El político menciona que el tema de la seguridad en Europa es malo, por lo cual, instó a la comunidad ucraniana a “aumentar la resiliencia” respecto a la crítica situación de conflicto en el país.
«Muchos lo han dicho antes que yo, pero permítanme decirlo con la fuerza de mi cargo: podría haber una guerra en Suecia», dijo.
Mientras tanto, los ciudadanos han comenzado a comprar víveres y elementos de defensa ante el sorpresivo anuncio.
El ministro hace hincapié en que su país lleva más de 200 años sin llevar a cabo un conflicto armado dentro de su territorio, sin embargo, considera el conflicto ruso-ucraniano “una situación que se debe de tomar en serio”, principalmente por lo que él asegura, es un problema de seguridad internacional.
Bohlin inició su discurso sin intenciones de apelar al miedo y utilizó el ejemplo de la sociedad ucraniana, que se anticipó y preparó para la guerra en 2014, enfrentándose con unidad y resistencia total a la ofensiva de Vladimir Putin sobre Kiev.
Según Bohlin, la rapidez en la acción solo es posible si la gran mayoría comprende la magnitud de la situación.
Enfatizó que todos, desde trabajadores hasta altos cargos, deben considerar la posibilidad de la guerra y tomar medidas, como organizar refugios, planes de emergencia y asegurar suministros de agua y alimentos.
Expresó su preocupación por el hecho de que la modernización del sistema sueco de protección civil no se esté produciendo con la rapidez suficiente e instó a todos, desde directivos y concejales locales hasta ciudadanos particulares, a tomar medidas.
Advertir que quedarse de brazos cruzados no es una opción permitida, instando a todos a moverse.
Bohlin concluyó su discurso advirtiendo sobre el «mayor riesgo desde la Segunda Guerra Mundial».
Comentando la opinión de Bohlin en la emisora sueca SVT el lunes, el Comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del país Micael Bydén, dijo estar de acuerdo con lo dicho por el ministro.
Bydén, coincide en que Suecia podría enfrentarse pronto a una guerra e instaron ambos a aumentar la capacidad de resistencia, también entre la población civil.
«A nivel individual, hay que prepararse mentalmente», dijo Bydén, y añadió: «Se trata de una situación muy grave».
Suecia restableció el servicio militar obligatorio hace un año, tras su abolición en 2008, debido al deterioro de la seguridad internacional provocado por la guerra en Ucrania y junto con Finlandia, buscaron ingresar a la OTAN, marcando el fin de la histórica neutralidad sueca.