Los anuncios se produjeron cuando la compañía registró una ganancia récord de más de U$S 160 mil millones en 2022 y Arabia Saudita, un aliado histórico de EEUU que ahora parece alejarse de Occidente y ha desarrollado vínculos más estrechos con Beijing en los últimos años.
Aramco adquirirá una participación del 10% en Rongsheng Petrochemical Co. Ltd de China, una compra valorada en 300 millones de dólares. En virtud de un acuerdo de venta a largo plazo, Aramco suministrará 480.000 barriles por día a la filial de Rongsheng, Zhejiang Petroleum and Chemical Co. Ltd., que posee y opera el mayor complejo de refinación y productos químicos de China.
“Este anuncio demuestra el compromiso a largo plazo de Aramco con China y la creencia en los fundamentos del sector petroquímico chino”, dijo en un comunicado el vicepresidente ejecutivo de Aramco, Mohammed Al Qahtani. “También promete asegurar un suministro confiable de crudo esencial para uno de Las refinerías más importantes de China”.
El domingo, Aramco anunció planes para construir una nueva refinería y un complejo petroquímico en el noreste de China a través de una empresa conjunta. Aramco, que tiene una participación del 30% en Huajin Aramco Petrochemical Company, suministraría 210.000 barriles por día de crudo al complejo.
Arabia Saudita ha cultivado lazos más estrechos con Rusia y China en los últimos años. A principios de este mes, Arabia Saudita e Irán acordaron restablecer los lazos diplomáticos por primera vez desde 2016 en un acuerdo negociado por Beijing, incluso cuando Riad anunció un contrato masivo para comprar aviones comerciales del fabricante estadounidense Boeing.