Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen entre miércoles y jueves para estudiar qué tipo de acciones llevan a cabo para tratar de frenar los ataques rusos y proteger las infraestructuras de los países que componen la institución.
La opción de aplicar el artículo 5 del tratado es una de las que se barajan para atajar la situación de guerra que se vive en el este de Europa desde que el pasado mes de febrero Rusia iniciara la invasión de Ucrania.
Esto se vislumbra con cierto interés y con una carga de peligrosidad notable, debido a los últimos incidentes en Alemania como el caso del sabotaje del Nord Stream, aunque no existen pruebas de que haya sido Rusia y simplemente se comentan puras especulaciones sin argumentos.
A todo ello se añade la sugerente provocación del presidente Macron, diciendo que necesitan aumentar la presencia militar en Europa del Este ante la intensidad de los últimos ataques de Rusia contra Ucrania.
También se añaden las afectaciones de los viajes ferroviarios alemanes. El corte de los cables que interrumpieron los viajes en tren en Alemania el sábado fue muy «profesional» e ilustra cuán vulnerable es la infraestructura del país al sabotaje, dijo el jefe del sindicato de policía del país, según RedaktionsNetzwerk Deutschland.
No hubo información sobre el motivo del ataque y la policía federal está investigando el asunto, dijo el ministro de Transporte, Wissing, en una conferencia de prensa el sábado. No pudo decir si el acto estaba relacionado de alguna manera con la guerra de Rusia contra Ucrania.
«Debido al sabotaje de cables que son esenciales para el tráfico de trenes, Deutsche Bahn tuvo que detener el tráfico de trenes en el norte durante algo menos de tres horas esta mañana», dijo a dpa una portavoz de Deutsche Bahn.
Ese mismo día 9 de octubre, el comandante del Comando Territorial de la Bundeswehr, advertía que Alemania debe «prepararse para ataques cada vez mayores a la infraestructura».
Por su parte, Dinamarca se vio extrañamente afectada por un corte de energía en la isla danesa de Bornholm cerca del oleoducto Nord Stream debido a daños en el cable submarino.
Si se activara esta cláusula de defensa, los miembros de la alianza considerarían cualquier sabotaje como un ataque contra ellos.
«Los ataques híbridos y cibernéticos pueden desencadenar el Artículo 5», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el martes (11 de octubre) en reacción, refiriéndose al pacto de defensa mutua de la OTAN.
El nuevo episodio de posibles sabotaje ocurrió por una fuga detectada en el oleoducto principal que transporta petróleo ruso a Alemania. Se desconocen las causas de la fuga en el Druzhba, producida en el centro de Polonia, cuyo tránsito ha sido paralizado
¿Qué dice el artículo 5 de la OTAN?
El artículo 5 de la OTAN establece que un ataque contra uno de los aliados se considerará un ataque contra todos los aliados y, por tanto, legitima la acción conjunta del resto de los miembros que forman parte del tratado.
Fue ratificado en Washington el 4 de abril de 1949 y dice exactamente así:
«Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte. Cualquier ataque armado de esta naturaleza y todas las medidas adoptadas en consecuencia serán inmediatamente puestas en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las disposiciones necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales».
El lenguaje utilizado en el tratado es muy específico, diciendo que “un ataque armado” precipitaría una respuesta conjunta. Los ataques cibernéticos, sin embargo, viven en un espacio interesante ya que no son violentos y, por lo tanto, no son un «ataque armado», pero pueden paralizar la infraestructura de un país. Esto podría envalentonar a los actores deshonestos que saben que esta es una herramienta que pueden utilizar sin desencadenar necesariamente una respuesta del Artículo 5.