a la capital de las Islas Salomón, Honiara, dijo que estaba preocupada por «la falta de transparencia y la naturaleza no especificada» del pacto.
Funcionarios australianos dijeron que China parecía querer adelantarse a la llegada de la delegación estadounidense a Honiara, que según la Casa Blanca discutiría las preocupaciones sobre China, así como la reapertura de una embajada estadounidense.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo que el pacto fue firmado recientemente por el Consejero de Estado Wang Yi y el Ministro de Relaciones Exteriores de las Islas Salomón, Jeremiah Manele. No detalló dónde ni cuándo se llevó a cabo la firma.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, siglas en inglés) de la Casa Blanca dijo que la firma informada «sigue un patrón en el que China ofrece acuerdos vagos y oscuros con poca consulta regional en pesca, gestión de recursos, asistencia para el desarrollo y ahora prácticas de seguridad».
El NSC dijo más tarde que EEUU «intensificaría su participación en la región para enfrentar los desafíos del siglo XXI, desde la seguridad marítima y el desarrollo económico hasta la crisis climática y el COVID-19».
PREOCUPACIONES DE AUSTRALIA
A Canberra le preocupa que el pacto pueda ser un paso hacia una presencia militar china a menos de 2.000 km (1.200 millas) de las costas de Australia.
La ministra de Relaciones Exteriores, Marise Payne, dijo que Australia estaba «profundamente decepcionada» y siguió buscando detalles sobre los términos del acuerdo, señalando que China había anunciado la firma.
También expresó su preocupación por la falta de transparencia y dijo que el pacto tenía el «potencial de socavar la estabilidad en nuestra región».
La emisora nacional australiana ABC dijo que Sogavare planeaba hacer un anuncio en los próximos días.
Los funcionarios de las Islas Salomón habían rubricado previamente un pacto de seguridad con la Embajada de China que permitiría a la policía china proteger la infraestructura y el orden social, pero los ministros aún no lo habían firmado.
La semana pasada, Zed Seselja, ministro de Desarrollo Internacional y el Pacífico de Australia, visitó Honiara para pedirle a Sogavare que no firmara.
Greg Poling, un experto en seguridad marítima de Asia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, dijo que aún no estaba claro si se había finalizado un acuerdo.
“Entonces, la delegación de EEUU, al igual que la reciente delegación australiana que visitó, está tratando de convencer al gobierno de las Islas Salomón para que cambie de rumbo si es posible, o al menos para aclarar los detalles y los planes de implementación si no es así”, dijo.
«El lenguaje filtrado la semana pasada es bastante vago, por lo que hay mucho espacio para mitigar el daño al reducir la forma en que se implementará».
La semana pasada apareció en las redes sociales un memorándum filtrado que mostraba que Beijing le había dicho a las Islas Salomón en diciembre que quería enviar un equipo de 10 policías chinos con armas, incluido un rifle de francotirador y ametralladoras, así como dispositivos de escucha para proteger al personal de la embajada frente a disturbios en Honiara.
Un borrador separado filtrado de un pacto de seguridad incluía disposiciones para que la policía china protegiera a las empresas y la infraestructura, y para que los buques de guerra chinos se reabastecieran en Honiara.
El portavoz chino, Wang, desestimó la visita planeada de EEUU. «Los intentos deliberados de inflar las tensiones y movilizar a los bandos rivales también están condenados al fracaso», dijo.