Alemania estaría planteando nacionalizar empresas energéticas como la principal empresa gasista del país, Uniper, para hacer frente a los problemas de liquidez de la empresa, según informa la agencia Bloomberg.
Las limitaciones de suministro de gas por parte de Rusia desde el inicio del conflicto han obligado a Uniper a firmar contratos con otras compañías como Woodside Energy para poder cubrir la demanda. El problema es que, como señala Bloomberg, los futuros del gas triplican el valor de los de hace un año y, por tanto, la garantía requerida para respaldar las operaciones comerciales pueden llegar “hasta niveles insostenibles”.
Esta situación ya llevó a que, en julio, la empresa solicitara un rescate al Gobierno alemán que, en el paquete de ayudas, incluyó una participación de propiedad del 30%. Sin embargo, los cortes de suministro de gas por parte de Rusia han intensificado la situación y Alemania se plantea aumentar su participación en Uniper hasta el 50%, acercándose a nacionalizar la empresa.
¿Cuáles son los motivos para que Alemania se plantee la nacionalización de energéticas?
La falta de liquidez sería el motivo que ha llevado al Ejecutivo de Alemania a considerar la nacionalización de las empresas energéticas como esta para garantizar el funcionamiento y continuidad del sistema energético. Según fuentes consultadas por Bloomberg, la administración del canciller Olaf Scholz estaría dispuesta a “inyectar más capital y aumentar su participación por encima del 50%” e incluso se podría estar planteando una nacionalización completa.
De esta manera, la participación estatal sería la mayoritaria. Por el momento, ni Uniper ni el Gobierno de Alemania se han pronunciado sobre esta posible nacionalización de energéticas. Sin embargo, el 5 de septiembre, en una entrevista también con Bloomberg, el director general de la gasista, Klaus-Dieter Maubach, reconoció que las pérdidas que suponen reemplazar los flujos del gas ruso podrían alcanzar los 7.000 millones de euros. “Esto obligaría al Gobierno a intervenir de nuevo para rescatar a la empresa”.
Tras el acuerdo firmado en julio entre el Gobierno germano y la compañía gasista, la línea de crédito de Uniper con el banco KfW aumentó de 2.000 millones de euros a 9.000. No obstante, un mes después, la empresa anunció haber utilizado todo el importe, reconociendo sus problemas de liquidez.
“La situación de liquidez de Uniper se ve afectada actualmente por dos factores: la reducción de las entregas de gas ruso y los aumentos significativos de los precios del gas y la electricidad asociados”, expone Uniper en un comunicado de finales de agosto, donde además calculaba que “el déficit en las entregas asciende ahora al 80%”.
¿Otros países europeos se plantean medidas similares?
La decisión de Alemania de nacionalizar parte de sus energéticas se asemeja a la que tomó Francia en verano. La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, anunció en la Asamblea Nacional la intención de adquirir el 100% de la compañía Electricidad de Francia (EDF) “ante las consecuencias de la guerra”. A diferencia de Alemania, el Estado galo ya tenía un 84% de la participación de la empresa, como recoge la página web de la misma.
El Ejecutivo español no se plantea por el momento nacionalizar las empresas energéticas del país. “Entiendo que la decisión del Gobierno francés responde precisamente a las dificultades que tienen en el ámbito nuclear”, apuntó la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Nacionalizar energéticas como han anunciado en Alemania o Francia sería complicado en España ya que, como explica Joaquim Vergés, profesor emérito de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), adquirir el control del mercado eléctrico en España (que se reparte entre tres compañías: Endesa, Naturgy e Iberdrola) costaría “varios miles de millones de euros”.