“Llevaron martillos a las gasolineras; también se fijaron con pegamento a obras maestras de museos y a carreteras muy transitadas. Se encadenaron a bancos, entraron a una pista de la Fórmula 1 y se amarraron a los postes de las porterías, mientras eran abucheados por decenas de miles de aficionados del fútbol inglés. Los activistas que durante el transcurso del año pasado realizaron estos actos provocadores a nivel mundial explicaron que les urgía dar a conocer el apremio de la crisis climática y que la manera más eficaz de hacerlo era en público mediante bloqueos en terminales petroleras e interrupciones de las actividades normales”[1].
Expuestos ante el mundo entero por los medios hegemónicos de comunicación a partir de sus ataques a obras de arte en museos durante las últimas semanas, Just Stop Oil es una coalición de grupos climáticos fundada en febrero de 2022, con sede en el Reino Unido, que trabajan de forma conexa para presionar al gobierno británico -entre otros gobiernos- a comprometerse a no firmar nuevas licencias y consentimientos para la exploración, desarrollo y producción de combustibles fósiles en el Reino Unido.
Estas operaciones, de gran impacto mediático, han situado el foco de atención sobre la organización, que emprendió su actividad hace de poco menos de diez meses. Pero “estos activistas comparten un respaldo económico inesperado: los herederos de dos familias estadounidenses que se volvieron muy acaudaladas con el petróleo.”[2] En su sitio web, el grupo afirma que la mayor parte de sus fondos provienen del Fondo de Emergencia Climática (CEF, por sus siglas en inglés), una organización constituida en el año 2019[3] en el Estado de Delaware, con sede legal en California, que provee de subvenciones y fondos económicos a grupos de activismo climático en todo el mundo. Por su condición legal de fundación tipo IRS 501(c)(3), la misma se encuentra exenta del impuesto federal sobre la renta. De esta manera, los fideicomisos, fundaciones y organizaciones benéficas aprovechan este estado para fines no lucrativos.
Aunque el Fondo de Emergencia Climática presenta una lista de pequeños donantes individuales, la mayor parte de su dinero proviene en realidad de cuantiosas donaciones, lo cual le posibilitó “haber financiado 39 organizaciones diferentes con más de $4 millones distribuidos entre ellas. Otros grupos notables que reciben fondos de ellos son Extinction Rebellion y Scientist Rebellion, los cuales se hicieron famosos por sus actos de desobediencia civil”.[4] Es por ello que no constituyen una casualidad las técnicas implementadas por Just Stop Oil para alcanzar repercusión mediática, en la medida en que “está dirigido por organizadores experimentados de Extinction Rebellion e Insulate Britain, que han llamado la atención en los últimos años por protestas disruptivas que incluyen pegarse a las carreteras principales”. [5]
En el año 2019, Aileen Getty puso en funcionamiento el Fondo para la Emergencia Climática a partir de una inversión de miles de dólares proveniente de la fundación que lleva su nombre, The Aileen Getty Foundation. El Fondo fue iniciado de manera conjunta por un pequeño grupo con una larga historia de filantropía ambiental: Trevor Neilson, un inversionista en tecnología limpia que cofundó Global Philanthropy Group; Rory Kennedy, la hija menor de Robert Kennedy y documentalista y Sarah Ezzy, quien actualmente administra la Fundación Aileen Getty y anteriormente dirigió el Grupo de Filantropía Global, entre otros. Sólo en ese año, Getty “ha donado $600,000 al Fondo de Emergencia Climática, que apoya a Extinction Rebellion”[6]. Las subvenciones han sido bienvenidas, dijo Roger Hallam, cofundador de Extinction Rebellion, en una entrevista telefónica desde Inglaterra con The New York Times[7]. Como la propia Getty mencionó: “financió el CEF, que a su vez otorgó subvenciones a activistas climáticos ‘involucrados en la desobediencia civil legal no violenta’, incluidos Just Stop Oil e Insulate Britain”[8]. Sólo en Gran Bretaña, la organización sin fines de lucro entregó a los activistas climáticos de Just Stop Oil casi $ 1 millón de dólares, mientras contribuyó a pagar a 40 manifestantes y organizadores[9].
Como explanó Margaret Klein Salamon, directora ejecutiva del fondo, CEF cuenta con la experiencia de movimientos sociales del pasado, que tuvieron éxito después de que los manifestantes llevaron a cabo manifestaciones en las calles, como así también con la experiencia de grupos ecologistas disruptivos como Earth First!, creado por David Foreman; Sierra Club, o GreenPeace en sus principios, cuando practicaba técnicas de sabotaje. Como expuso The New York Times, el Fondo de Emergencia Climática “financia a decenas de grupos de manifestantes que se dedican a interrumpir las operaciones normales de los negocios mediante la desobediencia civil, principalmente en Estados Unidos, Canadá y Europa”,[10] entre ellos, grupos como Juventud vs Apocalipsis, Red A22 (compuesto por Just Stop Oil), Defensores de la emergencia climática, 350 New Hampshire (subsidiaria de 350.org), ¡Huelga escolar! (la huelga climática mundial más grande de la historia, dirigida por jóvenes como Greta Thunberg: “CEF fue un financiador catalizador de los activistas jóvenes que organizaron la participación de EE. UU. en la huelga de septiembre de 2019”[11]), y gran diversidad de proyectos a nivel global y local, como Clima 2025, Proyecto publicitario sobre el clima, Proyecto de movilización climática o Soporte global de Extinction Rebellion[12]. “Hasta ahora, el fondo ha repartido más de siete millones de dólares con el propósito de hacer que la sociedad entienda la emergencia”, glosó Salamon a The New York Times[13].
Just Stop Oil “proviene económicamente del Fondo de Emergencia Climática, una organización estadounidense fundada en 2019[14] por diversos multimillonarios que, desde entonces, ha financiado 39 grupos de activistas. A la cabeza de la junta directiva del Fondo de Emergencia Climática encontramos a Aileen Getty, “nieta del magnate del petróleo J. Paul Getty, milmillonario estadounidense que hizo del crudo su principal fuente de ingresos. En concreto, fue el fundador de Getty Oil, una empresa petrolífera de Estados Unidos. Curiosamente, además de la fundación del gran grupo petrolífero, el padre de Aileen Getty también fue el creador del Museo J. Paul Getty, una galería de arte en California que cada año recibe la visita de más de 1,3 millones de visitantes. Durante un largo periodo de tiempo, J. Paul Getty fue el hombre más rico del mundo. El negocio del petróleo hizo que su hijo, el padre de Aailen Getty, John Paul Getty Jr, heredara un legado millonario. Además, durante su vida, donó más de 140 millones de libras esterlinas a causas artísticas y culturales. En concreto, la Galería Nacional recibió 50 millones de libras esterlinas por parte de J. Paul Getty. El petróleo y el arte han construido la fortuna de Aileen Getty. Un hecho que, a tenor de la polémica generada por los ataques a obras artísticas por parte de ‘Just Stop Oil’, ha propiciado las especulaciones de que estos ataques puedan ser parte de un plan orquestado […].”[15]
Por su parte, Extinction Rebellion “parece un movimiento libre al que le gustan los disfraces elaborados y las acrobacias extravagantes. De hecho, hay un método profundamente pensado debajo de su locura, aunque algunas de sus acrobacias han causado tensiones internas, y su mensaje es mortalmente serio. Y por mucho que tomó al mundo político por sorpresa, no estalló espontáneamente.”[16] Según el medio británico Daily Mail, Aileen Getty ha donado hasta mediados de octubre de 2022, un total de más de £ 800,000 ($ 1 millón de dólares) para financiar la acción directa de estos grupos, dinero que ha sido distribuido por el Fondo de Emergencia Climática, que ha subvencionado con más de £6.000.000 a grupos como Extinction Rebellion y Just Stop Oil. Según informa el propio medio, “esto ha provocado acusaciones de un parlamentario de que ‘millonarios extranjeros’ están financiando eco-mafias ‘para hacer su trabajo sucio sin ninguna intención de salir de las sombras y exponerse a la responsabilidad democrática’.”[17] Tim Loughton, exministro y miembro del Comité de Asuntos Internos, indicó: “Ya es suficientemente malo que estos individuos arrogantes y con derecho a sí mismos piensen que tienen algún derecho a perturbar las vidas de nuestros electores respetuosos de la ley que trabajan arduamente. Es un insulto a la lesión que los millonarios extranjeros los financien para hacer su trabajo sucio sin ninguna intención de salir de las sombras y exponerse a la responsabilidad democrática”[18].
A decir verdad, la “rebelión internacional”[19] implementada en octubre de 2019 por Extintion Rebellion requiere organización, comunicación, un discurso político compartido y una lista de demandas análogas, a pesar de que la organización alegue ser un “movimiento descentralizado, internacional y políticamente no partidista”[20]. Pero en un nivel más prosaico, requiere dinero. Por muy cívicos que sean los manifestantes, también necesitan comer. Parte de ese dinero proviene de una fuente nueva y sorprendente.
Tal como lo resume The New York Times: “Es posible que se pregunte: ‘¿Quién ayuda a pagar este activismo?’ La respuesta, en parte, son los descendientes de algunas de las familias más famosas de Estados Unidos, incluidos los Kennedy y los Getty”.[21] La nota hace explícita referencia a Rory Kennedy (hija del exsenador estadounidense Robert F. Kennedy) y Aileen Getty (nieta del exempresario petrolero estadounidense Jean Paul Getty), quienes formaron el Fondo de Emergencia Climática, del cual también forma parte Trevor Neilson, cofundador y expresidente del Fondo para la Emergencia Climatica y fundador de WasteFuel, compañía de combustibles “limpios”, a la vez que socio de Bill Gates, además de Co-Fundador y Miembro de la Junta de Deuda, SIDA, Comercio en África con Bill Gates, Bono y George Soros; Director de Asuntos Públicos y Proyectos Especiales de la Fundación Bill y Melinda Gates, responsable de la concesión de subvenciones, relaciones gubernamentales, asuntos públicos; Actualmente, Neilson es miembro de la Iniciativa Global Clinton y el Council on Foreign Relations[22], además de trabajar en el World Economic Forum.
El Fondo para la Emergencia Climática de Getty ha donado cientos de miles de dólares a Extinction Rebellion, lo cual, como titula Le Monde, tiene a la “multimillonaria orgullosa de financiar acciones dramáticas de activistas ambientales”[23]. La fundación de Getty incluso promociona su apoyo a Extinction Rebellion por medio de su sitio web, donde reconoce que “las voces activistas han cobrado fuerza en los últimos meses. Jóvenes activistas liderados por estudiantes como Greta Thunberg y grupos disruptivos como Just Stop Oil y Extinction Rebellion exigen que los líderes digan la verdad sobre la emergencia climática y actúen en consecuencia. CEF reconoce que se nos acabó el tiempo y que la única forma de forzar un cambio es alterar el statu quo a través de acciones directas legales y no violentas”[24].
La última protesta de gran repercusión por parte de Just Stop Oil -en la cual se revistió de sopa de tomate a una de las piezas artísticas de la pintura postimpresionista de la obra “Los girasoles”, elaboradas por el retratista y paisajista Vincent van Gogh-, “es solo la última financiada por el Fondo de Emergencia Climática. […] La organización dijo que buscará aprovechar el impacto de la sopa de Van Gogh para apoyar más protestas en Europa y Estados Unidos. […] El Fondo de Emergencia Climática ha entregado más de $ 4 millones a docenas de organizaciones climáticas este año (Just Stop Oil es el mayor beneficiario, recibiendo $ 1,1 millones), lo que ayudó a desencadenar una ola de protestas inusuales en toda Europa. Los activistas se pegaron a La última cena de Leonardo da Vinci en Londres y a una estatua de Umberto Boccioni en Milán, dañaron las bombas de combustible, corrieron a la pista del Gran Premio de Gran Bretaña e incluso fueron atados a un poste de la portería durante un partido de la Premier League. […] Estas sorprendentes protestas son aún más notables porque han sido financiadas en parte por una heredera del petróleo. […] Entre miles de otros donantes más pequeños al fondo, varias otras figuras prominentes han hecho contribuciones importantes: Abigail Disney, descendiente de la familia Disney, ha donado $200,000 y Adam McKay, director de la oscura película satírica sobre el clima Don’t Look Up, ha prometido $ 4 millones.”[25]
Sólo en el año 2022, el Fondo para la Emergencia climática ha otorgado subvenciones de $4.500.000[26] “a activistas en 25 países, incluidos el Reino Unido, los EE. UU., Australia, Canadá, Francia, Alemania y Suiza. Se ha centrado particularmente en el Reino Unido”. Margaret Klein Salamon, Directora ejecutiva del Fondo, corroboró las subvenciones de cientos de miles de dólares a Just Stop Oil. Por su parte, Extinction Rebellion recibió “alrededor de $200,000 del fondo este año, dijo. […] CEF ha destinado 1,3 millones de dólares de sus donaciones a un ‘levantamiento de primavera’ para revivir el movimiento de protesta climática. […] CEF operaba como capital de riesgo, según Salamon, buscando pequeños grupos que pudieran beneficiarse enormemente de donaciones de $50,000 a $100,000 que apenas marcarían la diferencia para las organizaciones benéficas ambientales más grandes.”
Si bien el seguimiento de los fondos del CEF es complicado, pues las cuentas denotan que el dinero del fondo procede de compañías ficticias[27], sus principales donantes son Schwab Charitable Fund, Marin Community Foundation y Earthsense Foundation, organizaciones nebulosamente definidas, comprometidas con la acción ambiental, que no logran generar los fondos que desembolsan. Rastrear el dinero a través de estas fundaciones y fondos se convierte en una cadena interminable –de manera deliberada o no-, que obscurece el trasfondo del activismo climático. La organización hermana de Just Stop Oil, Extinction Rebellion, es financiada por los Getty, los Kennedy y familias multimillonarias. Rory Kennedy (hija de Robert F. Kennedy), es miembro del directorio de CEF. Aunque constituida en Delaware, CEF tiene su dirección legal en California. Las figuras principales de CEF son miembros de la élite del cine y la publicación. Los donantes adinerados de Extinction Rebellion incluyen organizaciones como Lush Cosmetics y Children’s Investment Fund Foundation. Un dato no menor, en este sentido, es que, al estar catalogadas como fundaciones benéficas, se hayan exentas de impuestos y están reguladas por la Comisión de Caridades de Inglaterra (CCE). Debido a su condición legal, está prohibido que las organizaciones benéficas participen en campañas políticas. Empero, a pesar de representar un ilícito que estas organizaciones participen activamente en campañas políticas, las organizaciones suelen infringir esta normativa.
Entre los principales financistas de Extinction Rebellion, encontramos a Chris Hohn, creador de Children Investments Fund Foundation (el departamento de filantropía de TCI), y reconocido administrador de fondos de cobertura quien tiene vínculos con otras reconocidas ONG’s ecologistas, y personajes como Greta Thunberg, además de ser “el segundo máximo accionista de Aena, la infraestructura que da soporte al tráfico aéreo de España y de otros países del mundo”[28]. A su vez, Children Investments Fund Foundation forma parte de la European Climate Foundation, lobby compuesto de distintas asociaciones que promueve políticas energéticas y climáticas para lograr los objetivos del Acuerdo de París, entre otras organizaciones como Ikea Foundation, representante de la firma sueca de mobiliarias más grande del mundo, además de ser financiada por distintas fundaciones del ala izquierdista del poder financiero mundial, entre las cuales descollan tanto la Rockefeller Brothers Fund[29] -financista de vastedad de ONG’s ecologistas en el mundo, como Greenpeace[30] o The Climate Group, a su vez financiada nada menos que por el Banco Mundial[31]-, perteneciente a la misma familia que durante décadas ha lucrado con la contaminación y la constitución de monopolios petrolíferos, como la Growald Family Fund, erigida por Eileen Rockefeller Growald, hija menor de David Rockefeller.
Durante los últimos años, Hohn “ha inyectado más de £4 mil millones en su organización benéfica personal para niños y […] ha asumido una segunda causa: la crisis climática, prometiendo utilizar los $ 44 mil millones de inversiones de TCI para ‘forzar el cambio en las empresas que se niegan a tomar en serio sus emisiones ambientales’”. A día de hoy, “Hohn es el mayor donante individual de Extinction Rebellion (XR), que ha organizado protestas climáticas de alto perfil en todo el mundo.”[32] “Hohn recaudó $ 479 millones (£ 343 millones) en pagos de dividendos anuales de su fondo The Children’s Investment (TCI) en el día de pago personal más grande jamás realizado en el Reino Unido después de duplicar las ganancias en su fondo de cobertura Mayfair […]. Hohn […] inyectó dinero en Extinction Rebellion (XR), la campaña de “interrupción respetuosa” que ha organizado sentadas de protesta de alto perfil en todo el mundo.”[33] A principios de este año, The Guardian informó que Hohn “está usando su riqueza para apoyar al grupo. […] También es el fundador de Children’s Investment Fund Foundation, que gasta mucho en activismo climático”. Asimismo, Extinction Rebellion recibe dinero de la Fundación de David Suzuki -considerado por muchos como “el padrino del movimiento ambiental canadiense”[34]-, que ha recibido un importante apoyo financiero de Rockefeller Brothers Fund, uno de los grupos clave que respalda estos movimientos a lo largo del mundo: Desde el año 2000 al 2010, la Fundación David Suzuki ha recibido $US-955,000 del Fondo de los Hermanos Rockefeller, al mismo tiempo que miles de dólares anuales destinados desde la Rockefeller Brothers Fund, uno de los grupos clave que respaldan las campañas de activistas y litigios[35] contra la industria energética. Más recientemente, la fundación recibió un total de 1,5 millones de dólares de la Fundación David & Lucile Packard[36], 1,8 millones de dólares de la Fundación William & Flora Hewlett[37], 1,7 millones de dólares de la Fundación Gordon & Betty Moore y $US-930,000 de la Fundación Bullitt[38].
Por su parte, Rebecca Rockefeller Lambert y Peter Gill Case, miembros de la familia Rockefeller, desembolsarán a lo largo de diez años un total de $30.000.000 de dólares en The Equation Campaign, organización que fundaron en 2020 para brindar respaldo financiero y asesoramiento legal a quienes intentan detener la expansión de los combustibles fósiles[39]. En particular, la misma “recauda dinero y otorga subvenciones para apoyar estrategias e iniciativas que interrumpen la influencia de la industria del petróleo y el gas y construyen el poder de los movimientos y las personas en la línea del frente”[40]. Como fundación mutualista de Just Stop Oil en Reino Unido, Equation Campaign es una organización “que brinda apoyo económico y defensa jurídica a las personas que viven cerca de los oleoductos y las refinerías, y que están tratando de detener el aumento de los combustibles fósiles mediante métodos que incluyen la desobediencia civil, comparte estos objetivos con el Fondo para la Emergencia Climática. Sorpresivamente, ambas organizaciones están respaldadas por las familias que hicieron su fortuna gracias al petróleo y cuyos descendientes sienten la responsabilidad de revertir el daño causado por los combustibles fósiles. […] La organización Equation Campaign inició sus labores en 2020 con un compromiso de 30 millones de dólares, a distribuirse a lo largo de 10 años, por dos integrantes de la familia Rockefeller, Rebecca Rockefeller Lambert y Peter Gill Case. John D. Rockefeller fundó Standard Oil en 1870 y se convirtió en el primer multimillonario de Estados Unidos. Sorpresivamente, ambas organizaciones están respaldadas por las familias que hicieron su fortuna gracias al petróleo y cuyos descendientes sienten la responsabilidad de revertir el daño causado por los combustibles fósiles. Aileen Getty, cuyo abuelo constituyó Getty Oil, ayudó a fundar el Fondo para la Emergencia Climática y, hasta ahora, ha otorgado un millón de dólares. La organización Equation Campaign inició sus labores en 2020 con un compromiso de 30 millones de dólares, a distribuirse a lo largo de 10 años, por dos integrantes de la familia Rockefeller, Rebecca Rockefeller Lambert y Peter Gill Case. John D. Rockefeller fundó Standard Oil en 1870 y se convirtió en el primer multimillonario de Estados Unidos.”[41]
Resulta interesante destacar, en este sentido, que The Equation Campaign, que cuenta entre sus financiadores directos a fundaciones como Open Society Foundations, David Rockefeller Fund, The JPB Foundation, MacArthur Foundation, Rachel’s Network y Rockefeller Brothers Fund, y entre los socios que realizan subvenciones alineadas, encontramos a Aileen Getty Foundation, David Rockefeller Fund, Overbrook Foundation, Rockefeller Family Fund, Wallace Global Fund, entre otras[42], no solo financia a cientos de movimientos ecologistas en todo el mundo[43], sino también a movimientos que presionan en áreas puntuales como finanzas, medios, leyes y política. De hecho, Equation Campaign ha financiado a medios periodísticos de gran relevancia como The Guardian, a través de su financiamiento a su organización sin fines de lucro, “Guardian.org”[44]. Como explanó el lingüista estadounidense Noam Chomsky, “el propósito de los medios masivos […] no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante”[45], y bien se ha dicho que “quien controla la prensa, controla el mensaje”; pues bien, parece ser que hoy día no hay mejor forma de controlar el mensaje que mediante el financiamiento de quienes lo redactan. Como expuso el medio AP, que “The Associated Press dijo […] que está asignando a más de dos docenas de periodistas en todo el mundo para cubrir temas climáticos, en la mayor expansión de la organización de noticias pagada a través de subvenciones filantrópicas. El anuncio ilustra cómo la filantropía se ha convertido rápidamente en una nueva e importante fuente de financiamiento para el periodismo. El nuevo equipo de la AP, con periodistas con sede en África, Brasil, India y Estados Unidos, se centrará en el impacto del cambio climático en la agricultura, la migración, la planificación urbana, la economía, la cultura y otras áreas. Se incluyen periodistas de datos, texto y visuales […]. Cinco organizaciones están contribuyendo al esfuerzo: la Fundación William y Flora Hewlett, el Instituto Médico Howard Hughes, Quadrivium, la Fundación Rockefeller y la Fundación de la Familia Walton. […] Durante muchos años, los periodistas y los filántropos fueron más cautelosos el uno del otro. Las organizaciones de noticias estaban preocupadas por mantener la independencia y, hasta las últimas dos décadas, financieramente lo suficientemente seguras como para no necesitar ayuda. Los filántropos no vieron la necesidad, o cómo los periodistas podrían ayudarlos a alcanzar sus metas”[46].
En este sentido, es importante comprender que “las decenas de pequeñas y medianas asociaciones ecologistas que están tratando de concienciar al mundo de la necesidad de un cambio inmediato y radical para salvar el planeta están financiados principalmente por dos grandes organizaciones sin ánimo de lucro: el Fondo de Emergencia Climática y la Campaña Ecuación. A su vez, estas dos organizaciones, que sostienen docenas de asociaciones ecoactivistas que actúan principalmente en Estados Unidos, Canadá y Europa, están sustentadas económicamente con el dinero de los hijos de estas dos grandes familias petroleras de Estados Unidos, por paradójico que parezca”[47].
Resultado de los acontecimientos que tuvieron lugar en octubre de 2019, cuando Extintion Rebellion tomó notoriedad mundial, titulares de los medios más significativos del Reino Unido calificaron sus movilizaciones y protestas como “revolucionarias”[48]. Empero, esta calificación resulta, cuanto menos, controversial, en la medida en que, en cifras correspondientes al tercer trimestre de 2019, Extinction Rebellion estaba “pagando a los activistas hasta £ 400 por semana para liderar las protestas que han traído el caos a las calles de Gran Bretaña […]. Los manifestantes han recibido pagos por un total de más de 70.000 libras esterlinas solo en cuatro meses.”[49] Como expuso el medio británico Daily Mail en el año 2019, “un dossier de archivos de XR revela el funcionamiento interno del movimiento de protesta y sus finanzas. Ellos muestran cómo: A los activistas se les ha pagado más de £ 200,000 desde el inicio del esquema; El coste de los pagos está aumentando en ‘al menos 40.000 libras esterlinas al mes’; Los activistas se están enfocando en ‘individuos de alto poder adquisitivo’ para obtener más fondos; Gastaron £ 5,000 en una gira de campamento por Europa para miembros clave. Las revelaciones se producen cuando el número de activistas arrestados en las protestas actuales de XR se acerca a 1300”.[50] Y toda esa infraestructura, logística y viáticos, gracias a los millones de dólares llegados desde California, correspondientes a dos de las familias herederas más importantes de la industria petrolífera.
Resulta sumamente paradójico que uno de los lemas de Just Stop Oil sea “Join the Revoilution”, articulando un juego de palabras entre “revolución” y “petróleo”, cuando su principal fuente de financiamiento proviene justamente de una de las dos de las familias petroleras más importantes de la historia. Si bien es cierto que “existen algunas pruebas de que los nuevos grupos de manifestantes contra el cambio climático han tomado impulso. Los investigadores revelaron que tanto Extinction Rebellion como Sunrise Movement habían tenido una gran participación en la concientización y el impulso de las políticas para combatir el cambio climático”[51]. Empero, independientemente de lo que comuniquen organizaciones como Just Stop Oil o Extinction Rebellion respecto de su llamativa irrupción, la evidencia es contundente: su principal fuente de financiamiento son las subvenciones de millonarios, cuasi-organizaciones benéficas y fundaciones que se encuentran en las sombras del activismo político, pero no su activismo de base.
En este sentido, la ola de protestas mundiales contra el cambio climático está siendo financiada en gran medida por el Fondo de Emergencia Climática, sufragado por algunas de las familias más ricas de los Estados Unidos[52]. Los objetivos autoproclamados de estas organizaciones y sus patrocinadores millonarios son eludir la política e implementar medidas radicales sobre la población mundial sin consultar democráticamente de manera previa[53]. Como afirma Just Stop Oil: “Estamos dispuestos a participar en la Acción Directa No Violenta dirigida a la infraestructura de petróleo y gas del Reino Unido en caso de que el Gobierno no cumpla con nuestra demanda”[54]. Para ello, en plena pandemia de 2020, en un marco en el cual Gran Bretaña transitaba su peor recesión en 300 años y, ante la posibilidad de protestar en las calles, se filtró el complot de Extinction Rebellion para “sabotear la economía” británica organizando huelgas de alquiler, suspendiendo el pago de impuestos y tomando préstamos bancarios que no tenía la intención de pagar, con el fin de “desafiar directamente los principios fundamentales que rigen nuestras economías nacionales y globales”, intentando legitimar la protesta arguyendo que “nuestro sistema económico está causando cáncer en nuestro planeta”[55].
Ante ello, surge la pregunta respecto de qué pensarán las autoridades británicas acerca de que dos herederas de las grandes fortunas petrolíferas norteamericanas financien a estos grupos disruptivos y terroristas en su país, entendiendo el término “terrorismo” como la “actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”. Lo cierto es que, el 22 de octubre de 2022, el gobierno británico prohibió el permiso para fracturar hidráulicamente en el Reino Unido[56] (fracking) gracias, entre otras cosas, a la presión ejercida por los militantes de Just Stop Oil y Extinction Rebellion, que durante las semanas postremas toman las calles con disturbios públicos financiados con millones de dólares llegados desde California. En este sentido, resulta prudente preguntarse si también prohibirán a las empresas británicas realizar esta actividad en el resto del mundo subdesarrollado. No sea que, como en otras ocasiones, ellos prohíban actividades “contaminantes” en su territorio, que después sus empresas desarrollan en países subdesarrollados.
De las dos organizaciones ecologistas del momento, Just Stop Oil y Extinction Rebellion, esta última recibe mucho dinero de Chris Hohn -socio de Greta y, al igual que ésta-, también recibe dinero de la Fundación Suzuki, que ha recibido un importante apoyo financiero de Rockefeller Brothers Fund, uno de los grupos clave que respalda estos movimientos a lo largo del mundo. Sin mencionar que, en el caso de Just Stop Oil, tanto Aileen Getty (nieta del magnate del petróleo J. Paul Getty) como Rebecca Rockefeller Lambert (nieta del magnate más importante del petróleo) son dos de sus más grandes financistas y, en el caso de Getty, miembro directivo de la organización. Resulta cuanto menos llamativo que, dos de las familias más importantes del petróleo norteamericano, hoy en día financien actividades terroristas en contra de las energías fósiles en Reino Unido.
Ya en la década de 1970, cuando describía el presunto interés que comenzaban a demostrar diversas instituciones, como la Fundación Ford, respecto a la cuestión ecológica y la “necesidad de detener el crecimiento” en la economía del sistema capitalista, supo conjeturar el célebre pensador André Gorz un hecho que constituiría un doble objetivo: “El primero […] desarticular el debate ecológico apropiándose de ciertos temas y sirviéndose de ellos como coartada. […] Más allá de esta estratagema táctica, puede discernirse un segundo objetivo, más ambicioso: preparar a algunos grupos o ramas particulares de la industria capitalista para la crisis que significaría la detención del crecimiento material (a fin de hacer de dichos grupos o ramas los organizadores y beneficiarios de esta crisis)”. Gorz concluía que “muy pronto ellos tendrán el monopolio de los equipos contra la contaminación, de redimensionamiento y de producción no contaminante”. Luego, “revenderán esos equipos a un precio ‘competitivo’ a sus propias filiales, y a un precio […] más elevado, a sus otros clientes, asegurándose así una sobreganancia”[57].
Sabido es “cómo los Rockefeller fabricaron la campaña de responsabilidad climática”[58], financiando activistas, organizaciones de medios, entidades legales, empresas de relaciones públicas e incluso los estudios académicos utilizados para reforzar la campaña y la acción legal, impulsando litigios contra compañías energéticas para “desarrollar y aplicar un enfoque de ley de responsabilidad extracontractual al calentamiento global que requerirá que los principales emisores de gases de efecto invernadero y las compañías de combustibles fósiles internalicen los costos de sus contribuciones al calentamiento global”[59]. Desde el principio, la campaña #ExxonKnew ha sido organizada y financiada por los Rockefeller, cuyos recursos también “han apoyado a los activistas contra los combustibles fósiles que quieren que las compañías de petróleo y gas natural ‘paguen’ por el cambio climático. Aunque la campaña se ha estancado en gran medida, no ha sido por la falta de diversos enfoques por parte de los Rockefeller, desde el ‘periodismo’ pagado hasta las investigaciones estatales y ahora las demandas municipales”[60].
El ejemplo más reciente de política climática promocionada por los Rockefeller es la iniciativa de créditos de carbono de la COP27, la cual fue “diseñada por Bezos Earth Fund y la Fundación Rockefeller en asociación con generadores de contaminación como PepsiCo y Microsoft, [y] tiene como objetivo crear un instrumento comercializable que una jurisdicción podría aprobar en función de las reducciones de carbono”[61].
La misma implica afrontar un costo económico increíblemente elevado para muchos competidores en la industria energética, de manera que se torna indubitable que no podrán afrontar los costos y resultar competitivos y eficientes al mismo tiempo. Lo cual evidencia que muchos de los competidores quedarán afuera del mercado, generando así un oligopolio en el cual haya cada vez menos competencia y cada vez mayor concentración de ganancias para unos pocos competidores. Estas familias pronto tendrán el oligopolio de los equipos contra la contaminación, de producción “sustentable”; licencias y firmas verdes; Sellos “eco-friendly”. Luego, revenderán esos equipos a un precio “competitivo” a sus propias filiales, y a un precio más elevado a sus otros clientes generando así un oligopolio y sobreganancia. Desde hace años, la familia Rockefeller ha impulso variedad de legislaciones ambientales para presionar a las empresas energéticas a reemplazar sus actuales fuentes por energías renovables, en las cuales susodicha familia ha invertido mucho capital. Al mismo tiempo, han dedicado mucha atención a la militancia política climática, a la cual ha financiado para ejercer presión sobre compañías energéticas y petroleras, a fin de conseguir que las mismas deban renovar sus formas y maquinaria de producción.
Por otra parte, si hay algo característico de la globalización es la imposición de legislaciones de gran similitud entre países diferentes. No obstante, la imposición de medidas promovidas por entes privados, puede, algunas veces, verse obstaculizada por la intervención de individuos, periodistas o investigadores, etcétera, que alertan al público de los intereses que por detrás de tales acciones se esconden. En este sentido, en vez de financiar a un grupo de burócratas para hacerse de su apoyo incondicional, ¿qué mejor estrategia que una que permite asegurarse del apoyo, no sólo de una porción significativa de integrantes de este último grupo, sino también, de uno que, de ser convencido, exigirá la toma de estas medidas? Financiar burócratas es una forma de consecución que siempre presenta riesgos, entonces, ¿qué mejor que convencer a la sociedad, al conjunto de individuos que deberá, a la postre, acatar tales medidas?[62]. En otras palabras, ¿qué mejor estrategia para los grandes centros de poder, para imponer su agenda, que convencer a la sociedad de que la toma de las medidas que ellos promueven y les beneficia, son la condición sine qua non de posibilidad de “proteger” al medio ambiente en el que ellos y sus familias viven?
Se ha dicho que “por paradójico que parezca, el sostén económico de docenas de grupos de activistas ecologistas se encuentra en inversiones realizadas por herederos de estas dos grandes familias petroleras”[63]. Empero, nada de paradójico hay en ello: familias como los Getty y los Rockefeller Growald, históricamente emparentadas con la industria petrolífera, ciertamente han desfinanciado esta actividad durante los últimos años. Empero, parte significativa de sus inversiones están destinadas a preparar a algunos grupos y ramas de la industria capitalista de las que son parte significativa, para ser los organizadores y beneficiarios de la nueva economía verde en formación[64]. Cuando a fines de 2014 el Fondo de los Hermanos Rockefeller notificó públicamente “que abandonarán el negocio del petróleo y se meterán de lleno en el de las llamadas energías verdes. […] El anuncio fue hecho por el presidente del Fondo de los Hermanos Rockefeller, Stephen Heintz, quien precisó que los negocios petroleros –en empresas como Chevron o Exxon Mobil– constituyen actualmente el 7% de los 860 millones de dólares en activos que tiene la familia. ¿Cuál fue el argumento? Valerie Rockefeller Wayne, tataranieta del fundador de Standard Oil, dijo ante la prensa que se trataba de «un imperativo moral para preservar un planeta saludable». Sin embargo, y como era de esperar para un clan integrado por empresarios y dirigentes de renombre que influyen sobre la agenda internacional, las razones políticas y económicas tienen mayor peso. Lo reconoció el propio Heintz, quien no dio argumentos ecologistas cuando fue consultado por el The Washington Post. «Estamos convencidos de que si John Davison Rockefeller estuviera vivo hoy, como el astuto empresario que era y que vislumbraba el futuro, dejaría atrás los combustibles fósiles para invertir en energía limpia y renovable», afirmó Heintz sobre el creador del imperio Rockefeller. Los Rockefeller, además, edificaron su imperio en base a las buenas relaciones que forjaron con el establishment mundial. Sin ir más lejos, fueron impulsores de la creación, en 1954, del Grupo Bilderberg, que nuclea a los magnates más importantes del mundo y a los políticos más influyentes de las potencias internacionales. […] Sin embargo, y a pesar de su presunta faceta ambientalista, los Rockefeller no sólo tienen presencia en instituciones financieras como JP Morgan y el City Bank, sino que además son accionistas de Exxon Mobil, una de las mayores petroleras del mundo. La multinacional es conocida por los suculentos ingresos que consigue todos los años gracias a la explotación de crudo, pero también por ser una de las que más denuncias recibió por contaminación ambiental. Por lo visto, existe un abismo entre la actual postura del «planeta saludable» y los negocios que, desde fines del siglo XIX, llenan los bolsillos de los Rockefeller. Una contradicción que se evidencia también en el ámbito político”[65].
[1] Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[2] Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[3] Recuperado de: https://www.causeiq.com/organizations/climate-emergency-fund,842151545/#financials
[4] Silkoff, S. (15 de octubre de 2022). Just Stop Oil: ¿Está el movimiento climático con sede en el Reino Unido en el bolsillo de los multimillonarios del petróleo?. The Jerusalem Post. Recuperado de: https://www.jpost.com/environment-and-climate-change/article-719750
[5] The Independent. (26 de octubre de 2022). Recuperado de: https://www.independent.co.uk/climate-change/news/who-funds-just-stop-oil-b2210795.html#:~:text=Just%20Stop%20Oil%20are%20a,gluing%20themselves%20to%20main%20roads
[6] The Times. (7 de septiembre de 2019). El dinero del petróleo de Getty va a Extinction Rebellion. Recuperado de: https://www.thetimes.co.uk/article/getty-heiress-donates-500-000-to-extinction-rebellion-q2ftdb2m7
[7] The New York Times. (27 de septiembre de 2019). Meet the Millionaires Helping to Pay for Climate Protests. Recuperado de: https://www.climateemergencyfund.org/press/new-york-times/2020-09-22
[8] Hale, B. (23 de octubre de 2022). ¿Por qué la heredera de los miles de millones de petróleo de Getty que financian a los ecomaníacos está empeñada en la disrupción? La nieta del magnate de los combustibles fósiles es una destacada partidaria de los fanáticos verdes que causan el caos en las carreteras y desfiguran obras de arte de valor incalculable. The Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-11346663/Fossil-fuel-tycoons-granddaughter-prominent-backer-green-zealots-causing-chaos-roads.html
[9] Gant, J. (10 de agosto de 2022). Compensación de la culpa: los descendientes de los barones del petróleo multimillonarios con mentalidad ecológica están PAGANDO a cientos de activistas $ 25,000 al año para protestar en todo el mundo porque sienten ‘una obligación moral de volver a poner al genio en la botella’. The Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-11099581/Three-oil-scions-PAYING-hundreds-eco-activists-25-000-year-professional-protesters.html
[10] Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[11] Ver en https://www.climateemergencyfund.org/2021-grants
[12] Ver en https://www.climateemergencyfund.org/grants
[13] Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[14] Ver https://www.climateemergencyfund.org/
[15] Mangas, M. (24 de octubre de 2022). ‘Just Stop Oil’, el grupo activista financiado por la nieta de un multimillonario magnate del petróleo. La Sexta. Recuperado de: https://www.lasexta.com/noticias/economia/just-stop-oil-grupo-activista-financiado-nieta-multimillonario-magnate-petroleo_2022102463567d7bf95da00001fbb8e3.html
[16] Lester Feder, J. (12 de julio de 2019). Extinction Rebellion cerró Londres para impactar a la gente para que se enfrente a la realidad del cambio climático. Eso fue solo el comienzo. Buzz Feed News. Recuperado de: https://www.buzzfeednews.com/article/lesterfeder/extinction-rebellion-summer-uprising
[17] Lodge, M. (20 de octubre de 2022). La heredera de la dinastía petrolera multimillonaria Getty ‘dona $ 1 millón’ a… Just Stop OIL: Indignación cuando el ‘millonario extranjero’ financia a la mafia ecológica ‘perturbando la vida de los trabajadores británicos’. The Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-11335639/Heiress-billionaire-Getty-oil-dynasty-donates-1M-Just-Stop-OIL.html
[18] Hymas, C. (19 de octubre de 2022). Just Stop Oil financiado por un grupo financiado en parte por la heredera del petróleo. The Telegraph. Recuperado de: https://www.telegraph.co.uk/news/2022/10/19/just-stop-oil-bankrolled-non-profit-funded-oil-heiress/
[19] Watts, J.; Gayle, D. (19 de abril de 2019). Activistas climáticos y policías se disputan el control de Oxford Circus. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/environment/2019/apr/19/extinction-rebellion-reports-hundreds-of-people-signing-up
[20] Ver https://rebellion.global/about-us/
[21] The New York Times. (27 de septiembre de 2019). Meet the Millionaires Helping to Pay for Climate Protests. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2019/09/27/climate/climate-change-protests-funding.html
[22] Ver https://es.weforum.org/people/trevor-neilson
[23] Besse Desmoulières, R. (3 de noviembre de 2022). Aileen Getty: multimillonaria orgullosa de financiar acciones dramáticas de activistas ambientales. Le Monde. Recuperado de: https://www.lemonde.fr/en/environment/article/2022/11/03/aileen-getty-billionaire-proud-to-finance-environmental-activists-dramatic-actions_6002800_114.html
[24] Ver en https://aileengettyfoundation.org/project/the-climate-emergency-fund/
[25] Milman, O. (18 de octubre de 2022). «Abróchate el cinturón»: los partidarios estadounidenses de Just Stop Oil prometen más protestas al estilo de Van Gogh. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/environment/2022/oct/18/just-stop-oil-van-gogh-national-portrait-gallery-climate-emergency-fund
[26] Ver en https://www.climateemergencyfund.org/about
[27] Ver en https://www.causeiq.com/organizations/climate-emergency-fund,842151545/#financials
[28] Cruz Peña, J. (6 de diciembre de 2019). “El vínculo que une a Greta Thunberg con los grandes ‘lobbies’ financieros internacionales”. Recuperado en https://www.elconfidencial.com/empresas/2019-12-06/vinculo-greta-thunberg-lobbies-financieros-internacionales-656_2367291/
[29] Ver el reporte financiero de European Climate Foundation en https://europeanclimate.org/funding-grantmaking/
[30] Ver https://www.rbf.org/search/node/Greenpeace
[31] Ver https://www.theclimategroup.org/partnerships/ngos-and-institutions
[32] https://www.theguardian.com/business/2022/jan/17/billionaire-philanthropist-leads-worlds-top-performing-hedge-funds
[33] Neate, R. (5 de marzo de 2021). La vida privada de Sir Chris Hohn: el hombre pagaba 1 millón de libras esterlinas al día. The Guardian. Recuperado de: https://www.theguardian.com/business/2021/mar/05/the-very-private-life-of-the-man-on-britains-biggest-salary
[34] https://nationalpost.com/news/canada/pipelines-will-be-blown-up-says-david-suzuki-if-leaders-dont-act-on-climate-change
[35] Walrath, S. (11 de abril de 2019). CÓMO LOS ROCKEFELLER FABRICARON LA CAMPAÑA DE RESPONSABILIDAD CLIMÁTICA. Energy In Depth. Recuperado de: https://eidclimate.org/how-the-rockefellers-manufactured-the-climate-liability-campaign/
[36] Ver https://www.packard.org/grants-and-investments/grants-database/?grant_keyword=suzuki&program_area=&award_amount=&award_year=
[37] Ver https://hewlett.org/grants/david-suzuki-foundation-for-the-suzuki-fellowships-program/
[38] Ver https://www.bullitt.org/grant/the-david-suzuki-foundation-2020a/
[39] Gant, J. (10 de agosto de 2022). Compensación de la culpa: los descendientes de los barones del petróleo multimillonarios con mentalidad ecológica están PAGANDO a cientos de activistas $ 25,000 al año para protestar en todo el mundo porque sienten ‘una obligación moral de volver a poner al genio en la botella’. The Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-11099581/Three-oil-scions-PAYING-hundreds-eco-activists-25-000-year-professional-protesters.html
[40] Ver https://equationcampaign.org/grantees/
[41] Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[42] Ver https://equationcampaign.org/funders/
[43] Ver https://equationcampaign.org/grantees/#financial
[44] Ver https://equationcampaign.org/grantees/#financial
[45] Chomsky, N. citado en Kiyosaki, R. T. El juego del dinero. Edición reimpresa. Grupo Editorial México, 2012, p. 158.
[46] Bauder, D. (16 de febrero de 2022). La subvención climática ilustra el crecimiento de las noticias financiadas por la filantropía. AP. Recuperado de: https://apnews.com/article/science-business-arts-and-entertainment-journalism-united-states-087d1d5dd7189c529fe5d7a21a1ffb5f
[47] Latonda, R. M. (31 de octubre de 2022). Herederos de los Rockefeller y los Getty financian los ataques ecologistas a los museos. Recuperado de: https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/rockefeller-getty-financian-ataques-ecologistas.html
[48] OCTOBER 14 2019. Financial times. Manifestantes climáticos llevan la ‘Revolución de Octubre’ a la ciudad de Londres. https://www.ft.com/content/92a9f6f8-ee59-11e9-ad1e-4367d8281195.
[49] Bancroft, H. (13 de octubre de 2019). Cómo los fanáticos del cambio climático de Extinction Rebellion, incluida la nieta de un baronet educada en Cambridge, reciben un pago de £ 400 a la semana para traer el caos a nuestras calles. Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-7566515/Extinction-Rebellion-files-reveal-climate-zealots-paid-400-week.html
[50] Bancroft, H. (13 de octubre de 2019). Cómo los fanáticos del cambio climático de Extinction Rebellion, incluida la nieta de un baronet educada en Cambridge, reciben un pago de £ 400 a la semana para traer el caos a nuestras calles. Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-7566515/Extinction-Rebellion-files-reveal-climate-zealots-paid-400-week.html
[51] Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[52] Ver en https://www.nytimes.com/2019/09/27/climate/climate-change-protests-funding.html
[53] Ello se vuelve evidente ante la gran cantidad de desapruebo publico dirigido a las acciones de estas organizaciones. Ver en The conversation. (21 de octubre de 2022). Just Stop Oil: ¿las protestas radicales alejan al público de una causa? aquí está la evidencia. Recuperado de: https://theconversation.com/just-stop-oil-do-radical-protests-turn-the-public-away-from-a-cause-heres-the-evidence-192901. Buckley, C. (11 de agosto de 2022). Estos grupos quieren protestas climáticas disruptivas. Los herederos del petróleo los financian. The New York Times. Recuperado de: https://www.nytimes.com/es/2022/08/11/espanol/activistas-petroleo-ambiente-dinero.html
[54] Véase https://juststopoil.org/faqs/
[55] Rose, D. (2 de mayo de 2020). Revelado: el complot de Extinction Rebellion para ‘sabotear la economía’ organizando huelgas de alquiler, suspendiendo el pago de impuestos y tomando préstamos bancarios que no tienen la intención de pagar. Daily Mail. Recuperado de: https://www.dailymail.co.uk/news/article-8280801/Extinction-Rebellions-plot-sabotage-economy-coronavirus-crisis.html
[56] Furchtgott-Roth, D. (27 de octubre de 2022). Reino Unido prohíbe el fracking después de una semana. Forbes. Recuperado de: https://www.forbes.com/sites/dianafurchtgott-roth/2022/10/27/uk-forbids-fracking-after-one-week/?sh=55884dcf3b68
[57] Marcuse, H. Morin, E. Mansholt, S. Maire, E. Bosquet, M. Goldsmith, E. Sanit-Maire, P. “Ecología y Revolución” (1972); Buenos Aires. Ed: Nueva Visión SAIC. Pp. 40-43.
[58] Walrath, S. (11 de abril de 2019). CÓMO LOS ROCKEFELLER FABRICARON LA CAMPAÑA DE RESPONSABILIDAD CLIMÁTICA. Energy In Depth. Recuperado de: https://eidclimate.org/how-the-rockefellers-manufactured-the-climate-liability-campaign/
[59] Ibid.
[60] Ibid.
[61] Barghini, T. (11 de noviembre de 2022). Licencia para contaminar. Global Finance. Recuperado de: https://www.gfmag.com/topics/news/cop27-license-pollute
[62] Medidas que siempre tienden a regular las actividades económicas. En este sentido, fungen como privilegios en tanto se utilicen para asegurar la posición preponderante de una empresa en el mercado, impuestos sobre determinados materiales, formas de producción, etc., que siempre impiden la libre competencia y son, las más de las veces, exigidas por aquellos que no podrían competir sin reclamar este tipo de desigualdades.
[63] Ver https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/rockefeller-getty-financian-ataques-ecologistas.html
[64] Crespo, I. (24 de septiembre de 2014). El futuro verde de los Rockefeller. El País. Recuperado de: https://elpais.com/elpais/2014/09/23/gente/1411487227_340706.html
[65] Ver https://www.energiaestrategica.com/el-millonario-que-crecio-en-petroleo-y-se-hizo-ecologista/