Aunque no hay forma de estar 100% seguro en este momento, dijo, es posible que más de 100 millones de personas en los EEUU tengan algún grado de daño cardíaco a causa de las vacunas, no miocarditis, pero daño cardíaco que será detectable con una prueba de troponina.
El Dr. Thomas Levy es un cardiólogo estadounidense y abogado. Es editor colaborador del Servicio de noticias de medicina ortomolecular y se desempeña como consultor de LivOn Labs.
Durante una entrevista con Steve Kirsch, habló sobre los efectos que tienen las proteínas de punta en el corazón. Recientemente ha publicado un ensayo titulado ‘Miocarditis: una vez rara, ahora común’, que formó la base de la discusión.
En octubre de 2022, la FAA cambió silenciosamente los parámetros del electrocardiograma (ECG) de los pilotos para adaptarse a las personas que tienen una lesión cardíaca, lo que sugiere que la vacuna puede haber causado que una gran cantidad de pilotos no pasen la prueba.
En su ‘Guía para médicos forenses de aviación’ actualizada, la FAA amplió los parámetros de ECG más allá del rango normal, desde un PR máximo de 0,2. Y no ampliaron el rango por poco, sino por mucho.
Esto puede ser una admisión tácita del gobierno de los EEUU de que la vacuna COVID ha dañado los corazones de los pilotos estadounidenses.
“El daño cardíaco, por supuesto, no se limita a los pilotos. Mi mejor conjetura en este momento es que más de 50 millones de estadounidenses sufrieron algún tipo de daño cardíaco a causa de la inyección”, afirmó Steve Kirsch.
Video de la entrevista con el Dr. Thomas Levy: