Smotrich calificó el acuerdo como una “catástrofe para la seguridad nacional de Israel”, argumentando que implicaría liberar a terroristas peligrosos, detener la ofensiva antes de tiempo y abandonar rehenes aún cautivos. Según declaró, su partido no apoyará ninguna tregua que no incluya garantías explícitas de que Israel podrá reanudar la guerra si Hamás incumple lo pactado.
El ministro también condicionó la permanencia de su formación en la coalición gubernamental a que se retome la ofensiva militar tras la primera fase del alto el fuego, subrayando que “Israel no puede rendirse ante el terrorismo” y que cualquier concesión sería “una señal de debilidad ante el enemigo”.
Llamado a ocupar Gaza
Las posiciones de Smotrich no son nuevas. Desde abril de 2025, el ministro ha insistido en la ocupación total de la Franja de Gaza, e incluso en la instauración de un gobierno militar israelí si fuera necesario.
En mayo de 2025, declaró públicamente: “Por fin vamos a ocupar la Franja de Gaza. Dejaremos de temerle a la palabra ‘ocupación’”, descartando cualquier retirada de los territorios conquistados “ni siquiera a cambio de rehenes”.
Más adelante, en julio y agosto de 2025, Smotrich propuso un plan de anexión gradual de Gaza, comenzando por la zona norte y expandiendo el control israelí semana a semana. En sus palabras, Gaza debería transformarse en parte “inseparable del Estado de Israel”.
Estas declaraciones consolidan su imagen como el principal representante del ala ultranacionalista dentro del gobierno israelí, decidido a oponerse a cualquier salida diplomática que no implique la derrota total de Hamás y la reconfiguración territorial de la Franja bajo control israelí.
Smotrich pertenece a un gobierno que dice luchar por la “seguridad de Israel”, pero cada vez que habla, sube la tensión con el resto del mundo. Su idea de la “paz verdadera” se parece más a una guerra sin fecha de vencimiento, donde el silencio solo se logra cuando ya no queda nadie que proteste.
Acá la lista de algunos de los llamados más destacados la ocupación total:
| Fecha | Lo que dijo |
|---|---|
| 19 de abril de 2025 | Pidió “ocupar la Franja de Gaza” e instaurar un “gobierno militar si fuera necesario”. Deutsche Welle |
| 5 de mayo de 2025 | En una entrevista y declaraciones públicas, dijo “Por fin vamos a ocupar la Franja de Gaza. Dejaremos de temerle a la palabra ‘ocupación’” y que “no habrá retirada de los territorios que hemos conquistado, ni siquiera a cambio de rehenes.” Europa Press |
| 28 de agosto de 2025 | Llamó a una anexión gradual de Gaza si Hamás no se rindiera, proponiendo que Israel comenzara a anexar partes de Gaza cada semana durante cuatro semanas. Al Jazeera |
| 22 de julio de 2025 | En la conferencia “The Gaza Riviera – from Vision to Reality”, dijo que Gaza debería convertirse en parte inseparable del Estado de Israel, empezando con una “anexión de seguridad” de la zona norte de Gaza, estableciendo asentamientos allí. The Times of Israel |
Ben Gvir también quiere ir por todo
El Ministro de Seguridad, Itamar Ben-Gvir, pidió reanudar la ofensiva “con la máxima fuerza”: reclamó al Primer Ministro que “ordene al ejército volver a combatir plenamente en la Franja de Gaza con máxima fuerza” para desmantelar a Hamás.
🇮🇱🇵🇸 Ministro de Seguridad Nacional de Israel, Ben-Gvir:
«Ahora que hemos recibido a los rehenes, debemos volver a la guerra y abrir las puertas del infierno sobre Gaza . pic.twitter.com/Ueasj46RQF
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) October 20, 2025
Habló de “conquistar, aplastar y ganar”: en su intervención insistió en que la política debe ser la de “conquistar, aplastar y ganar” contra la organización, es decir, una derrota militar total y sostenida. Relacionó la decisión con la liberación de rehenes: dijo que, “ahora que hemos recibido a los rehenes”, no hay razón para detener la presión y por eso hay que retomar la guerra; presentó la continuidad militar como condición para garantizar seguridad y justicia.
Presionó en el frente político-legal (pena de muerte / apoyo de su partido): en otra declaración del mismo día advirtió que su formación podría retirar su apoyo a la coalición si no avanzan medidas duras contra los “terroristas” —incluyendo impulsar la pena de muerte para ataques terroristas— y condicionó votos clave a esa agenda.
Su discurso tuvo eco y críticas donde medios internacionales lo reportaron como parte de un ala ultraderechista que busca anular el alto el fuego o limitarlo, y sus palabras generaron preocupación por un posible recrudecimiento de la violencia (por los reportes simultáneos de ataques y víctimas tras la ruptura parcial de la tregua). The Guardian
Tanto Smotrich (ministro de Finanzas) como Ben-Gvir (ministro de Seguridad Nacional) son líderes del ala extrema religiosa sionista. Defienden ideas que van más allá del nacionalismo tradicional israelí, promoviendo un Estado judío regido por principios bíblicos, con control absoluto sobre Cisjordania y Gaza, y sin concesiones al pueblo palestino.
Smotrich encabeza el partido Sionismo Religioso, que impulsa la anexión formal de Cisjordania y sueña con un Israel que abarque “del río al mar”. Y Ben-Gvir lidera Otzma Yehudit (Poder Judío), un partido heredero del movimiento kahaneísta, que en los 80 fue ilegalizado por racismo y promovía la expulsión de árabes de Israel.
Ambos tienen un historial de frases explosivas que no solo polarizan a los israelíes, sino que dañan la imagen internacional de Israel.
Smotrich llegó a decir que “no existen los palestinos”, y que el pueblo árabe de Cisjordania es un “error histórico” que debe corregirse.
Ben-Gvir, por su parte, tuvo fotos colgadas de Baruch Goldstein, el colono israelí que asesinó a 29 musulmanes en Hebrón en 1994.
(Después las quitó, pero el gesto lo persigue hasta hoy).
Sus discursos sobre “abrir las puertas del infierno sobre Gaza”, “aplastar al enemigo” u “ocupar sin miedo” parecen sacados de un manual de guerra perpetua más que de diplomacia.
Ambos ministros son parte esencial de la coalición de gobierno de Netanyahu, y usan ese poder para chantajear políticamente al primer ministro: “Si no seguís la guerra, nos vamos del gobierno”.
En la práctica, eso significa que Netanyahu no puede firmar un acuerdo de paz sin arriesgar su mayoría parlamentaria.
Por eso, muchos analistas dicen que Smotrich y Ben-Gvir tienen el timón moral (o inmoral) del gobierno, incluso más que el propio Netanyahu.
Smotrich y Ben-Gvir basan su discurso en una idea simple y poderosa: “Si no somos fuertes, desapareceremos”.
Y eso, en una sociedad marcada por el trauma y la guerra, vende bien políticamente. El problema es que ese mensaje los lleva a plantear una seguridad basada en la humillación del otro, en lugar de en la coexistencia. Y cada vez que hablan, sube la tensión entre israelíes y palestinos… y también dentro del propio Israel.




