Los investigadores encontraron que las proteínas de pico de las inyecciones se acumulan en la médula del cráneo, las meninges cerebrales y el parénquima cerebral, lo que explica además que «la inyección de las proteínas de pico solo causó la muerte celular en el cerebro, destacando un efecto directo en el tejido cerebral».
Incluso mucho después de que haya pasado una prueba de COVID «positiva» y una infección, las proteínas de pico pueden continuar alojadas en el cerebro humano. Los investigadores dicen que estas proteínas de pico persistentes podrían contribuir a los síntomas neurológicos a largo plazo, como la «niebla» cerebral y la pérdida de tejido cerebral.
Resulta que numerosos estudios revisados por pares, incluso en 2021, revelaron que las proteínas de pico de las inyecciones se alojan en todo el cuerpo y permanecen allí, desactivando la telomerasa de una persona, causando un envejecimiento prematuro y una posible muerte.
Según los informes publicados en la base de datos VAERS, las vacunas contra el COVID-19 tienen varias complicaciones neurológicas locales y sistémicas que ocurren en diferentes personas, de leves a graves, según la edad, el sexo, los antecedentes de la enfermedad y la inmunidad preexistente. Las complicaciones suelen aparecer entre un día y un mes después de la inyección y suelen ser agudas, transitorias y autolimitadas, pero en casos graves requieren hospitalización y cuidados intensivos. Por otro lado, las mujeres tienen la mayor incidencia de complicaciones neurológicas porque inducen una respuesta inmunitaria más fuerte contra los antígenos extraños, lo que puede conducir a la selección de autoantígenos y provocar trastornos autoinmunitarios. Las reacciones adversas después de la segunda dosis de la vacuna se notifican más que en la primera dosis.
Los efectos neurológicos leves de la vacuna COVID-19 incluyen debilidad, entumecimiento, dolor de cabeza, mareos, desequilibrio, fatiga, espasmos musculares, dolor en las articulaciones y el síndrome de piernas inquietas, mientras que los temblores, el tinnitus y el herpes zoster son menos comunes. Por otro lado, las complicaciones neurológicas graves incluyeron parálisis de Bell, síndrome de Guillain-Barré (GBS), accidente cerebrovascular, convulsiones, anafilaxia y síndromes desmielinizantes como mielitis transversa y encefalomielitis aguda. Entre estos, la complicación neurológica más peligrosa causada por las vacunas COVID-19, especialmente las basadas en adenovirus, es la trombosis del seno venoso cerebral en mujeres en edad fértil.
Enlace al estudio completo aquí.