
Para el arzobispo excomulgado se trata de elegir entre “un presidente conservador, que paga con su propia vida su lucha contra el Estado profundo, y un monstruo infernal que obedece a Satanás”.
Viganò dice que “para un católico no puede haber dudas: votar por Kamala Harris es moralmente inadmisible y constituye un pecado muy grave”. “Tampoco es moralmente posible abstenerse”, recuerda, “porque en esta guerra declararse neutral significa aliarse con el enemigo”.
Según él, las próximas elecciones no son simplemente una disputa entre dos candidatos, sino una elección entre «democracia y dictadura, entre libertad y esclavitud».
En la carta, Viganò destaca al candidato Donald Trump como una figura que, a pesar de sus «graves problemas en sus cargos», busca el bien común y la protección de las libertades fundamentales de los ciudadanos, incluyendo la libertad religiosa. Al contrario, describe al partido demócrata, encabezado por Kamala Harris, como promotor de ideas que «se oponen directamente a la Fe y la Moral de la Iglesia Católica».
“Nos quitan la luz del sol; os envenenan sembrando las nubes; arrasan vuestras aldeas y vuestros campos con huracanes mortales; matan vuestro ganado y secan vuestras cosechas con sequías inducidas e incendios devastadores”, señala. “Su objetivo es controlar todo el sector alimentario, obligarte a comer sólo lo que ellos ponen a tu disposición. Esto es lo que pide la Agenda 2030, que ha sido impuesta sin votación por las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial”.
Viganò pinta un panorama sombrío del país, describiendo las ciudades estadounidenses como «basureros llenos de criminales», y las escuelas como lugares de «adoctrinamiento y corrupción». También acusa a las corporaciones multinacionales de controlar el sistema sanitario y a las elites de manipular el clima y la economía, refiriéndose a estos hechos como parte de un supuesto plan de «geoingeniería» para controlar la humanidad.
En su crítica a la administración Biden-Harris, el arzobispo sostiene que EEUU ha sido gobernado por una «marioneta en la Casa Blanca» y una vicepresidenta «corrupta e incompetente». Asegura que el verdadero poder reside en el «Estado criminal profundo», el cual, según él, es responsable de la destrucción del país y busca perpetuar la crisis mediante nuevos escenarios de guerra.
Por ello, Viganò considera que “los EEUU de Trump pueden volver a ser grandes y prósperos”, mientras que “los EEUU de Harris están destinados a la invasión y a la destrucción moral, social y económica: la dictadura más feroz”.
“Donald Trump y Kamala Harris: no estamos hablando de dos visiones que son un poco diferentes pero que siguen siendo parte del tira y afloja político normal”, continúa Viganò. “Estamos hablando de dos mundos diametralmente opuestos e irreconciliables, en los que Trump lucha contra el Estado profundo y está comprometido a liberar a EEUU de sus tentáculos, mientras que en el lado opuesto tenemos a una candidata corrupta y chantajeada, una parte orgánica del Estado profundo, que actúa como un títere en manos de belicistas como Barack Obama y Hillary Clinton, de autoproclamados “filántropos” como los criminales George Soros y Klaus Schwab, o de personajes como Jeffrey Epstein y Sean Combs”.
Señala, así, que “su programa es el de la Izquierda Global, el Foro Económico Mundial, la Fundación Rockefeller, la Fundación Bill y Melinda Gates y, en última instancia, el programa de Vanguard, BlackRock y StateStreet”. Su agenda, asegura, “está dictada por la oligarquía financiera que controla a la humanidad en detrimento del pueblo: una élite que opera no sólo en Estados Unidos sino también en Canadá, Australia, Europa y dondequiera que la política sea rehén de sus fondos de inversión y sus pseudo-organizaciones humanitarias dedicadas a la destrucción de la civilización occidental”.